Adiós a Eddie Jordan
Ayer a las 12:50 PM
Pit Cuatro
Texto: Víctor ‘McCoy’ Galván
Eddie Jordan era un hombre polémico. Sus análisis en televisión eran crudos y siempre anteponía sus creencias a la objetividad. Eso no le quitaba relevancia a sus dichos. Y es que sabía de lo que hablaba, pues fue el último dueño de equipo independiente en la Fórmula 1.
Piloto de Fórmula Atlantic, Fórmula 3 (al lado de Stefan Johansson) y Fórmula 2, incluso llegó a probar con McLaren en Fórmula 1. Corrió con BMW en las 24 Horas de Le Mans y en el GTI Challenge, sin embargo siempre será recordado por arriesgarse a comprar un equipo de la Fórmula 3 Británica, cuando estaba a punto de caer en bancarrota.
Tuvo éxito al firmar a Martin Brundle, quien fue subcampeón en 1983, detrás de Ayrton Senna. Esa temporada hizo que los patrocinios y pilotos buscaran al Eddie Jordan Racing, que en 1987 fue campeón con Johnny Herbert.
Jordan, irlandés, decidió dar el salto a la Fórmula 3000, que en aquellos años era la antesala de la Fórmula 1 y obtuvo triunfos con Herbert y Martin Donnelly en 1988. El año siguiente fue de dominio absoluto con Jean Alesi, quien se llevó el título.
El panorama de bonanza aumentó con el diseñador Gary Anderson y Eddie fundó en 1991 el Jordan Grand Prix, para entrar a la Fórmula 1. Fue Eddie quien le dio su primer asiento a Michael Schumacher (después peleó por mantenerlo, y perdió).
La cúspide de la carrera de Eddie como dueño de equipo vino en 1988, cuando consiguieron el 1-2 en Spa-Francorchamps, con Damon Hill y Ralf Schumacher. En lo colectivo, fue tercer lugar de pilotos con Heinz-Harald Frentzen, en 1999.
Sin embargo Eddie fue incapaz de sobrevivir a la pérdida de Honda, tuvo gastos millonarios al migrar a Cosworth (a quien le dio el triunfo en Brasil 2003, con Giancarlo Fisichella), y finalmente, tuvo que vender el equipo, en 2005.
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En 2009 regresó a los reflectores, con un programa en la BBC. Desde entonces, era una figura constante en los medios europeos, y fue un hombre constante en el paddock de la Fórmula 1.
Lo conocí el viernes 27 de mayo de 2016, en el fin de semana del Gran Premio de Mónaco. A decir verdad no platicamos mucho. Intercambiamos un par de frases y le pedí una entrevista: «Ya veremos si puedo mañana. El domingo es imposible…. pero lo importante ahora es lo que vas a ver», me dijo mientras dio un apretón a mi hombro y señalaba un pequeño escenario en un yate.
Y tenía razón, pues vi como tomó un micrófono y anunció que su famosa banda de rocanrol «V10» estaba lista para iniciar un concierto. Eddie, además de cantar, era el baterista del grupo (ese viernes acompañado de un cajón de percusión)… y de pronto nos puso a cantar.
Ese es el primer recuerdo que tengo cuando alguien menciona a Eddie, y fue en lo primero que pensé cuando leí, esta mañana del 20 de marzo de 2025, que finalmente Jordan había llegado a la meta.
Con 76 años de edad, Eddie tomó la bandera a cuadros de la vida rodeado de su familia, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, víctima del cáncer de próstata.
¿Qué pasó con la entrevista? No, nunca la hubo. El sábado lo encontré en el paddock, me dijo que Mónaco había que disfrutarlo, y que la haríamos «después… me recuerdas este momento, y la hacemos».
Pero poco importó, pues junto con los V10, Eddie ya me había demostrado lo que necesitaba saber. No sólo le importaban las carreras, sino vivir plenamente, y disfrutar de lo que amaba. Descanse en paz.
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