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Diez mil euros por un "joder" y nada por decirlo diez veces. La cruzada de la FIA contra los tacos
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Ayer a las 11:00 PM
La velocidad de la luz no es tan rápida como el tiempo que iba a tardar la FIA en multar a un piloto con su nuevo código deportivo en materia de lenguaje. Una caja de pandora recién abierta que provocará jugosas polémicas y pondrá en evidencia el terreno pantanoso que Mohamed Ben Sulayem ha decidido atravesar.
Dos episodios en el Mundial de Rallies y en la Fórmula E han visualizado tan espinoso asunto y su fiscalización. Algunos pilotos de Fórmula 1, Carlos Sainz, entre ellos, se van posicionando sobre las intenciones de la FIA para controlar el lenguaje de los pilotos. Uno de ellos, el británico, Dan Ticktum, deja en pañales a Max Verstappen. Y se ha librado.
El pasado enero, la FIA introducía en el Reglamento Deportivo un nuevo régimen fiscalizador del lenguaje de los pilotos. Tipifica varias categorías ydiferentes comportamientos sancionables, con elevadas multas que se incrementan según su reincidencia, y con un índice corrector según el campeonato, con la Fórmula 1 cuadriplicando las sanciones básicas. Ya ha sido utilizado.
🚨 Max Verstappen receives a harsher penalty for swearing during the press conference and now has an "Obligation to accomplish some work of public interest" To put it in different words, a sort of community service 💀 pic.twitter.com/7bmDZSlmEI
— RBR Daily (@RBR_Daily) September 20, 2024
"La cagué"
Este fin de semana, Adrien Fourmaux fue multado con 10.000 euros, además de otros 20.000 euros que quedan en suspensión. ¿Su pecado? Usar la palabra fuck que a Verstappen y Leclerc les costó también una sanción el pasado año. Piloto oficial de Hyundai, quiso expresar un error de pilotaje ("la cagué"), vino a decir en una entrevista ante las cámaras de televisión.
Los comisarios de la FIA cayeron sobre el francés. Aun admitiendo que había usado el término de forma "coloquial y descriptiva" y que se disculpó por una expresión que "no pretendía ofender ni insultar a nadie", le cayó la primera multa de la temporada. En el comunicado se recoge también la chapa que le cayó a piloto y equipo.
"La postura de la FIA no solo con respecto al lenguaje inapropiado, sino también al abuso verbal o físico, y a hacer o mostrar declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales, en particular en violación del principio general de neutralidad promovido por la FIA en sus estatutos" y otras admoniciones por el estilo. Casi en paralelo a los comisarios de la FIA en el Mundial, los de la Fórmula E se encontraron con un auténtico recital por parte de Dan Ticktum este fin de semana en la primerca carrera en Riad de la Fórmula E.
"Comunicación por radio con el equipo"
Según el Reglamento Deportivo, y para su interpretación, los comisarios "conservan la facultad discrecional de tener en cuenta cualquier circunstancia atenuante y/o agravante, así como la naturaleza y la ubicación del evento, para adaptar la sanción a la situación específica". Una discrecionalidad aplicada ante la explosión de furia de uno de los pilotos más mercuriales del automovilismo.
Abramos un paréntesis. Con solo 16 años, Dan Ticktum se hizo famoso porque, terminada una carrera de categorías inferiores en Gran Bretaña, adelantó a más de diez coches para golpear el monoplaza de Rick Collard quien, supuestamente, le había hecho una jugarreta durante la prueba. Fue apartado dos años de las carreras, aunque solo cumplió uno. Del tipo que tanto le gusta a Helmut Marko, Red Bull le volvió a patrocinar, y ganó el GP de Macao al mismísimo Lando Norris, apoyado por McLaren.
Que el británico es un potro difícil de domar lo saben en la Fórmula E, donde sus mensajes por radio dejarían a Verstappen como un simple aprendiz. Este fin de semana, en Riad, protagonizó un explosivo diálogo con su ingeniero cuando este le pedía que entrara en boxes para resetear su monoplaza.
Ticktum multiplicó por diez el número de veces que usó Formeaux la famosa palabra, y añadió alguna más de su cosecha. Todo, en genuino directo. "Se informó a los comisarios y decidieron que no era necesario tomar más medidas, ya que esto ocurrió en el contexto de una comunicación por radio con el equipo y no durante una entrevista con los medios", sentenciaban los comisarios como fundamento para no sancionar al británico.
"Es algo que debemos conservar"
Ambos episodios podrían constituir sendos casos de jurisprudencia para la Fórmula 1. Carlos Sainz ha sido uno de los primeros en marcar la línea que han seguido los comisarios en el Mundial de Rallies y la Fórmula E. "Los pilotos de Fórmula 1 deberían estar suficientemente controlados en las conferencias de prensa y apariciones en los medios para no decir palabrotas", declaraba Sainz el pasado viernes.
"Estoy a favor de hacer un esfuerzo como grupo cuando todos los niños nos estén viendo en la conferencia de prensa o frente a los medios, para tener un buen comportamiento y un vocabulario decente". Es decir, el caso de Adrien Formaux.
Pero Sainz cuestionaba llegue esa fiscalización llegue a los momentos de mayor tensión emocional en acción. "Creo que la FIA está tratando intentando controlar demasiado con las prohibiciones porque, para mí, es una parte fundamental del deporte, donde se puede ver la presión y la emoción reales en la voz e incluso, a veces, desafortunadamente, en el vocabulario de un piloto de carreras".
"Creo que no se puede ser demasiado duro con este tipo de cosas, porque no se puede entender la presión, la adrenalina y cómo nos sentimos dentro del coche cuando abrimos la radio. Pero cuando escuchas esa pasión y esas palabras, incluso si a veces maldecimos en la radio, para mí es algo que hay que conservar en la Fórmula 1, y no deberíamos deshacernos de ello". Resultado del primer partido: Adrian Formaux, un fuck’, 10.000 euros de multa. Dan Ticktum, diez fuck, en directo y con niños, 0 euros. Algo falla aquí.