El 'otro' Aston Martin: cuando el brutal Valkyrie de Newey es 'desinflado' para correr en Le Mans

02/09/2025 12:00 AM

Una máquina extrema concebida por Adrian Newey para sublimar su capacidad creativa y diseñada para competir en el WEC y las 24 Horas de Le Mans. Todo ello gracias a un reglamento que pretendía utilizar superdeportivos de élite para la competición. 150 unidades, a un precio de tres millones y medio de dólares cada una. Lawrence Stroll compra Aston Martin y congela el programa tras la adquisición de Racing Point para convertirlo en el equipo oficial de la marca en la Fórmula 1.

El Aston Martin Valkyrie quedaba así como una sofisticada máquina para multimillonarios, alejada de las carreras. Pero en 2024, Stroll cambia de opinión ante el éxito del Mundial de Resistencia y esa criatura sublime que tiene apagada en el cuarto oscuro. Y da luz verde para que el Valkyrie debute en el IMSA americano, el Mundial de Resistencia y las 24 Horas de Le Mans.

Cómo sería el 'pepino' de Adrian Newey que ha tenido que ser domesticado para poder competir en los circuitos. La gran paradoja del Aston Martin Valkyrie. El 'otro Aston Martin' también cuenta con un español, Alex Riberas, uno de los privilegiados que trabaja en su evolución y que pilotará uno de los coches más carismáticos y embriagadores que nunca ha habido. Ahora, en las carreras, y totalmente distinto a sus rivales de Ferrari, Porsche, Toyota, BMW, Alpine y demás.

"Por mi parte es una ilusión tremenda y un gran privilegio haber sido seleccionado para formar parte de este proyecto tan especial con el Valkyrie", explica Alex Riberas a El Confidencial. "También es muy especial el haber participado en el desarrollo, una experiencia nueva y enriquecedora, porque he visto con mis propios ojos la evolución de un coche que parte desde una base completamente distinta de la competición, con el diseño base de Adrian Newey, el haber podido poner mi grano de arena para llevar la dilección en el desarrollo del coche es algo que nunca voy a poder olvidar".

No hay una máquina igual

Cuando Ferrari tentó a Newey, hastiado de perder frente a Mercedes con los motores híbridos, Dietrich Mateschitz y Christian Horner le sedujeron creando el Red Bull Technologies para que diera rienda suelta a su creatividad. Una máquina destinada en principio al Mundial de Resistencia y su reglamento Hypercar, que exigía un número obligado de unidades a la venta en el mercado. "Casi nos arruina", bromeaba Horner. Una de ellas está en manos de Fernando Alonso.

Estéticamente, no existe otra máquina como el Valkyrie, dotado además con un motor V12 cuyo sonido ya es imposible de escuchar en otras monturas de competición, ni siquiera un Fórmula 1. En su configuración original ofrece algo más de 1.000 CV de potencia -el doble de la que se permite en competición-, y hasta 1.800 kg de carga aerodinámica. Incluso se renunciaba a incorporar un sistema híbrido. Puro Adrian Newey.

Hoy la estructura americana Heart of Racing es la responsable de poner en la pista la creación de Newey. Lleva ya casi 15.000 kilómetros de pruebas en circuitos de Gran Bretaña, España, Italia, Estados Unidos y Oriente Medio. Tal es el carácter de semejante bestia que, para poder competir en los circuitos, ha tenido que ser desinflado, tanto mecánica como aerodinámicamente.

De los diez fabricantes presentes en el campeonato, el Valkyrie es el único coche derivado directamente de un coche de producción. Ni siquiera Ferrari o Porsche pueden decir lo mismo con sus prototipos. De aquí que la bestia de Newey tuviera que ser redimensionada.

"Empezamos desde un punto de vista muy distinto al de la competencia", explica Riberas "con el objetivo de utilizar este año para aprender al máximo para dar los pasos de gigante que podamos para reducir la diferencia entre nosotros y los coches que ya llevan tres años en la categoría, pero no nos preocupa demasiado, llegará por el trabajo bien hecho y tengo mucha confianza en el equipo, hemos fichado a gente muy buena, muchos con experiencia en la Fórmula 1."

Un motor 'pinchado'

El WEC, Le Mans e IMSA limitan por reglamento la carga aerodinámica. Para mantener su singular personalidad y apariencia estética, los ingenieros han modificado la parte inferior del Valkyrie y respetar la relación carga/drag del reglamento. Aunque algunas modificaciones externas han sido necesarias para los repostajes y cambios de neumáticos en carrera, así como dentro del habitáculo por cuestiones de seguridad.

El brutal V12 del Valkyrie original ha tenido que ser 'pinchado' y reconfigurado para reducir su potencia y consumo y ser acoplado a las demandas, un nivel determinado de consumo de energía (combustible y sistemas híbridos) por relevo, determinado reglamentariamente. Es, por tanto, un motor 'domesticado' respecto al del proyecto original de Newey. Por tanto, el consumo de energía de la montura británica solo se calculará con el combustible fósil.

Porque, para más chulería, el Valkyrie se desmarca de la tendencia generalizada del campeonato. El reglamento del IMSA y del WEC y Le Mans permite dos categorías distintas: Hypercar, bajo el que cada fabricante (Ferrari, Peugeot o Toyota, por ejemplo) crean su propio sistema híbrido, y tracción puntual a las cuatro ruedas. La segunda, LMDh, utiliza un sistema híbrido homologado que comparten todos los prototipos de esta categoría (Como Porsche o BMW). Pues bien, el Valkyrie va por libre y no cuenta con ningún sistema híbrido, la norma como herramienta de marketing para un gran fabricante.

Un bramido embriagador

Así y todo, la bestia de Aston Martin expande un embriagador sonido que le distinguirá de todos sus rivales en la pista. En tiempos donde los coches de carreras han perdido parte de su personalidad y atractivo, el Valkyriereivindica todavía el salvaje bramido de las carreras.

Como sería en la unidad de serie del Valkyrie que los responsables del proyecto tuvieron que montar silenciadores a los escapes por miedo a la infracción de los límites de sonido. A medida que se fue desarrollando la versión de competición y se recalibraba el motor, se fue recuperando parte de su personalidad acústica.

Aston Martin es el décimo fabricante que luchará por la victoria en las 24 Horas de Le Mans. Génesis (Hyundai) llegará en 2026. McLaren, posiblemente un año después. Honda está valorando que sus prototipos de Estados Unidos, bajo la marca Acura, también desembarquen en el Mundial de Le Mans. El 'otro Aston Martin' también podría tener un hueco para un segundo piloto español que ya tiene dos victorias en su haber.