"Es el destino": descifrando al incombustible Fernando Alonso, 25 años después

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"Si tienes nuestro coche de Brasil, te lesionas el hombro y haces seis carreras lesionado, tomas una pastilla para quitar el dolor y ya está. Y no tiene nada que ver con la edad, porque si estoy mal físicamente, la gente rápidamente piensa que tengo 43 años. El otro día, el parque cerrado parecía The Walking Dead. Estaban todos en el suelo, y yo bastante bien, bastante más entero que ellos, así que es un poco las pequeñas lesiones que vayas teniendo". Fernando Alonso, al terminar el pasado Gran Premio de Brasil.

Lewis Hamilton y Fernando Alonso representan dos ejemplos excepcionales de talento y dilatada carrera más allá de la lógica y el tiempo en los cánones tradicionales de la Fórmula 1, por no decir del deporte. Aquelgran premio de pésima fortuna para ambos, así como algunas de las últimas carreras, ayudar a perfilar la contextura psicológica de ambos en esta fase de sus respectivas carreras.

El británico, más emocional y no tan inmune a soportar con estoicismo los agujeros negros fruto de un monoplaza competitivo. El español duro y correoso, con confianza de titanio en sí mismo, además de algunos años más de desgaste sin éxitos en la Fórmula 1. En aquel gran premio ambos con dos coches absolutamente desastrosos.

Que Alonso representa un ejemplo excepcional, una rara avis, es una afirmación ya recurrente. De aquí que resulte iluminador cualquier clave que el protagonista añada para entender su singular idiosincrasia. Y las razones de que el tiempo, el físico y el desgaste psicológico no hagan mella y ayuden a entender por qué Alonso llegará a los 45 años como piloto de Fórmula 1.

"No pienso demasiado en la edad, los medios de comunicación me recuerdan de vez en cuando algunas estadísticas y algunos números, pero yo me siento como si tuviera 25 o 30 años y sigo compitiendo en la Fórmula 1", explica Alonso en la mencionada entrevista. "No siento los años, me siento motivado, me siento fresco, me siento en forma para conducir y para hacer el mismo entrenamiento que he estado haciendo durante 20 años, porque es más o menos la misma rutina".

Motivación y talento se retroalimentan

Una reciente entrevista en la página de la BBC renueva con diferentes palabras ese combustible interno que sigue alimentando al asturiano. Lo hace a pesar de la decepción -una más- con Aston Martin, en contraste con las tribulaciones psicológicas de Hamilton, que luchó por su último título en 2021, después de conseguir seis en siete años con Mercedes y lograr victorias en 2024. Alonso no gana desde 2013.

Como ha explicado en varias ocasiones, la retirada puntual de la Fórmula 1 durante dos años proporcionó al asturiano un sentimiento de apreciación por este mundo. Comprendió que, además de permitirle canalizar su brutal sentido competitivo, es parte intrínseca de su vida. Fuera de ella, no ha encontrado los suficientes estímulos que llenen su vida, al margen de formar una familia, como reconocía recientemente. Cuando acabe como piloto, seguirá vinculado a ella.

Alonso es un vivo ejemplo de la retroalimentación, de la motivación y del talento. Mientras el segundo se mantenga, el primero recibe combustible de este. Y en cuanto a la motivación, Alonso recuerda la fuente de esa llama tras lograr todo en su vida deportiva, con la prueba de fuego en 2024 de haber pasado por una temporada brutal, la primera de 24 carreras, la tónica en los próximos años.

De momento, el talento sigue entero y dando fuelle a la motivación. "Mi confianza en mí mismo siempre estará ahí hasta que llegue un día en el que no me sienta cómodo en el coche. Si me siento más lento que mis compañeros, o más lento de lo que creo que es posible con el coche, si llega esa fecha, probablemente levantaré la mano y dejaré de competir, porque no disfrutaré más". En otras palabras, de momento a igualdad de armas no le ganan todavía.

"El destino" Newey

Mantenida esta premisa, así como la pasión intrínseca por el privilegio de manejar las máquinas más rápidas del mundo -da igual, o en su propia pista de karts en Oviedo a la menor oportunidad-, Alonso ha encontrado en la recta final de su carrera la perspectivade una oportunidad única para lograr un sueño considerado acabado durante mucho tiempo: el tercer título que siempre había ambicionado.

"Sigo soñando. ¿Por qué no? Sé que 2026 es probablemente mi única oportunidadporque 2025 es extremadamente difícil, pero sigo soñando. La Fórmula 1 es para soñadores, probablemente, porque todo puede pasar. Ya veremos". Cuando no podía imaginarlo, Fernando Alonso y Adrian Newey van a cumplir un sueño compartido para cada parte: trabajar juntos y ante un nuevo reglamento, un folio en blanco para que el veterano de 65 años pueda crear otra máquina ganadora, como en todos los reglamentos de su carrera.

Alonso y Newey trabajarán juntos en Aston Martin. (Reuters/Peter Powell)

¿Y qué piensa el asturiano de semejante confluencia de órbitas? "El destino. Parece que el destino siempre me ha hecho perder la oportunidad. Pero llegó ahora, al final de mi carrera, y seguiré disfrutando todo lo que pueda, tratando de aprender de él", explica Alonso, con una cierta justificación metafísica.

"Tenemos este respeto mutuo. Intercambiamos algunos mensajes y hablamos de vez en cuando y parece que siempre conectamos. Nunca trabajamos juntos, pero siempre estuvimos en la misma frecuencia cuando hablamos en el pasado. Tengo muchas ganas".

Cualquier piloto de la parrilla es sabedor de que Newey busca las sensaciones y la complicidad del piloto para trasladarlas al rendimiento de su monoplaza. Así lo ha expresado en numerosas ocasiones el británico, que amalgama la singular experiencia de piloto aficionado, espíritu brutalmente competitivo e ingeniero de creatividad única. Alonso sabe que contará con el mejor socio, y viceversa.

"Nunca tuve un coche dominante"

De modo que el destino ha puesto a Alonso ante esa última gran oportunidad de su vida. Todavía vivo el talento, más leña para la caldera de la motivación. "Nunca tuve un buen coche en el que pudiera dominar algo, aparte de mi temporada en el campeonato mundial de resistencia con Toyota (2019-20).Esa temporada me di cuenta de lo maravilloso que podía ser tener un coche dominante también en la Fórmula 1, porque puedes lograr muchos resultados y conducir como quieras".

Alonso lamenta no haber tenido en la F1 un coche dominante. (EFE)

"Durante toda mi carrera he conducido coches que quizás no eran los mejores en ese momento, incluso en mis dos Mundiales. En 2005, el McLaren era el coche más rápido, pero su fiabilidad era mala, así que lo compensamos y ganamos el campeonato", explicaba sincero el asturiano. "En 2006, eran muy similares, pero Ferrari y Schumacher tuvieron demasiados abandonos, especialmente en Japón a finales de año, y gané el campeonato. Sigo entregando y motivado y no siento que estoy conduciendo en círculos, porque cada año sigo teniendo la esperanza de que esa sea la temporada en la que pueda tener un coche rápido".

¿"Mi última temporada de Fórmula 1"?

¿Entrenando? Aquí radica otro de los secretos de Alonso. Una autodisciplina feroz, que logra amortiguar el natural paso del tiempo y el desgaste psicológico propio de las experiencias vividas una y otra vez. "Creo que es porquemi disciplina de trabajo, entrenamiento y dedicación a la Fórmula 1 ha sido bastante extrema".

"Nunca me he perdido ninguna sesión de pruebas, ni ninguna sesión de trabajo ni ningún tiempo en la fábrica, ni ningún entrenamiento", explica Alonso. "Nunca he salido demasiado de fiesta. Quizás los resultados estén llegando ahora, cuando tengo 40 años, pero el punto de partida fue a los 20 o 30, cuando necesitas dedicarte a la Fórmula 1 durante un largo período de tiempo para lograr algunos resultados más adelante".

"Las expectativas serán altas porque es un coche nuevo, un cambio de reglamento, un coche fabricado por Adrián", sintetiza el piloto asturiano. "Probablemente -o al menos para empezar- será mi última temporada en la Fórmula 1. Porque mi contrato termina a finales de 2026. Es el momento de cumplir y el momento de la verdad.Las expectativas son altas". Tras casi 25 años en la Fórmula 1 ¿En qué estado físico, mental, y de motivación llegará alguien que tanto se prepara ya para ese momento?

¿Seguro que será la última? "Si 2026 va bien, nos lo estamos pasando bien, y existe la posibilidad de competir un año más, estaré abierto a ello, seguro. No cerraré la puerta de antemano, pero tampoco empezaré a pensar en ello, afrontaré cada carrera como si fuera la última y disfrutaré cada segundo". Parece que este señor no tiene remedio.

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