"¡Esto es de la dinastía Ming, para que lo sepas!". Por qué Carlos Sainz confía en James Vowles

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“Andaba por las instalaciones echando un vistazo a los cambios que íbamos a hacer en las instalaciones, y mirábamos algunas de las máquinas”. James Vowles contaba la anécdota para ilustrar qué se encontró al llegar Grove hace dos años. "Tenemos una máquina en particular que está abajo, también es para el nuevo coche, está en la zona de materiales compuestos” le explicaba el director de operaciones de Williams. “Cuando la vi de frente, no sabía para que era, '¡Esto es de la dinastía Ming, para que lo sepas!'. Dije: 'Oh, fantástico, es bueno saberlo".

El nuevo jefe de Carlos Sainz afronta un monumental desafío con Williams. Al español le tocará asumir en 2025 el segundo capítulo y más allá del plan a cinco años establecido para que el segundo equipo con mejor historial tras Ferrari recupere la posición que le corresponde por su nombre y pasado.

Cuando los ‘head hunter’ (cazadores de personal) del principal accionista Dorilton buscaban la líder para reconstruir Williams, eligiéron a James Vowles. Cuando su conoce su trayectoria y perfil personal, cabe apostar por su éxito para tan monumental tarea. No es un cualquiera. Por sumar cualificaciones para su puesto, es hasta piloto aficionado.

“A mi padre (Frank Williams) James le habría gustado” admitía recientemente Claire Williams, la hija del fundador y durante unos años responsable del equipo, que hubo de vender juntos con los accionistas a Dorilton para salvar la criatura de su padre.

"Lo supe desde el segundo día"

“Supe el segundo día, cuando entré por la puerta, lo difícil que iba a ser esto. No hacía falta mucho tiempo caminando por Williams para de darse cuenta de que había muy poco en comparación con lo que estaba acostumbrado (en Mercedes)”. A pesar de la abismal diferencia entre la organización de la que provenía y lo que se encontró en Williams, Vowles aceptó el reto inmediatamente.

Básicamente, el ingeniero británico debe transformar la infraestructura del equipo, actualizar sus instalaciones y procesos de trabajo, aplicar las inversiones de Dorilton en los próximos años, reforzar la plantilla e impregnar de una nueva cultura un equipo arterioesclerotizado por falta de inversión durante quince años. Sainz ha comprado la visión, seducido por la implacable voluntad de Vowles para hacerse con sus servicios para liderar semejante proyecto. ¿Con qué arsenal de cualidades cuenta Vowles para lograrlo?

Un cerebrito

En la universidad, Vowles era un hacha en matemáticas y ciencias computacionales, por lo que pensó que la Fórmula 1 sería el mejor escenario para trabajar con esas materias, porque no le interesaba el resto de las asignaturas de la carrera. “Mandé el currículo a los once equipos, y recibí once cartas de rechazo, y las puse en la pared”. Hoy, lidera uno de esos equipos.

No se rindió y logró un grado especial de ingeniería relacionada con el deporte del motor en Cranfield University. Al poco tiempo, empezó a trabajar en el equipo BAR, con Honda, para luego pasar a Brawn GP, y de aquí, a Mercedes.

En estos equipos, Vowles se centró en la estrategia, al frente de la cual logró los títulos de Brawn GP y Mercedes desde 2014. Se convirtió en uno de los principales aliados de Toto Wolff, quien le nombró Director de Estrategia, lo que incluía un amplio abanico de responsabilidades en la gestión del equipo y sus diferentes áreas, pero también de los proyectos de Mercedes otros campeonatos, como la Fórmula 1. La estrategia de carrera era solo una de sus responsabilidades, y quizás no las más importante. Un cerebrito, vamos.

Desde esa posición, Vowles adquirió una experiencia fundamental en la gestión global de un equipo de Fórmula 1, y con un Toto Wolff por encima. Accionista del equipo durante años, posiblemente fuera el propio Wolff quien sugiriera el nombre de Vowles a Dorilton.

Cortejado desde el minuto uno

“Hay varias maneras de ser jefe: puedes asustar a la gente o puedes trabajar con ellos, y yo soy la segunda. Intento ser abierto y honesto” explica a modo de brújula personal de gestión. “Creo que lo realmente importante es que si no tienes las habilidades humanas necesarias para ello, no conseguirás que nadie te acompañe. En eso consiste ser un líder: la gente te admira y entiende que tu camino es el mismo que ellos también quieren seguir”. Como Carlos Sainz,

El madrileño fue cortejado sin pausa por Vowles desde que el madrileño comenzó a sospechar que Ferrari jugaba con otra baraja, tiempo antes de que se hiciera público el fichaje de Lewis Hamilton. Vowles siempre estuvo en la pista de Sainz y nunca cejó en su objetivo, compartiendo constantemente su visión con el madrileño, convencido tambien por la hoja de ruta inversora que Dorilton le ponía en la mesa.

Esta visión y la química personal con Vowles está detrás de la convicción que Sainz intenta transmitir cuando justifica una decisión que a tantos desconcertaba. Eso sí, Sainz es consciente de la realidad, empezando por esta próxima temporada. “Tenemos que aceptar que 2024 y 2025 son simplemente pasos en nuestro camino, pero no son los años clave. Son años en los que ofreceremos ligeras actualizaciones de rendimiento” ha proclamado Vowles por activa y pasiva.

Vowles tiene 2026 como punto de partida del proyecto de reconstrucción de Williams (Photo Xavi Bonilla / DPPIAFP7)

Estamos invirtiendo todo en nuestro futuro, esto es, 2026, cuando las reglas cambian totalmente”. De hecho, el propio Vowles reconoce que los mejores aerodinamicistas de Williams llevan meses trabajando en el nuevo reglamento, nada del coche de la presente temporada.

El piloto de carreras que descubrio a Colapinto

Vowles es otro líder de equipo más con formación técnica (como Andrea Stella o Ayao Komatsu), que destila capacidad de liderazgo e inteligencia emocional a partes iguales, además de comunicadores sin egos inflados. Sin embargo, también comparte otra afición con los Zak Brown, Toto Wolff o Christian Horner: el pilotaje.

Pocos sabrán, por ejemplo, que mientras Hamilton y Verstappen se disputaban a brazo partido el título de 2021, Vowles encontraba tiempo para competir en los GT británicos. Siguió en los años siguientes compitiendo en GT4 y GT3, con equipos que se sentían atraídos por su pedigrí en la Fórmula 1 pero, ademas, el ingeniero/piloto/ Responsable de Estrategia de Mercedes parece que tiene buenas maneras al volante.

Hasta el punto de competir con un McLaren 720s en el Asian Le Mans Series, donde quedó prendado del talento de un joven piloto con el que compitió y que corría donde le daban un volante. ¿Su nombre? Franco Colapinto. No le dejó escapar.

En una ocasión, contaba el propio Vowles, llegó de traje a la sede de Williams, se cambió allí, fue a Silverstone a probar el coche con el que iba a correr dos carreras en Dubai y Yas Marina, y volvió al despacho. Lo que se dice un hombre orquesta. Además, pilota helicópteros. Si Williams resucita finalmente, será gracias a individuos como como James Vowles. Carlos Sainz también lo piensa así.

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