Pérez frena en seco a Leclerc, Sainz sube al podio y el equipo Alpine es un gran desastre

La extraordinaria carrera de Checo Pérez dejó a Charles Leclerc con la miel en los labios. El mexicano, capaz de resistir los ataques del monegasco durante más de la mitad del Gran Premio de Singapur, se embolsó un triunfo vital para facilitar que Max Verstappen sea campeón del mundo el próximo fin de semana. Checo hizo honor al apodo de 'Ministro de Defensa', repelió con uñas y dientes los repetidos intentos de adelantamiento de la primera espada de Ferrari para desesperación de Leclerc y ganó una carrera loca en la que lo más tranquilo fue la salida. Fue ahí, precisamente, cuando el mexicano le arrebató la primera posición a Leclerc para no soltarla nunca más.

Por primera vez en mucho tiempo, Max Verstappen cometió un error garrafal en un fin de semana complicado para él. Si el sábado abortaba la última vuelta y partía como octavo, una muy mala salida este domingo le dejó duodécimo en el circuito de Marina Bay. A partir de ese momento, en una carrera con el circuito mojado, mucho espacio para el error y poco margen para adelantar, el campeón neerlandés sufrió de lo lindo. El líder tiró de la agresividad que le caracteriza para ir ascendiendo posiciones en la parrilla hasta que se topó con Fernando Alonso.

El asturiano, que firmaba un fin de semana sublime, era sexto y cerraba todas las posibles vías a Verstappen. Tras seis vueltas luchando codo con codo, solo un nuevo problema de fiabilidad de su Alpine provocó que el neerlandés le ganase la posición. Otra vez un problema en el motor que arruinó la carrera del español en la vuelta 21. Más tarde, también el Alpine de Daniel Ocon fallaría en la vuelta 28. La cara del asturiano era un poema.

Desastre de la escudería francesa por segunda semana consecutiva en el día que el piloto ovetense batía el récord de la Fórmula 1 con 350 carreras. "Vamos a hacer algo especial", le dijeron por radio al principio de la carrera. Lo especial sería que el Alpine rindiese al mismo nivel de su piloto. Era un día para que Fernando Alonso se asomase el podio y justo antes de la locura de los 'Safety Car' que convirtió el día en imprevisible, su Alpine dijo "basta". Además, tanto Lando Norris como Daniel Ricciardo acabaron cuarto y quinto respectivamente, por lo que McLaren adelanta a la escudería francesa en la lucha por el Mundial de Constructores.

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