¿Bebes y conduces? Estos son los efectos detallados que te provoca el alcohol como conductor
01/03/2025 01:00 AM
Conducir después de haber ingerido alcohol nunca es una buena idea. Un conductor bajo los efectos del alcohol se arriesga, más allá de las multas, a ponerse al volante con una serie de aptitudes completamente alteradas y que elevarían el riesgo de accidente.
Cuántas veces hemos escuchado el mantra de «si bebes, no conduzcas», y es algo que deberíamos respetar al dedillo. Sin embargo, sigue habiendo muchos conductores que a diario son objeto de pruebas de alcoholemia y que dan positivo, muchos otros que acaban implicados en algún incidente de tráfico, y muchos otros que no son cazados pero que siguen siendo un enorme peligro en la carretera.
De sobra es, o así debería serlo, conocido como el alcohol modifica nuestro organismo de tal forma que se vuelve completamente incompatible con la conducción segura. Ponerse al volante tras haber bebido alcohol eleva el riesgo de accidente de forma considerable, hasta el punto de estar implicado en España en uno de cada tres siniestros viales.
«El alcohol es una sustancia psicoactiva y altera las funciones psicomotoras y perceptivas, capacidades necesarias para conducir: la coordinación, la atención, la visión, la conducta, la toma de decisiones…», comenta Julio Pérez, asesor médico del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT.
España tiene un problema de alcohol y conducción.El problema del alcohol en las carreteras españolas
España sigue teniendo un problema con el alcohol y la conducción. Lejos de reducirse, se ha detectado un aumento del número de accidentes con víctimas en los que el alcohol estaba presente. En 2022, los 4.283 siniestros de este tipo supusieron elevar la cifra en un 20 por ciento respecto al 2018.
Según los datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, también se ha visto un aumento considerable de la presencia del alcohol en siniestros viales durante los últimos seis años, hasta el punto de que uno de cada tres conductores fallecidos en 2023 tenía alcohol en su cuerpo.
La situación es tal extrema que la DGT está estudiando rebajar la tasa máxima de alcoholemia en España para los conductores: de 0,5 a 0,2 g/l, una medida drástica que en otros países como Noruega o Suecia se detectó que funcionaba y que reducía la siniestralidad.
«Durante las últimas dos décadas hemos percibido una concienciación muy gradual y muy lenta en el problema del consumo de bebidas alcohólicas. Es una cuestión de conciencia y educación del ciudadano: hay una responsabilidad del conductor. El alcohol debería estar desterrado cuando se conduce», sostiene Jaime Gómez, teniente coronel de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Muy atentos a cómo altera tu comportamiento el alcohol al volante.Así afecta el alcohol al comportamiento del conductor
Conducir y haber bebido nunca es una buena combinación, y cuanto más se haya bebido, las consecuencias pueden ser mucho peores. Ya no solo te pones tú en riesgo, sino también a la gente inocente que te rodea en la carretera.
Existen una serie de efectos que pueden variar y potenciar el cómo nos afecta el alcohol, como el propio peso, la edad, la salud, el sexo, la cantidad y la forma de ingerir el alcohol, el tipo de bebida alcohólica o la combinación de estas con medicamentos u otras drogas.
En función de la cantidad de la cantidad de alcohol en sangre, se ven alteradas nuestras capacidades como ser humano: los movimientos, nuestra visión, nuestros tiempos de reacción, la percepción de la velocidad… Incluso habiendo bebido poco alcohol, el riesgo de accidente se incrementa:
0,2-0,5 g/l: inicio del riesgo
- Aumento de los tiempos de reacción.
- Infravaloración de la percepción de la velocidad.
- Problemas de coordinación.
- Comportamiento de tolerancia al riesgo.
- Deterioro del movimiento ocular.
- Primeros fallos en la toma de decisiones.
0,5-0,8 g/l: alarma, riesgo alto
- Aumento significativo de los tiempos de reacción.
- Peor percepción de las distancias.
- Reacción retardada general en los movimientos.
- Inicio de la impulsividad y la agresividad.
- Dificultades para ver las luces rojas.
- Alteraciones en la toma de decisiones.
0,8-1,5 g/l: conducción peligrosa, embriaguez importante
- Alteración grave de los tiempos de reacción.
- Deterioro de la atención y los reflejos.
- Problemas de coordinación.
- Comportamiento impredecible y más arriesgado.
- Deslumbramientos, visión túnel.
- Adopción de mayores riesgos.
1,5-2,5 g/l: conducción muy peligrosa, embriaguez total
- Alteración grave de los tiempos de reacción.
- Graves problemas de atención.
- Pérdida de control de los movimientos.
- Agitación psicomotriz.
- Deslumbramientos, visión doble.
- Toma de decisiones gravemente afectada.
+3 g/l: incapacidad para la conducción, inconsciencia
- Sin reacción al volante.
- Pérdida total de reflejos.
- Parálisis en los movimientos.
- Posible coma (+4 g/l).
- Visión anulada.
- Toma de decisiones anulada.
Multas por conducir borracho
En España, la tasa máxima permitida para conductores en general es de 0,25 mg/l en aire espirado o 0,5 gr/l en sangre, para conductores profesionales y noveles de 15 mg/l en aire espirado o 0,3 gr/l en sangre, y para menores de edad de 0,0 en cualquiera de los casos.
En el caso de verte sometido a un control de alcoholemia y dar positivo, te arriesgas a unas multas que no son nada pequeñas: 500 euros y la pérdida de 4 puntos en el carnet si das una tasa de 0,25-0,50 mg/l en aire espirado (0,15-0,30 para noveles y profesionales); o bien 1.000 euros y 6 puntos menos en el carné por dar más de 0,50 mg/l (más de 0,3 para noveles y profesionales).
Si eres reincidente, la multa es siempre de 1.000 euros y la pérdida de 4 o 6 puntos en el carnet, en función de la tasa que hayas registrado. Y ojo, porque existen dos situaciones en las cuales el conducir bajo los efectos del alcohol se considerara delito: al superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado o 1,2 gr/l en sangre, o si el conductor se niega a pasar un control de alcoholemia.
La lacra del alcohol en el coche, presente en la mitad de los accidentes mortales en EspañaLeer noticiaEn el primero de los casos, el conductor se arriesga a una pena de cárcel de 3 a 6 meses, a una multa de 6 a 12 meses, o a trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días. Además, se le retiraría el carné de conducir de 1 a 4 años. Si se niega a pasar el control, la pena de prisión sería de 6 meses a 1 año, así como la retirada del carné de 1 hasta 4 años.