BMW 430i Cabrio, a prueba: no dejemos morir a los descapotables

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A día de hoy, muchos nos preguntamos ¿qué ha pasado con los descapotables? Este tipo de carrocería más pasional y que nos dejaba conduciendo a cielo descubierto prácticamente ha desaparecido. Aunque hace un par de décadas tenían bastante presencia, en los últimos tiempos hemos visto cómo su oferta se ha reducido en más de un 40 %. Esto significa que muchos fabricantes han dejado de hacerlos y que apenas quedan unos 20 modelos de este tipo. Hoy estamos con el BMWSerie 4 Cabrio, uno de los más interesantes para los que busquen un tamaño medio y cuatro plazas.

El origen de este modelo se remonta a cuatro décadas atrás en el tiempo. Fue en 1983 cuando salió al mercado el primer Serie 3 Cabrio, el de la generación E30. Desde entonces, ha estado presente en todas las generaciones hasta la separación con el Serie 4 y ha incluido variantes deportivas. La principal novedad de la última es que se recuperaba la clásica capota de lona, un elemento que presume de ser un 40 % más ligero que el techo duro retráctil que tenía el anterior. Tiene un precio de partida de 62.700 euros y vamos a analizarlo al completo.

Exterior

Del polémico diseño del Serie 4 ya hemos hablado bastante. Lo más destacado es esa parrilla con los riñones de gran tamaño, que ganan altura y van en el mismo marco. Lo cierto es que en este modelo ya no me chirrían tanto y que la integración con el capó y con el logo me parece que está bien resuelta. También habría que mencionar en el frontal los faros LED rasgados o las generosas tomas de aire. Por no hablar del toque que aportan las llantas de 19 pulgadas, que tienen nuevos diseños y algunos de corte deportivo con la firma M.

Sin embargo, es un descapotable y probablemente su punto más diferencial sea la capota de lona que tiene. Ya dijimos que esta generación abandonaba el anterior techo duro retráctil y vemos una solución más ligera que mantiene la apertura eléctrica. Con este sistema podemos tenerlo descapotado en apenas 18segundos y se puede hacer la maniobra en movimiento siempre que no se superen los 50 km/h. Sin la capota su identidad es aún mayor y el diseño mejora.

Porque la zaga queda más estilizada, con unas formas rectas que le hacen justicia desde los reposacabezas hasta quedar rematada en el spoiler sobre la tapa de maletero. Ahí también queda integrada la tercera luz de freno y por debajo aparecen unos pilotos traseros LED que se parten con el portón. La parte inferior se ensancha gracias a un paragolpes de corte deportivo, con un difusor que hace contraste y que integra las salidas del escape, que por suerte, son reales en esta versión.

Sus dimensiones son como las del coupé y lo sitúan en un tamaño medio. Sería el descapotable pequeño de la marca, por detrás del Serie 8 Cabrio, pero aún así tiene unas medidas imponentes. Son nada menos que 4,77 metros de longitud, 1,85 metros de anchura y 1,38 metros de altura. La distancia entre ejes se queda en 2,85 metros para poder mantener la configuración de cuatro plazas.

Interior

El habitáculo del BMW Serie 4 Cabrio es tecnológico yrefinado a partes iguales, precisamente lo que se le pediría a un modelo de estas características. Si comenzamos por la parte de la tecnología, lo cierto es que vemos el mismo sistema que en otros ejemplares recientes de la marca.

El BMW Curved Display es su evolución reciente más marcada y permite el control de todo el infoentretenimiento. Se trata de un panel curvo que integra dos pantallas, una para la instrumentación y la otra para el resto de funciones. El sistema operativo es el más reciente, por lo que podemos esperar una rapidez elevada y una conectividad completa.

A la izquierda, por delante del conductor, se puede ver la instrumentación digital de 12,3 pulgadas. Es bastante llamativa y cambia su diseño en función del modo de conducción seleccionado. Se puede completar con un Head-Up Display de gran tamaño y a color. Por otro lado, en la parte central, está la pantalla táctil principal de 14,9 pulgadas que aglutina el resto de funciones.

Se puede controlar prácticamente todo, incluyendo la climatización, algo que no nos termina de gustar. En todo caso, sí que convencen el asistente personal inteligente, la realidad aumentada de los BMW Maps o la posibilidad de establecer accesos directos gracias a QuickSelect.

En términos de calidad, BMW no suele defraudar y en este modelo han puesto mucho empeño. La tapicería es más importante aún si cabe en un descapotable y en este caso se puede configurar el cuero en este marrón chocolate tan atractivo. Opcionalmente hay otras como la novedosa M Performtex y más cueros ampliados.

Pasa lo mismo con las molduras, con estas que imitan la madera y también otras de corte deportivo como las de aluminio o las de fibra de carbono. Convence el detalle de las aplicaciones de cristal CraftedClarity en el selector de marcha y la ruleta para controlar el infoentretenimiento.

Ya dijimos en el Serie 4 Cabrio es un cuatro plazas. Tiene una configuración 2+2 en la que sorprende el generoso tamaño de las plazas delanteras, aunque en la segunda fila salen a relucir sus carencias. El acceso es más complicado debido a la configuración de tres puertas, es mejor cuando se hace descapotado ya que se puede entrar totalmente de pie. Una vez dentro, destaca la anchura, pero el espacio para las piernas es muy muy justo para cualquier adulto y el de la cabeza insuficiente a no ser que se vaya a cielo descubierto.

Maletero

El maletero, sin embargo, no está nada mal para tratarse de este tipo de vehículo. Con el cambio a capota de lona ha salido ganando y ofrece una capacidad de 300 litros cuando va la capota plegada en su interior. También queda la opción de tener la capota puesta y aumentaría hasta los 385 litros, que es una medida similar a la que vemos en modelos compactos. 

Hay que tener en cuenta, que en el Serie 4 Cabrio tenemos un portón y no una puerta completa. Eso deja una boca de carga bastante estrecha que complica el cargar objetos voluminosos. También es difícil llegar al fondo del maletero, obligando al usuario a prácticamente meterse dentro. Ni hablar de abatir la segunda fila de asientos en este coche, así que su practicidad queda por debajo de la de la mayoría de coches.

Motor

La gama mecánica del BMW Serie 4 Cabrio es exactamente igual a la que vimos en el coupé y esa es una gran noticia. De hecho, nos ha sorprendido en varios aspectos. El primero es su extensión, pues contamos hasta siete versiones bien diferenciadas. El segundo es que se siga manteniendo el diésel en la gama, con cierto protagonismo al tener dos variantes con este combustible que va a la baja. La tercera es que muchos de ellos cuentan con la etiqueta ECO de la DGT gracias a integrar un sistema Mild Hybrid de 48 V en la transmisión automática. Porque eso sí, no vas a encontrar este coche con caja de cambios manual…

Como decíamos, muchos sabores para este descapotable, que arranca su gama con el 420i de cuatro cilindros y 184 CV, siempre con la tracción delantera. El 430i mantiene el cuatro cilindros, pero sube su potencia hasta los 245 CV y monta la tracción total. También aparece en el M440i xDrive, que tiene motor de seis cilindros en línea para entregar 374 CV. Entre los diésel, el 420d es del de cuatro cilindros y tiene 190 CV, mientras que el M440d xDrive es el de seis cilindros y alcanza los 340 CV. El tope de gama es el M4 Cabrio con sus 530 CV y prestaciones de infarto.

Comportamiento

Aunque no lo dijimos antes, nos hemos puesto al volante del BMW 430i xDrive Cabrio, una variante intermedia para los que quieran gasolina. Utiliza el motor de cuatro cilindros y 2.0 litros turboalimentado para conseguir 245 CV y 400 Nm de par, siempre ligado a la transmisión automática Steptronic de ocho velocidades y a la tracción total xDrive de la marca. Es ideal para aquellos que valoren unas prestaciones bastante buenas, manteniendo en todo momento la cordura que aportan los cuatro cilindros en cuanto a consumos.

Durante la semana de pruebas dejamos una media de 9 litros. Puede parecer elevado, pero no es mucho más de lo que homologa y no hay que olvidar su potencia o que lleva la tracción total. Tampoco que es capaz de conseguir números como una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y que su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. En su ficha técnica también chirría una cifra que no favorece al consumo y que es propia de un descapotable: el peso en vacío se eleva hasta los 1.840 kg, unos 150 kg que el coupé en la misma versión.

Sin embargo, es más importante tener en cuenta otros aspectos del BMW Serie 4 Cabrio como es el caso del aislamiento de su capota. Aunque aparentemente es de tela, está formada por varias secciones semi-rígidas que hacen que no tenga nada que envidiar a los techos duros retráctiles.

De hecho, cuando vamos capotados apenas se cuela el ruido del exterior y es difícil ver las diferencias respecto al coupé. Cuando vamos descapotados sí que entra ruido y aire, pero ayudan detalles como el paravientos que se puede montar en las plazas posteriores y que reduce las turbulencias causadas por el aire.

Esto consigue un confort en marcha muy elevado y nos deja claro cuál es la premisa principal de este descapotable. Lo podemos considerar más un gran turismo que un deportivo puro por eso y por otros detalles. Lo primero es que no tenemos reacciones extremas en ningún caso.

Hay varios modos de conducción, con los Eco Pro, Comfort, Sport y Sport Plus; además de una personalización muy destacada. Pero en ninguno de ellos llega a ser realmente deportivo, manteniendo siempre un punto de cordura. Con los modos cambian algunos aspectos como el tacto del acelerador, el ajuste de la transmisión o la dureza de la dirección.

Y una de las partes más positivas de este modelo es la puesta a punto del chasis. Se reconoce el tacto de BMW desde el principio y también se aprecia que tenga un centro de gravedad bajo. Es un vehículo muy estable con el que da confianza en vías rápidas. Tampoco desentona demasiado en tramos de curvas debido a una suspensión bien ajustada que no resulta nada incómoda. Incluso la dirección hace que estemos bastante conectados a lo que pasa en las ruedas. El conjunto hace que el 430i Cabrio sea un coche que dan ganas conducir durante tiradas kilométricas.

Opinión coches.com

El BMW Serie 4 Cabrio es uno de esos vehículos que guardan un aura especial en la actualidad. De esos que te giras a mirar si pasa por la calle y de esos que querrías mantener en tu garaje por puro capricho. Al fin y al cabo, nadie sabe si esta carrocería perdurará mucho más en el tiempo, ya que la tendencia ha sido a perder la mayoría de descapotables que había. Es un coche que apenas tiene rivales y cuyo carácter está muy marcado. Por diseño puede ser un poco polémico, pero su comportamiento une todas las opiniones al ser indudablemente exquisito y equilibrado.

Sin embargo, ya hemos dicho que es un coche de capricho. No todo el mundo se puede permitir un coche que sea poco práctico por sus plazas traseras, que tenga algunos materiales que desentonen en el interior o que tenga un precio elevado. De partida son 62.700 euros, pero una variante un poco más elevada como esta con un equipamiento completo se va hasta los 80.000 euros. Eso sí, siempre puedes visitar coches.com para encontrar las mejores ofertas de VN, además de opciones de financiación y vehículos en la modalidad de renting.

BMW 430i Cabrio
8Nota
Lo mejor
  • Estética atractiva
  • Aislamiento de la capota
  • Gama mecánica completa
Lo peor
  • Plazas traseras justas
  • Falta un puntito de deportividad
  • Precio al alcance de pocos
Diseño8.5
Habitabilidad7
Acabados8.5
Maletero7.5
Equipamiento8.5
Motor8.5
Comportamiento8
Calidad Precio7.5

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