Cómo Tesla hace negocios con la contaminación de otros fabricantes
Hoy a las 06:00 AM
Europa es claramente la región que más persigue la contaminación en el sector automotriz. Hay una normativa de emisiones de CO2 que cada vez es más estricta y que pocos llegan a cumplir. Para 2025 la media máxima de todos los coches vendidos por los fabricantes ha de ser 93,6 g/km. Es un salto importante respecto a los 115,1 gramos que tenían que cumplir este año y la multa asciende a 95 euros por cada gramo extra, multiplicado por los coches vendidos. Aunque hay otra solución que beneficia a terceros y con la que Tesla hace negocio.
Hay una cosa conocida como créditos de carbono que se dan a los fabricantes que reducen emisiones. Bien sea vendiendo eléctricos y ahorrando ese CO2 que llega a la atmósfera, bien con proyectos verdes para compensar su contaminación, se suele dan un crédito por cada tonelada de CO2 no emitida. Eso hace que Tesla encabece el ranking de créditos de carbono y pudo vender alrededor de 34 millones el pasado año. Ahora ha trascendido que por esta transacción con otras marcas se embolsó un total de 1.790 millones de dólares.
Los principales fabricantes que han comprado a Tesla créditos de carbono para evitar las multas han sido General Motors y Grupo Volkswagen, aunque también lo han llevado a cabo otras como Ford (a Volvo). La cosa es que el negocio es redondo para la firma de Palo Alto y podría volver a batir récords este próximo año. Se habla que en los tres primeros trimestres ya habían acumulado 2.070 millones de dólares con la venta de los créditos a distintos fabricantes. Una cantidad que ayuda a Tesla a mejorar sus cuentas.
La tendencia de esta marca de eléctricos es ascendente, con una ventas que siguen avanzando. Mientras tanto, la mayoría de fabricantes lo pasan cada vez peor con la normativa de emisiones que va haciéndose más estricta. Se ha hecho un cálculo que habla de 9.000 millones de dólares ingresados entre 2009 y 2023 por este concepto. Mientras tanto, Tesla sigue con margen de créditos para cumplir sus requisitos futuros y las marcas que siguen con la combustión están preocupadas por el próximo horizonte con los 49,5 g/km que entrarán en vigor en 2030.
Fuente: Reuters