Dos imágenes que demuestran por qué el dominio actual de China no es nada comparado con lo que está por llegar

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La industria china dispone de toda la materia prima que necesita, ya que domina mercados que son vitales.Freepik

China domina la producción de metales raros y cobalto, esenciales para la tecnología y los vehículos eléctricos. Pero los datos revelan que su control será aún mayor en el futuro, consolidando su posición en la transición energética global.

China no sólo lidera el mercado de los tierras raras y las baterías, sino que está consolidando su posición en la cadena de suministro global de minerales críticos, esenciales para las tecnologías del futuro.

Dos gráficos, uno sobre la producción de metales raros y otro sobre el control del cobalto, revelan cómo el dominio actual de China no es más que el principio de una hegemonía más profunda que podría marcar las próximas décadas.

1. El ascenso imparable en la producción de metales raros

Desde 1995 hasta 2023, la producción global de metales raros, esenciales para aplicaciones tecnológicas como imanes (para motores eléctricos, entre otras aplicaciones), baterías y sistemas de defensa, ha crecido de 75,7 a 353,7 kilotoneladas.

Durante este tiempo, China ha emergido como el actor dominante, pasando de producir 48 kilotoneladas en 1995 a 240 kilotoneladas en 2023, lo que representa más de dos tercios de la producción mundial.

El desafío para el resto del mundo será equilibrar esta balanza antes de que sea demasiado tarde.

Sin embargo, no se trata sólo de extracción. China también controla el 90 % del procesamiento de metales raros y casi el 100 % de los metales raros pesados, un paso esencial en la cadena de valor que ningún otro país ha logrado replicar a gran escala.

En 2023, reforzó aún más su posición al prohibir la exportación de tecnologías de separación de estos metales, un movimiento estratégico que asegura su control sobre la cadena de suministro.

Mientras otros países como Estados Unidos intentan reducir su dependencia a través de subsidios y contratos a empresas locales, la ventaja de China sigue siendo insuperable. La integración de extracción y procesamiento le otorga un control casi absoluto sobre un sector clave para industrias militares y tecnológicas, incluidas la automoción y las baterías.

China domina el mercado mundial de tierras raras de forma apabullante (izquierda). Además, su inversión en la República Democrática del Congo le permitirá controlar el mercado de cobalto. Imágenes: Visual Capitalist

2. Control del cobalto: el mineral del futuro

El cobalto, un elemento esencial en la fabricación de baterías de iones de litio, es otro ejemplo del dominio chino en minerales estratégicos.

En 2030, se estima que China controlará el 46 % de la producción mundial de cobalto, un aumento respecto al 43 % actual.

La República Democrática del Congo es el epicentro de la producción mundial de cobalto, responsable del 74 % del suministro global. Aunque muchas de las minas están en manos locales o de otros países, las empresas chinas controlan más del 50 % de la producción en la RDC y el 85 % en Papúa Nueva Guinea. Esto les asegura un flujo constante de materia prima, esencial para su liderazgo en la fabricación de baterías.

En un contexto donde la demanda de vehículos eléctricos (que ya consume el 40 % del mercado de cobalto) está en pleno auge, el control chino sobre este mineral estratégico garantiza su supremacía en la transición energética. Además, su capacidad para refinar y transformar estos materiales refuerza su ventaja competitiva.

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¿Qué significa esto para el futuro?

La combinación de control sobre la extracción, procesamiento y refinamiento de minerales críticos posiciona a China como un actor clave en el presente, pero además la convierte en el eje central de las tecnologías del futuro.

Mientras otros países intentan diversificar las fuentes y desarrollar capacidades locales, la integración vertical de China le permite no sólo satisfacer su propia demanda, sino también ejercer una influencia significativa sobre el acceso global a estos materiales.

Estas dos imágenes dejan claro que, aunque China ya domina, su liderazgo en minerales críticos apenas está comenzando a mostrar su verdadero potencial. El desafío para el resto del mundo será equilibrar esta balanza antes de que sea demasiado tarde.

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