El momento que transformó al Fernando Alonso egocéntrico en el mejor jugador de equipo
Ayer a las 10:00 AM
Fernando Alonso fue considerado durante años un piloto con tendencia a acaparar la atención de su equipo, al que tampoco tenía reparos en criticar públicamente. El propio protagonista habla de cómo y cuándo cambió la forma de ver las cosas.
El Fernando Alonso que conocimos durante su etapa en Renault, McLaren y Ferrari no es el mismo que luego vimos con fuera de la Fórmula 1 o a su regreso con Alpine y, posteriormente, Aston Martin.
El joven asturiano era un piloto que entendía la competición como una lucha constante, no sólo contra los rivales de otros equipos, sino también contra su propio compañero de garaje.
Sin embargo, el bicampeón del mundo evolucionó con la propia Fórmula 1, que ahora se ha convertido aún más en un deporte de equipo en el que los pilotos trabajan por el bien de la organización. Pero, ¿qué hizo que Fernando Alonso evolucionara hasta convertirse en el mejor jugador de equipo posible para Aston Martin?
«A veces tienes un coche que no está muy bien configurado y te diviertes mucho luchando contra esa debilidad del coche»
Fernando Alonso habla de su evolución personal
Cuando Fernando Alonso debutó en la Fórmula 1 en 2001, tenía apenas 19 años. Ahora, con 43 ya cumplidos, es evidente que la propia vida y la madurez han ido moldeando su carácter y forma de ver las cosas.
«Ha evolucionado, pero también porque evolucionas como ser humano y como deportista», reconoce Fernando Alonso en el podcast 'Así empecé'. «Te vas dando cuenta de la importancia del equipo con el tiempo. Cuando tienes 22 años sabes que tienes el equipo detrás, pero no sabes lo que hace cada uno y su importancia».
«Con la experiencia vas descubriendo historias personales, cada uno tiene la suya de superación y de cómo han llegado hasta ahí, y en Aston Martin somos 950 personas para dos coches, algo impresionante», admite Fernando Alonso.
La importancia de cada miembro de Aston Martin
La Fórmula 1 suele catalogarse como un deporte individual en el que cada piloto debe luchar por sus propios objetivos. Nada más lejos de la realidad, ya que estos forman parte de una organización formada por varios cientos de personas, a veces incluso más de 1.000.
El piloto es la estrella que más brilla, pero se limita a rematar el trabajo realizado por cientos de compañeros, tanto en el circuito como en la fábrica.
Fernando Alonso dice 'basta': "Necesito parar y cuidarme un poco"Leer noticia«Cada una de ellas tiene la misma importancia que yo, que soy la cabeza visible el domingo, cuando se enciende la televisión. Pero yo no puedo hacer el trabajo si cada tornillo del coche no está al 100 %, y de eso te das cuenta con el tiempo», argumenta Fernando Alonso.
«Ahora hemos fichado a Adrian Newey para el 2025, y te das cuenta de que rodearte del mejor equipo es fundamental para conseguir el éxito, son cosas que van evolucionando, y el trabajo en equipo es fundamental», reitera, ponderando la relevancia del conjunto sobre las individualidades.
Ganar no lo es todo
Fernando Alonso también ha valorado la importancia de los resultados en la motivación del piloto. Y, aunque es cierto que muchos sólo la encuentran si luchan por victorias, no es el caso de un Fernando Alonso al que la pasión por los coches le impulsa como ninguna otra cosa.
«No, no creo que el placer de conducir esté ligado únicamente al rendimiento. A veces llegas a un circuito o incluso a una pista de karts, y estás solo en la pista, no estás peleando con nadie. Y disfrutas mucho, tienes un muy buen día».
«A veces tienes un coche que no está muy bien configurado y te diviertes mucho luchando contra esa debilidad del coche. Así que creo que, a veces, se trata de superar el reto de lo que el coche es capaz de hacer, lo que produce satisfacción», afirma Fernando Alonso.
Fernando Alonso trabaja junto a uno de sus mecánicos en el garaje de Aston Martin«La adrenalina y la libertad de elegir qué hacer, a qué velocidad quieres acercarte a la curva, cuándo quieres frenar, 30 metros después, 30 metros antes. Todo ese tipo de decisiones que tomas por instinto es una sensación de libertad que creo que aumenta el placer de conducir cualquier coche. Así que no creo que esté relacionado con el rendimiento», reitera un piloto que hace más de 10 años que no gana una carrera en la Fórmula 1 y, sin embargo, sigue enamorado de ella.
«Y luego, comparando diferentes épocas de la Fórmula 1, los primeros años de la década de 2000 fueron los mejores coches para pilotar. Eran muy ligeros, muy reactivos», reflexiona a continuación retrotrayéndose a sus inicios en la categoría reina.
«La retroalimentación que obtienes del coche cuando tienes herramientas menos sofisticadas es mucho más pura que la que tenemos ahora, todo eso está un poco filtrado por toda la tecnología que tenemos. Así que sí, sigo pensando que esos coches eran más divertidos de pilotar», zanja.