Los despidos de Volkswagen no eran un farol, von der Leyen convoca a las marcas con urgencia
01/03/2025 01:00 PM
Las bajas ventas de coches eléctricos, las medidas por levantar la situación y el fin de la combustión en una década están ocasionando serios problemas a unas marcas que, después de un largo tiempo, se sentarán a hablar con los ejecutivos de Bruselas. Ahora, la señora von der Leyen quiere hablar, está viendo las orejas al lobo.
El próximo 28 de febrero, la factoría belga de Audi echará el cierre para siempre. Los cimientos de marcas tan fuertes y poderosas como Volkswagen o Mercedes se tambalean, las de Stellantis tampoco están muy boyantes y todas esperan a que llegue el final del primer mes de 2025 para conocer el montante total de la multa que tendrán que pagar por exceso de emisiones.
Este año, pocos han preferido cambiar créditos por ingentes cantidades de dinero para superar los excesos por emisiones de CO2, por lo que las facturas se antojan muy elevadas. Lo peor ya no es que tengan que pagar una cantidades realmente brutales, sino que más de una y de dos (marcas) han acabado sumidas en tan profunda crisis que todos los avisos previos que auguraban varios miles de despidos, y que no han llegado a materializarse, ya sí han calado en los responsables de Bruselas.
Tesla no pierde fuelle a pesar de que los eléctricos no levantan en Europa.Bruselas quiere hablar con los fabricantes, la situación se complica
Los que interpretaban estas señales como burdas excusas por parte de los fabricantes, han necesitado de apenas unas semanas para comprobar que las advertencias de Volkswagen eran más que ciertas. Por suerte, unos cientos de miles de empleados mantendrán sus puestos de trabajo, un eco que ha llegado hasta Ursula von der Leyen, que ahora sí está interesada en despachar con los fabricantes y los representantes de estos.
La primera gran reunión para un Ola Källenius que se hace cargo de ACEA, y que este mes de enero asistirá a una reunión para dialogar sobre el futuro de la industria automovilística europea. El pasado mes de julio, von der Leyen se mantenía inflexible en la decisión de levantar la prohibición de vender coches nuevos de combustión, incluidas furgonetas, después de 2035. Pero, los últimos acontecimientos en la industria alemana, le han hecho cambiar de parecer.
Los fabricantes la acusan de llevar a la ruina a empresas que cuentan con unas plantillas de nada menos que 13 millones de puestos de trabajo, una cifra más que respetable en el ámbito de la automoción, entre fabricantes de coches y proveedores, que merecen una reunión, especialmente ahora que se aproxima la fecha clave de las multas por exceso de emisiones.
Volkswagen no sale de una y se mete en otra, deja escapar datos muy sensibles de casi un millón de sus eléctricosLeer noticiaLas marcas también echan en cara a Bruselas una política estúpida, agravada por la crisis comercial que la región occidental mantiene con el gigante asiático, y del que por ahora no se sabe si se logrará un acuerdo entre las partes o tendrá que ser la OMC la que ejerza de juez en la disputa.
Luca de Meo, ya ex de la asociación europea de fabricantes, envió una carta el pasado mes de marzo, en el que dejaba clara su posición y las soluciones que contemplaba para problemas relacionados con los coches eléctricos y la industria automovilística moderna. Entonces no recibió respuesta, pero ahora la gran líder europea se ha visto obligada a maniobrar.
Reino Unido escuchará a los fabricantes para aliviar la presión sobre los coches de combustión, y Europa debería hacer lo mismoLeer noticiaLos coches son más caros, y emiten más, por culpa de Bruselas
La institución que dirige introduzca una decena de regulaciones anuales en materia de emisiones y seguridad, lo que encarece los coches mientras piden que sean más baratos, eficientes y tecnológicos. Se ha logrado el efecto contrario, los coches son más pesados y un 60 por ciento más caros, lo que ha favorecido más a los Premium frente a los generalistas, la edad media del parque ha envejecido de siete a 12 años...
Una reunión clave para la que ha esperado demasiado tiempo Bruselas. Porque, esta vez, ha sido la propia von der Leyen la que ha pedido la reunión, como ha confirmado en unas declaraciones al señalar que «Debemos apoyar a esta industria en la transformación profunda y disruptiva que se avecina. También debemos garantizar que el futuro de los automóviles siga firmemente arraigado en Europa. Por eso pedí un diálogo estratégico sobre el futuro de la industria automovilística europea».