Prueba Ford Explorer EV AWD, un eléctrico sofisticado diseñado para emocionar

Hoy a las 07:00 AM

¿Puede un SUV eléctrico ser emocionante y práctico a la vez? El Ford Explorer EV AWD combina un diseño llamativo, un excepcional rendimiento y una buena autonomía. Descubre si está a la altura de las expectativas.

Ford está pisando el acelerador en su electrificación y el nuevo Explorer 100% eléctrico no es solo un SUV, es una declaración de intenciones. Diseñado por y para Europa, este modelo quiere ser el nuevo referente en un segmento cada vez más competido. He estado unos días al volante del Ford Explorer Premium AWD, la versión tope de gama del eléctrico americano para ver si está a la altura de las expectativas.

El nuevo Explorer eléctrico hace referencia al emblemático SUV de gran tamaño que nació en los años 90. Aquel Explorer Plug-in Hybrid ha abandonado Europa y en su lugar llegó el Explorer de cero emisiones que protagoniza esta prueba con el que solo comparte denominación. Tomar el nombre prestado para dar más fuerza a un nuevo modelo en una jugada parecida a la del Mustang Mach-E y el icónico Mustang.

Para el nacimiento de este EV, Ford se ha asociado con Volkswagen. El Explorer guarda una estrecha relación con el ID.4 y comparte con él algunas características técnicas como la arquitectura modular eléctrica MEB y varios elementos de equipamiento. Se fabrica en Colonia, Alemania, y su carrocería mide 4.468 mm de longitud, 1.872 mm de anchura y 1.630 mm de altura.

Un SUV compacto que atrae las miradas por su estilo

Eso sí, el Explorer tiene su propia personalidad. El diseño exterior es una mezcla de robustez americana con un toque refinado europeo. Tiene una presencia que impone sin parecer ostentosa. La parrilla cerrada marca la pauta de su naturaleza eléctrica mientras que los faros LED matriciales la rodean unidos entre sí por una moldura negra.

Lateralmente las superficies planas y limpias siguen muy presentes, dejando como elementos protagonistas al pilar C en color oscuro y las enormes llantas de aleación de hasta 21 pulgadas. Detrás se mantiene el minimalismo y horizontalidad del frontal. En general, el crossover de Ford se siente más urbano que aventurero.

Un vistazo al Ford Explorer eléctrico

Por dentro, Ford ha hecho los deberes. El diseño del salpicadero es minimalista y sofisticado con una terminación en dos tonos y una buena sensación de calidad con muchos materiales reciclados. El volante tiene unos botones táctiles cuya respuesta deja mucho que desear y son incómodos de manejar, echarás de menos unos botones físicos.

En el habitáculo del SUV compacto contamos con muchos huecos y compartimentos donde dejar cosas, destacando la enorme consola central con 17 litros de capacidad. La pantalla central de 14,6 pulgadas es el alma del habitáculo. Puedes ajustarla en ángulo, lo cual es una característica inusual. Si la pones en su posición más vertical queda al descubierto un compartimento secreto que Ford le ha puesto el nombre de «My Private Locker».

El sistema multimedia SYNC Move es rápido, intuitivo y compatible con Android Auto y Apple CarPlay sin cables. Incluye un navegador con planificador de viajes para coches eléctricos, de esta manera las rutas se adaptan a las circunstancias indicando datos como la disponibilidad de carga en tiempo real.

Para el eléctrico de la marca del óvalo hay dos niveles de acabado, base y Premium. La unidad de pruebas era el tope de gama e incluye asientos calefactados con masaje lumbar, un sistema de sonido B&O con 10 altavoces y subwoofer, cargador inalámbrico para smartphones o iluminación ambiental con 10 colores. También lleva un cuadro de instrumentos es digital que recurre a una pequeña pantalla de 5,3 pulgadas heredada de Volkswagen y que proporciona un información básica.

Los datos de conducción se pueden complementar con un head-up display que está en la lista de opcionales, al igual que el asistente de estacionamiento Active Park Assist o la cámara de 360º. La bomba de calor también es un extra y cuesta 1.300 €. Teniendo en cuenta el coste del vehículo me resulta sorprendente que no venga de serie, al menos en el Premium.

Las plazas traseras son suficientemente espaciosas para que tres adultos viajen sin agobios. La ausencia de un túnel central mejora la comodidad y las salidas de aire dedicadas para los ocupantes traseros son un punto a favor. También hay tomas USB, bolsillos tras los respaldos delanteros y un reposabrazos abatible.

El área de carga del Explorer está bien resulta. El maletero tiene 470 litros, un volumen notable para este segmento. El espacio está bien rematado, hay ganchos y cintas, también una toma de 12 V e incluso el suelo se puede colocar a dos alturas. Una compuerta en el banco trasero permite llevar objetos de gran longitud y si hace falta más se pueden abatir los asientos en proporción 60:40. A diferencia de otros eléctricos, este SUV no tiene maletero delantero.

Gama, comportamiento y autonomía del Ford Explorer EV

¿Qué ofrece este coche eléctrico en el apartado dinámico? Hay que mencionar que la gama española del Ford Explorer EV está compuesta por tres versiones. Las dos primeras son de propulsión trasera y hay una con una batería de 52 kWh y otra de gran autonomía con una batería de 77 kWh que es capaz de homologar más de 600 km de autonomía.

La versión más costosa y prestacional, que es la que he conducido, propone tracción total y cuenta con una potencia de 340 CV. El Ford Explorer AWD es sorprendentemente rápido. Pasa de 0 a 100 km/h en unos fulminantes 5,3 segundos, pero lo que realmente impresiona es la entrega de potencia instantánea. Los adelantamientos son pan comido.

Esta versión homologa 566 km en el acabado base. El acabado Premium, que lleva ruedas más grandes y más peso por el mayor equipamiento se queda en 532 km en ciclo WLTP. Durante la prueba la autonomía real ha rondado los 450 km haciendo recorridos variados y una conducción principalmente tranquila. El consumo se ha sido en torno a los 18 y los 19 kWh/h 100 km.

La batería de tipo NCM, fabricada por el especialista CATL, es la más grande toda la gama del SUV eléctrico al tener 79 kWh de capacidad. Esta versión AWD propone un cargador de a bordo con una potencia de hasta 185 kW, lo que significa que puedes recargar del 10% al 80% en unos 26 minutos.

La realidad con los eléctricos es que al llegar al punto de carga la potencia puede ser mucho menor de lo anunciado dependiendo de las condiciones y la temperatura de la batería. Con el Explorer no hay sorpresas. Un apartado del sistema de infoentretenimiento permite activar la calefacción de la batería e indica en tiempo real cuál es la potencia máxima a la que cargaría el coche en ese momento. Me ha parecido muy útil.

A pesar de compartir la misma base, Ford ha conseguido dotar al Explorer de un mayor dinamismo que Volkswagen ID.4. La dirección tiene buen tacto y la suspensión goza un buen equilibrio entre firmeza y confort así que en curva se siente ágil. El pilar A tiene una base gruesa y en algunos giros entorpece un poco la visión, quizá habría sido mejor idea anclar los retrovisores exteriores en la puerta y no en el pilar.

Los modos de conducción Eco, Normal, Sport, Individual y Tracción modifican varios parámetros para adaptarse a las necesidades del conductor. El programa Tracción es exclusivo del Explorer AWD y sirve para mejorar el agarre en superficies deslizantes. A pesar de su nombre aventurero, el Explorer no está pensado para grandes dificultades fuera del asfalto pero tiene un uso versátil gracias a su buena autonomía, espacio y equipamiento.

¿Cuánto cuesta el Ford Explorer AWD Premium?

El modelo de acceso del Explorer eléctrico está a la venta desde 39.876 € incluyendo los descuentos por financiación. En el polo opuesto está la versión tope de gama: con la batería más grande, el equipamiento completo del acabado Premium y la tracción total, el Ford Explorer AWD Premium está a la venta por 52.458 €. Un precio notable en el que, recordemos, no está incluida la bomba de calor y algunos otros elementos, que se pagan aparte. No conquistará por precio pero sí puede resultar convincente por su personal diseño, una autonomía destacada y sus magníficas prestaciones.