Prueba Renault Symbioz E-Tech Full-Hybrid: práctico, cómodo y muy aparente

Hoy a las 12:00 PM

Renault ha dado un golpe sobre la mesa y ha creado una gama de modelos todocamino llamativos en lo estético y muy prácticos en todo lo demás. Nosotros hemos podido poner a prueba al Symbioz junto a su mecánica Full Hybrid de 145 CV. Posiblemente, una de las opciones más recomendables para muchos usuarios.

Renault le ha dado una importante vuelta de tuerca a toda su gama de modelos. Desde la llegada del nuevo CEO del Grupo Renault, Luca de Meo, mucho ha cambiado en su forma de ejecutar. Tanto es así que sus modelos todocamino ahora reinan la oferta de productos de forma notable, pero también una dinámica realmente bien conseguida y junto a unos consumos de combustible ínfimos gracias al uso de mecánicas híbridas.

Como bien es conocido, la gama SUV de Renault actualmente se compone por seis modelos bien diferenciados. Por tamaño o accesibilidad sobre sus precios quedarían de la siguiente manera: Captur, Symbioz, Arkana, Austral, Espace y Rafale. Todos y cada uno de ellos cuentan con mecánicas híbridas de mayor o menor protagonismo. En nuestra sección de pruebas hemos podido testar todos y cada uno de ellos, aunque hoy nos centraremos únicamente en el Symbioz.

Así es el Renault Symbioz

El Renault Symbioz es un modelo que se coloca como una carrocería totalmente nueva en la compañía. A grosso modo se podría decir que estamos ante un Captur de carrocería alargada, con todo lo que ello implica en materia de espacio interior. Pero el modelo no es sólo una versión extendida del SUV más accesible, sino que cuenta con muchos aspectos propios, así como una personalidad particular.

En términos de diseño puro, no cabe duda de que el Symbioz va de la mano del Captur en cuanto a líneas estéticas. Su frontal se podría decir que es prácticamente calcado entre sí. La parrilla frontal fina y muy alargada, con el emblema del rombo en el centro, le da un plus de personalidad, ya que esta se une y da continuidad a los propios faros LED delanteros. Del mismo modo, los extremos del parachoques incluyen una firma lumínica diurna muy característica y en formato vertical.

Mirando ahora su perfil, el SUV galo presenta una carrocería muy próxima a lo ya conocido en el Renault Captur, aunque convenientemente alargada para contar ahora con una mayor practicidad en el día a día, tal y como hemos mencionado anteriormente.

El Symbioz tiene las siguientes cotas: 4.413 mm de longitud, 1.797 mm de anchura y 1.575 mm de altura. Su distancia entre ejes es de 2.638 mm, una cota que, como bien sabemos, es directamente proporcional a su espacio interior (especialmente en las plazas posteriores y el maletero).

La zaga, por su parte, también cuenta con elementos propios y muy alejados de lo visto en su hermano. Sus grupos ópticos ofrecen ahora un diseño tipo triángulo, aunque en un formato bastante fino y estilizado. En su interior se inserta la nueva firma lumínica LED.

Se podría decir que el conjunto de esta zona es bastante minimalista, ya que no presenta elementos rimbombantes o demasiado exagerados. Sólo destaca el nombre del modelo de gran tamaño, así como un bajo parachoques muy robusto y terminado en plástico negro. Por último, destacar el diseño de sus llantas, las cuales pueden ser de entre 17 y 19 pulgadas. Su carrocería se puede decorar en un total de 20 combinaciones diferentes.

Un interior realmente bien rematado

El habitáculo del Renault Symbioz no guarda sorpresas con respecto a lo ya conocido en la compañía gala. La mayoría de ensamblajes son realmente sólidos, mientras que la calidad de la totalidad de elementos es bastante adecuada. Hay que resaltar que tanto el salpicadero como la zona superior de las puertas están forradas de un tapizado con acolchado, lo que genera una mejor sensación de calidad.

Cuenta con una consola central flotante donde se ubica la palanca de cambios. Esta última, no obstante, no me ha parecido que tenga una firmeza correcta, sino que da la sensación más bien de tacto a plástico. Creo que debería mejorar en este aspecto. Pese a este detalle, su diseño es bastante atractivo y va en consonancia con el resto de elementos decorativos.

Los botones insertados en el volante sí que tienen un buen tacto de pulsación. A través de estos se podrán personalizar los menús de la instrumentación digital de 10,3 pulgadas. Junto a esta, precisamente, se acopla la de información y entretenimiento central de 10,4 pulgadas con diseño vertical.

De esta última, concretamente, hay que mencionar que incluye el sistema operativo firmado por Android Automotive 12, el cual funciona realmente bien. Sus gráficos son muy fluidos y las aplicaciones que en él se incluyen están las conocidas por todos, como Google Maps o Spotify, entre otras muchas. Tanto es así que no echaremos de menos conectar el smartphone personal al coche para este tipo de usos, salvo para poder realizar acciones como hablar por teléfono.

Como decimos, el resto de elementos están muy bien acabados y tienen un tacto muy bueno. El Renault Symbioz también aprueba con buena nota en términos de comodidad y espacio interior. Los pasajeros de la fila delantera tendrán un gran confort de viaje, así como los que se acomoden en las filas traseras, pues el espacio aquí será notable tanto para la cabeza como para las piernas.

Finalmente, mirando su hueco de carga, el Renault Symbioz presenta un maletero realmente generoso, pues cuenta con 434 litros de volumen mínimo. En caso de precisar más, la segunda fila se puede desplazar horizontalmente, con lo que esta cifra ascenderá hasta los 548 litros. También se podrá abatir (en formato 40:60) para lograr así un máximo de hasta 1.582 litros.

Mecánica y precios del Renault Symbioz para España

Al contrario que la mayoría de modelos de la firma francesa, el Renault Symbioz ofrece una única alternativa mecánica. Esta no es otra que la denominada como «E-Tech Full Hybrid» con 145 CV de potencia total combinada. Esta variante que también se encuentra en otros modelos de la gama, como el Captur o el Clio, por ejemplo, goza de un motor de combustión de cuatro cilindros, 1.6 litros de cubicaje y 95 CV.

A este se le une un sistema eléctrico formado por dos motores eléctricos, de 49 y 20 CV de potencia, los cuales están alimentados por una batería de 1,2 kWh de capacidad bruta. Esto, por supuesto, le permite realizar desplazamientos en modo 100% eléctrico, con el consiguiente ahorro de combustible.

Concretamente, el Renault Symbioz homologa un consumo medio combinado de 4,6 litros a los 100 km. Además, presenta una media de emisiones de 105 gr/km y la adopción de la siempre ansiada etiqueta ECO de la DGT.

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Junto al acabado de acceso («Evolution»), el Renault Symbioz parte en España desde 29.626 euros, sin incluir ayudas o descuentos disponibles. Además de este mencionado acabado, el catálogo cuenta con otros tres niveles por encima: «Techno», «Espirit Alpine» e «Iconic». Como mera referencia, el escalón más elevado en cuanto a equipamiento base se alcanza con el «Iconic» y tiene un precio de partida de 34.906 euros.

Prueba de conducción

Tras los mandos del Renault Symbioz hay que decir que apenas hay sorpresas. El SUV francés da justo lo que se espera de él: comodidad, practicidad y ningún tipo de aspaviento cuando se trata de realizar una conducción eminentemente tranquila. Todo esto lo cumple con un más que merecido sobresaliente. No obstante, hay que admitir que puede llegar a ser un coche no tan apto para todo tipo de personas, sino más bien para los que se centran en las virtudes anteriormente mencionadas.

Ciertamente no es un coche con el que ir de tramo por una carretera de montaña a buscar «diversión». Esto es algo que ya se debería dar por hecho, pues ni es un deportivo ni tampoco aspira a serlo. Sin embargo, esta es una virtud que sí se encuentran en otros SUV híbridos de la marca. Pese a ello, su interés es más bien el campo del confort y la comodidad a bordo y sobre cualquier tipo de asfalto o vía.

Las amortiguaciones del Renault Symbioz son bastante suaves de tarado. Esto hace que se pueda merendar las imperfecciones del asfalto con cierta tranquilidad y sin que esto tenga una consecuencia en su interior. Sin embargo, la física existe y esto será una virtud siempre y cuando no nos adentremos en carreteras de curvas sinuosas, pues aquí la carrocería tenderá a balancear quizás más de lo que nos gustaría.

Por otro lado, el aislamiento acústico del habitáculo está razonablemente bien logrado, pues no se oye casi en absoluto el ruido de rodadura o el mecánico. No obstante, sí se dejará oír con cierto hincapié el aerodinámico cuando se circula por autopista a altas velocidades. Aunque tampoco al punto de resultar demasiado molesto, sino más bien perceptible.

La rumorosidad de su bloque de combustión se dejará oír especialmente cuando requiramos de más aceleración y pisemos más a fondo el pedal derecho. En ese caso, el motor se revolucionará más y sí será notable su ruido en el habitáculo. Pese a ello, pocas veces podría pasar esta situación, ya que su sistema de 145 CV son más que suficientes para una conducción eminentemente tranquila y cotidiana.

El sistema mecánico se nota que donde más cómodo se siente es en desplazamientos sobre las grandes ciudades. El modelo francés circulará buena parte del trayecto en modo 100% eléctrico, especialmente cuando la velocidad sea baja. En caso de encenderse el bloque motor térmico, este apenas será perceptible, tendrá un funcionamiento bastante desapercibido y, por lo general, estará apoyado en el sistema eléctrico.

En vías rápidas sucederá más o menos lo mismo. A una velocidad sostenida y constante, el modelo tenderá a funcionar con el motor de combustión, pero el eléctrico será el culpable de que entre en funcionamiento el conocido como «efecto vela». Este hace que al soltar el acelerador en bajadas o en rectas el bloque de gasolina se desconecte y, aún así, mantenga la velocidad con el consiguiente ahorro de combustible.

Con ello, el consumo medio de combustible en vías urbanas será realmente escueto, pues lo normal será ver cifras que rondarán los 4 litros a los 100 km de media. Lo mismo sucederá en rondas de circunvalación, donde la velocidad no sea elevada. Sin embargo, a la hora de salir a la autopista y vías rápidas, esta cifra crecerá hasta situarse en unos 6 litros a los 100 km de media.

Una de las cosas que más me ha gustado tanto en este coche como en otros Renault que he podido probar anteriormente, es su botón «My Safety», el cual se ubica a la izquierda del volante y, con una mera pulsación doble, se podrán desactivar los pitidos o alertas por lo general innecesarias que incluyen todos los coches nuevos a día de hoy. Sobre estos tediosos pitidos pude hablar largo y tendido en este otro artículo.