Renault sobrevivió a perder 40 millones al día, pero Europa le prepara otro golpe (y no será el último)
01/03/2025 11:00 AM
Brutales. Así se pueden calificar los detalles conocidos en las últimas confesiones realizadas por Luca de Meo de la marca francesa. El jefe de Renault ha revelado las grandes pérdidas que generó la pandemia del Covid-19, a diario, apuntando a una situación actual casi igual de difícil y con grandes reveses por delante.
Se acaban de cumplir cinco años desde que Luca de Meo accedió al trono de Renault. La marca del Rombo se encontraba en una delicadísima situaciones financiera, casi ruinosa a consecuencia de una estrategia que Carlos Ghosn dejó. Considerado un gurú, el legado con el que se encontró el italiano fue realmente dantesco, obligando a hacer recortes para dar la vuelta a una situación insostenible.
La prioridad del volumen, de ser la marca número uno en unidades vendidas y la última en ingresos, casi terminan con uno de los fabricantes más reconocidos en la industria, un palo del que no sólo ha sabido reponerse, sino que también ha apostado por los coches eléctricos a lo grande, explotando un diseño retro y cuyos resultados ya se hacen notar en el nuevo Renault 5.
El Renault 5 es un eléctrico muy llamativo y pronto dirá si un éxito o no.El Covid-19 fue un palo para Renault y ya espera otro igual de fuerte
Pero la llegada de Luca de Meo vino acompañada de una de las mayores crisis a las que se ha enfrentado la industria y toda la población mundial: la pandemia del Covid-19 fue una verdadera guerra mundial con millones de bajas, y que para Renault fue un desastre. Así lo ha definido de Meo en una entrevista, en la que ha revelado detalles tan interesantes como desconocidos hasta la fecha.
El italiano ha confesado que supo de las enormes pérdidas de Nissan poco después de su llegada, al encargar una auditoría y detectar un agujero de nada menos que 7.400 millones de euros en el primer semestre de 2020, apuntando que «Nunca se pueden predecir los contratiempos, pero tuvimos la suerte de que ya atravesamos un valle profundo justo antes de la crisis del coronavirus: a principios de 2020 estábamos teniendo pérdidas de 40 millones de euros al día. Todos los días, incluidos fines de semana y días festivos».
«Pudo haber sido peor pero logramos parar la sangría a tiempo, recortando antes de que llegara el gran golpe»
Renault se ha recuperado de ese tremendo bache pero, ahora y como todas las marcas, se acaba de estrenar el nuevo año 2025 y ya están inmersos en una situación que, en absoluto, es excepcional. Los nuevos límites de emisiones de CO2 más estrictos que Europa ha impuesto -el promedio máximo para toda la gama es de 94 g/km- supondrá un desembolso extra de 16 millones de euros al año, apunta de Meo.
Y éste solamente ve pocos caminos para que la historia no se repita. La primera es vender más coches eléctricos con descuentos agresivos que, dicho de otra forma, supone tirar los precios tanto que las marcas renunciarían al margen de beneficio y los clientes al valor residual si estos se deshacen de los coches.
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Otra opción son los créditos por emisiones de CO2, es decir, pagar a otras marcas de coches especializadas en coches eléctricos y cuyos niveles de emisiones son cero. de Meo no está de acuerdo con los precios de derribo pero tampoco con el «Pooling», con una clara puya a Stellantis y Leapmotor: «Parece políticamente difícil vender que los fabricantes de automóviles europeos transfieran miles de millones a marcas chinas, acusadas de inundar el mercado europeo con coches eléctricos baratos».
Así las cosas, la opción es dejar de fabricar motores de combustión, pero el italiano sabe que las multas por emisiones de CO2 no cesarán, sino que se buscarán otra para seguir apabullando a los fabricantes, quien ha señalado que supondría que, «de la noche a la mañana, todos los fabricantes europeos dejasen de fabricar 2,8 millones de coches, lo que equivale a cerrar diez fábricas», añadiendo que «todavía no he conocido al primer político que quiera asumir la responsabilidad de esto».