¿Sería factible aprender a conducir con los padres y no con un profesor de autoescuela?
01/17/2025 05:00 AM
Hace poco se abrió un debate que podría cambiar la forma en la que aprendemos a conducir. Por todos es sabido que para sacarse el carnet de conducir hace falta pasar una prueba teórica y otra práctica. En la práctica se adquieren las habilidades necesarias al volante, siempre estando acompañado por un profesional. Sin embargo, ahora habla sobre si sería factible aprender a conducir con los padres y no con un profesor de autoescuela. Es una medida que está presente en otros países y que podría ser interesante.
Al menos, así lo cree la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), que ha examinado el sector y sacado algunas conclusiones. Han visto que las barreras a la competencia son elevadas, pues en España solamente las autoescuelas autorizadas pueden enseñar a conducir. Tiene sentido por el hecho de preservar la seguridad vial, pero también tienen como desventajas la falta de transparencia y acceso a información. Los alumnos no conocen datos como la tasa de aprobados del centro ni puede realizar las gestiones con la DGT.
Por no hablar de que hay más demanda que capacidad para realizar los exámenes de conducir y el sistema no siempre es justo. Por eso, la CNMC propone flexibilizar el aprendizaje de la conducción con esa polémica medida de introducir la conducción acompañada con tutores no profesionales. Se habla de otras medidas como reducir las barreras a la actividad de las autoescuelas, facilitar el acceso a la profesión o mejorar la gestión de los exámenes. Por no hablar del tema que mencionamos anteriormente de fomentar la transparencia y el equilibrio competitivo.
Lógicamente, estas propuestas han tenido su repercusión y la CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas) ha dejado claro su punto de vista al respecto. Según ellos, algunas medidas comprometería gravemente la seguridad vial y la calidad de la formación de los conductores. La conducción acompañada por tutores no profesionales como los padres aumenta el riesgo de tener accidentes. No por la falta de experiencia, que también, sino por el hecho de no tener vehículos con doble mando con los que actuar a tiempo.
Este tipo de coches en los que se pueden controlar los pedales también desde el puesto del copiloto son clave para intervenir de forma inmediata ante cualquier situación peligrosa. Esta situación también podría empeorar la tasa de aprobados, pues esos tutores no sería especialistas en enseñanza vial como los profesores de autoescuela. En cuanto a la tasa de suspensos actual, afirman que es un problema estructural y no de formación. Señalan directamente a las Jefaturas de Tráfico como responsables y su falta de examinadores, aunque hay más.
Afirman que las autoescuelas son «instituciones de formación integral en seguridad vial» y que su tarea es vital en el desarrollo del conductor. Sin esa figura se podría debilitar seriamente la profesionalidad del sector y comprometer la calidad de la formación vial. Bajando las barreras se podría dar un mercado desregulado y fragmentado en el que priorizaría el beneficio económico sobre la calidad del servicio. Con este enfrentamiento queda abierto un melón que puede que nos deje cambios en los próximos años.