
SYM ADX 300, probamos el nuevo integrante de la familia crossover

04/16/2025 11:51 AM
El de 2024 fue año muy especial para la firma SYM, tanto en el plano emotivo como en el comercial. El fabricante taiwanés, cuyas siglas atienden al nombre completo de Sanyang Motor, inició su actividad en 1954 en la ciudad de Taipei, por lo que en el curso pasado cumplió nada menos que 70 años. Además, su vinculación con España también alcanzaba la efeméride de su vigésimo aniversario presente en nuestro país, gracias al papel como importador del grupo Motos Bordoy. De esta forma, SYM es ya una marca bien asentada y reconocida en nuestro territorio, como lo demuestran las 12.681 unidades matriculadas en el curso 2024. La gran mayoría de ellas (11.184, en concreto) pertenecen a ventas a particulares, lo que supone una cifra récord para la marca asiática en España y que la sitúan como la cuarta marca dentro del segmento de los scooters. SYM ADX 300 Varias son las razones de este rumbo positivo, como la garantía de 5 años que incluyen todos los modelos de SYM, la red de concesionarios bien gestionada y una imagen de marca consolidada frente a las nuevas propuestas que han surgido en el mercado europeo en los últimos años. Otra de las claves, la encontramos en una amplísima gama que comprende una veintena de modelos, con las que abarcan múltiples tipologías, cilindradas y necesidades de uso. Uno de los últimos nichos en los que se ha adentrado SYM es el de los scooteres crossover; ya sabéis, esos que importan el concepto de los SUV automovilísticos a las dos ruedas, y que consiste en adoptar una estética "todo terreno" pese que en el fondo es un vehículo pensado para circular principalmente por carretera y en ámbitos urbanos. SYM se sumó a esta tendencia hace un par de años con el ADX 125, y de cara a 2025 la familia espera multiplicarse con el lanzamiento del ADXTG 400 en los próximos meses y con la llegada, ya efectiva, del ADX 300. SYM ADX 300 Adaptación al medio Para la creación de este nuevo scooter, SYM ha partido de las plataformas motrices y ciclísticas de otros trescientos de su gama como el Joymax y Maxsym 300, aunque con los cambios pertinentes para asumir sus características crossover. El bastidor mantiene su estructura multitubular en acero pero con una arquitectura ampliamente reformada, sobre todo en la zona del puente central, con el objetivo de incrementar la rigidez y mejorar el aplomo en este ADX de mayor altura que sus hermanos urbanitas -el asiento se sitúa a 790 mm del suelo, unos 20 mm más que los otros dos-. La suspensión delantera se confía a una horquilla convencional sujeta a la columna de dirección por una tija simple, y no de tipo doble como la del ADXTG 400, mientras que detrás encontramos una pareja de amortiguadores ajustables en precarga. En ambos casos, el recorrido crece hasta los 125 mm, delante y los 120 detrás, mientras que las ruedas apuestan por llantas de aleación de 15/14 pulgadas (delante/detrás) y neumáticos CST con dibujo "campero". Con respecto a los frenos, el ADX 300 confía en un disco delantero de 260 mm mordido por una pinza de cuatro pistones y anclaje radial. Detrás, el disco es de 240 mm y la pinza de dos pistones, y en ambos casos están controlado por un sistema de ABS Bosch de doble canal pero sin opción de desconexión. SYM ADX 300 Cilindrada media La planta motriz ha sido modificada en sus puntos de anclaje conforme al bastidor personalizado del ADX 300, aunque el grupo térmico mantiene la base vista en otros SYM. Se trata de un monocilíndrico de 278 cc, con distribución SOHC, cuatro válvulas, refrigeración líquida, transmisión por variador constante y homologación Euro5+. Declara un rendimiento de 26 CV y 26 Nm de par motor, y destaca por la incorporación de un sistema de control de tracción que se puede desconectar si nos toca circular por pistas de tierra. El cuadro de instrumentos recurre a una pantalla TFT a color de siete pulgadas, que permite escoger entre tres modos de presentación de la información. Otros detalles del equipamiento del ADX 300, los encontramos la iluminación LED, la inclusión de caballete y cubremanetas de serie, y la llave de proximidad Smart Key que desbloquea automáticamente la leva giratoria central, desde la cual podemos poner el contacto del motor, manejar la apertura del asiento y el acceso al tapón de gasolina. En este enlace podéis ver la ficha completa del SYM ADX 300. SYM ADX 300 Symplicidad El ADX 300 destaca por el excelente funcionamiento de sus apartados esenciales, esto es, los responsables del dinamismo general del conjunto tales como el motor, el chasis y las suspensiones; porque, también es verdad, que en materia de gadgets electrónicos se aprecia una configuración más bien simple. El cuadro de instrumentos, por ejemplo, destaca por su gran tamaño y la buena disposición de la información, con dígitos grandes y organización clara, aunque salvo los tres modos de presentación seleccionables no hay mucho más margen a la personalización. Los botones para su manejo se encuentran en la propia pantalla, y no en las piñas, pero en el fondo tampoco hay muchas opciones para escoger; el odómetro, un parcial, la pantalla para desactivar el control de tracción y ya está -se echa en falta algún indicador de consumo-. SYM ADX 300 Tampoco hay posibilidades de ajustar el parabrisas ahumado ni la posición de las manetas, y la toma USB se encuentra dentro de la guanterita en el lado derecho del escudo frontal -con tapa sin cerradura-, por lo que queda un tanto alejada del manillar para quien quiera usar el móvil como navegador -el cuadro de instrumentos tampoco tiene sistema de conectividad, una solución en la SYM está trabajando de cara al futuro-. En cualquier caso, esta "symplicidad" de equipamiento es lo que permite que el ADX 300 esté disponible a un atractivo precio de 4.599 euros, incluyendo un año de seguro y garantía de cinco años -está disponible en colores blanco, negro y gris-. Funcional En general, hay que reconocer que la marca taiwanesa ha sabido calibrar muy bien la dosis de genética "crossover" del ADX 300, patente en su atractiva y deportiva imagen, pero manteniendo la funcionalidad necesaria para un vehículo que será usado principalmente en la ciudad y sus alrededores. Por ejemplo, el hueco bajo el asiento resulta bastante apañado en comparación con otros scooteres crossover, por lo que este SYM acoge sin mayores problemas un casco integral y algún objeto más. Por cierto, que la marca trabaja ya en la disponibilidad inminente de varios baúles, incluyendo uno de formas angulosas al estilo "adventure". El puesto de conducción también es un ejemplo de este compromiso entre confort y postureo trail, con un manillar que parece campero pero que resulta bastante bajo y cerrado de puntas, como en un scooter convencional; y también disfrutamos de un asiento que se sitúa a 790 mm milímetros del suelo y que propone un mullido de excelente confort. SYM ADX 300 Pensad que en este tipo de scooteres crossover las ruedas suelen comer espacio al cofre bajo el asiento, y en éste se suele sacrificar volumen del espumado para no incurrir en una altura excesiva. Así mismo, los pies encuentran espacio holgado en las anchas plataformas y sin que las rodillas tengan que ir muy flexionadas, aunque al estirar las piernas pronto nos toparemos con la limitación del escudo, ancheado en esa zona para dar cabida al radiador. He aquí otro "beneficio" de los SUV de dos ruedas… SYM ADX 300 Confiable En verdad, la configuración crossover del ADX 300 sí tiene ventajas dinámicas frente a otros modelos, como sus propios hermanos Joymax y Maxsym, y se deben principalmente al mayor recorrido de las suspensiones, que suponen un plus de confort, control y confianza en firmes irregulares. Y no nos referimos tanto a posibles vías sin asfaltar, sino más bien a esas proliferantes calles urbanas que, entre badenes, bandas rugosas, grietas en el asfalto y tapas de alcantarilla como cráteres, no distan demasiado de una etapa del Dakar… SYM ADX 300 La mayor altura general del nuevo SYM también se agradece en vías del extrarradio, al encontrar excelente estabilidad a alta velocidad y un aplomo confiable en curvas amplias. Todo, a costa de una agilidad correcta pero menor que en un scooter con ruedas más pequeñas, y, en el caso del SYM, también debido a un peso de 200 kilos que nos parece un poco excesivo. Otro apartado brillante del ADX 300 lo encontramos en unas suspensiones de gran solidez y bien compenetradas entre ambos ejes, logrando controlar muy bien los movimientos parásitos del chasis incluso en conducción animada. Por su parte, los frenos cumplen disciplinadamente en uso urbano, pero se quedan algo justos en conducción más alegre, cuando se llega a echar en falta algo más de mordiente. SYM ADX 300 Suavidad El comportamiento del motor también apunta a un compromiso centrado en el ámbito ciudadano. La mecánica taiwanesa nos ha sorprendido por refinado funcionamiento, con un embrague centrífugo especialmente suave al arrancar que permite acelerar desde parado con mucha precisión y gran eficacia. También nos parece que la puesta a punto del variador procura una buena aceleración inicial para, a continuación, abrir la relación más rápidamente y permitir cruceros de entre 100 y 110 km/h sin que la mecánica vaya muy revolucionada. En vías más rápidas, la caballería se aplana arriba y para alcanzar los 120 km/h requiere su buena carrerilla, pareciendo aquí un pelín justos los 26 caballos, ya que la estructura ciclo bien sería capaz de soportar algo más de energía. En cualquier caso, a estos ritmos de crucero también reluce la ausencia de vibraciones del motor SYM y su frugalidad energética, siendo más que plausible superar los 300 kilómetros con su depósito de 16 litros. En definitiva, SYM entra en el segmento de los scooteres crossover de media cilindrada con un ADX 300 de lo más atractivo, tanto por su imagen como por su precio, y que, pese a la sencillez en materia de soluciones electrónicas, dinámicamente cumple muy bien con las expectativas.