Alonso rompe los esquemas hasta a su propio equipo y Sainz brilla en territorio comanche

09/14/2024 10:00 PM

Al margen de descontarse la pole deCharles Leclerc, en el caso de Carlos Sainz y Fernando Alonso quedaba discernir si resultaba más meritorio el tercer puesto del madrileño o el octavo de parrilla del asturiano en la parrilla del GP de Azerbaiyán. Cada uno en sus circunstancias. Aunque a tenor de la incredulidad en Aston Martin, quizás el segundo se llevaría la medalla por la mínima.

Lando Norris en el Q1, pero Max Piastri en primera fila. Max Verstappen saldrá sexto, con los Mercedes ligeramente descolgados. Ferrari, con gran ritmo de carrera tras las tandas del viernes. Un “totum revolutum” en una pista de incierta degradación durante la prueba, diferentes decisiones de puesta a punto de los equipos y sus alerones traseros para la inmensa recta, coches de seguridad más que previsibles…

Sainz sintetizaba a la perfección en las vísperas. "Aquí todo puede pasar, es una pista en la que puede pasar absolutamente de todo por la naturaleza del circuito. Va a estar muy apretado con los cuatro equipos de cabeza".

"Entras un poco en trance..."

Q2, último intento de Alonso, que había superado por los pelos el primer bloque. Algo desencaba en lo alto de la tabla. Un Aston Martin se colocaba cuarto, quinto final. No era la primera vez que el asturiano sacaba de la manga una de esas vueltas que rompían los esquemas. “Es más cómo empieces la vuelta, cómo vas en las primeras curvas, entras un poco en trance y vas curva a curva y te van saliendo las cosas bien”.

Se pasa la palabra a Mike Krack. “Cuando hemos visto y el primer y segundo sector, cuando vi el tercero, pensé que seríamos décimos, pero en un momento éramos cuartos. En clasificación solo teníamos un juego y estábamos por encima de Mercedes” comentaba el asombrado jefe de Aston Martin sobre esa vuelta que dio paso al Q3.

Micrófonos ahora al piloto. "Lo dije en la Q2 por radio al equipo: después de ser decimoquintos en la Q1 pensábamos que íbamos a quedarnos fuera en la Q2 y, de repente, estábamos quintos. Creo que ha sido un poco una vuelta fuera de la lógica, que a veces pasa, y hoy ha pasado en Q2. Pero pasará como en la carrera de Monza".

Q3: si cuatro equipos y ocho monoplazas dominan en la Fórmula 1 actual, el octavo era un Aston Martin, octava posición final de salida. “Así que demuestra que cada vuelta, estando tan cerca los unos de los otros, no es que sea una lotería, pero tienes que hacerlo todo perfecto para estar arriba. Y si haces una cosa o dos mal, estás abajo del todo".

Sainz, donde peor, mejor

Para Sainz, quizás Bakú sea su bestia negra desde el punto de vista personal. Sin embargo, saldrá en tercera posición y con rebufo incluido para contribuir al resultado final del intratable Leclerc. “La pista estaba cambiando mucho y íbamos encontrando cada vez más agarre a medida que se iba enfriando y se ponía el sol. Era cuestión de adaptarse y en la Q3 encontré algo que me dio un poco más de confianza. Probablemente no tuve la mejor vuelta de preparación para hacer esa vuelta en Q3, pero al menos encontré algo que me permitió estar entre los tres primeros, lo cual es una buena posición para mañana".

"Estoy relativamente contento. Obviamente, no me gusta estar tercero a tres o cuatro décimas de la pole pero, por otro lado, es un circuito que se me ha dado bastante mal en el pasado, un circuito que siempre me ha costado mucho. Si a eso le sumamos que es el circuito preferido de Charles, que se nota, el estar tercero no es una mala posición”, explicaba el madrileño.

Ferrari busca el doblete, y tiene ritmo

Las simulaciones en tanda larga del viernes arrojaban una relativa igualdad entre los cuatro equipos favoritos, aunque sin poder calibrarse totalmente la evolución de una pista que, como Alonso recordaba, era hasta tres segundos más lenta en los libres que el pasado año. Sin embargo, tanto Sainz como Leclerc se mostraron extremadamente rápidos con los compuestos de carrera.

El madrileño saldrá por la zona limpia, y en condiciones normales de carrera (“El objetivo es mantener las posiciones” avisaba Fred Vasseur), trabajará para ayudar a Leclerc y presionar a Piastri, el único intercalado entre los dos monoplazas rojos. “En carrera aquí suelo ir un poco más rápido y un poco más cómodo cuando cojo el ritmo, así que estamos en una buena posición para luchar por el podio o la victoria aquí. Estamos más o menos todos, creo, en la misma décima de ritmo de carrera. Así que vamos a ir a por ello. A ver dónde nos lleva una buena salida si podemos hacerla, y una buena estrategia, y a ver si podemos hacer una carrera limpia".

El flotador de Aston Martin

Alonso se enfrenta al escenario opuesto, es decir, la dificultad de conservar la magnífica posición de salida. Si el AMR25 se desahoga el sábado a una vuelta, se suele ahogar el domingo en carrera. Aunque este fin de semana, Aston Martin cifra sus esperanzas en el flotador de ese alerón descargado (que daba más mérito al rendimiento de Alonso en los clasificatorios) que otorga una alta velocidad punta, crucial en la eterna recta del circuito.

"Me ayudará a defenderme, seguramente”, reconocía el piloto español al respecto. “Debatimos un poco antes de la crono cuál era la estrategia a seguir. Perdemos 1.8 segundos con los grandes, y luego recuperamos como cuatro décimas en el último sector. Pensamos que, si poníamos un alerón más grande, igual recuperábamos tres o cuatro décimas en el sector medio y las perdíamos en el final. Así que el tiempo por vuelta es el mismo, pero de cara a mañana creo que tener velocidad en el último sector nos puede ayudar tanto para adelantar como para protegernos”.

Aunque menor carga de alerón trasero implica más deslizamiento en curva. "También desgastaremos más los neumáticos que ellos porque en las curvas vamos patinando, pero estoy contento con la decisión". "El plan será acabar en los puntos. Salimos octavos, ya en ellos, y estaría bien no perder esa posición".

Sin embargo, Alonso ya ponía la venda ante lo vivido el viernes con los dos Williams por detrás. "Pero soy consciente de que no somos el octavo coche más rápido. En la tanda de ayer Albon iba como ocho décimas más rápido que yo, nos cruzamos en la tanda larga, me adelantó y se fue. Realísticamente (sic), o pensándolo bien, tenerlos detrás 52 vueltas se antoja un poco difícil. Veo una carrera difícil. No está para nada garantizado que acabemos en los puntos.

"Mañana, a defendernos y a ver qué pasa, porque también en Bakú pueden pasar cosas,siempre ha habido coches de seguridad y momentos de caos, y en estos momentos hay que mantener un poco la calma".