"Papá, mucho más progresivo el gas...": el gran regalo de despedida de Ferrari a Carlos Sainz

Hoy a las 11:00 PM

Al final de su experiencia con Ferrari, Carlos Sainz era ametrallado con la misma pregunta: sus momentos más memorables en los cuatro años con Ferrari. Además de sus victorias, "vi a mi padre, que estaba allí conmigo ese día, muy emocionado". "Luego se secó una lágrima cuando estaba a punto de salir del garaje. Es un recuerdo que nunca olvidaré".

El pasado martes, ambos salían del mismo garaje de la pista de Fiorano, cada uno en suFerrari F75. Sainz senior por delante, a bordo de la unidad con la que su hijo logró la primera victoria en la Fórmula 1, Silverstone 2022. Por detrás, escoltado por su hijo.

"¿Papá me oyes?", le decía el piloto de Ferrari a su padre en la pista, de un monoplaza a otro, vía radio. "Sí, te oigo", le contestaba el ganador del último Dakar. El hijo le instruía en varios apartados, mientras rodaban por la pista. Cada uno, a bordo del coche más icónico de la Fórmula 1, en el circuito privado de Ferrari… ¿Quién podía disfrutar semejante privilegio?

Una emotiva e inusual conjunción astral de planetas automovilísticos debe producirse para semejante reunión. Un doble campeón del mundo de rallies, cuatro veces ganador del Dakar, cuyo hijo no solo lograba la utópica meta de llegar a la Fórmula 1. Más aún, es fichado por Ferrari, la cima para cualquier piloto de carreras. Ambas trayectorias vitales y deportivas se unían en un momento en el tiempo y el espacio del equipo más icónico de la Fórmula 1. En realidad, se trataba del homenaje de Ferrari a Carlos Sainz hijo, en su despedida de Maranello, un regalo a compartir con su padre.

La ilusión del hijo

Aunque Sainz padre disfrutaba del privilegio de rodar en Fiorano con un monoplaza rojo, se trataba de un gesto de correspondencia a Sainz hijo. En alguna ocasión, este había manifestado informalmente su ilusión por ver a su padre pilotar un Fórmula 1 de la marca italiana, pero nunca lo solicitó expresamente. Fred Vasseur le tomó la palabra con una iniciativa absolutamente inédita en la historia de Ferrari, especialmente con un piloto de salida, que no de retirada.

El equipo italiano se despidió con un gesto de clase para corresponder al comportamiento del madrileño durante toda la temporada. Sin una palabra más alta que otra a pesar de la extemporánea decisión de su cúpula para fichar a Lewis Hamilton, Sainz cumplió su palabra al entregarse hasta "la última curva" de 2024, como prometió en la presentación de la temporada. No sin antes expresar en privado su opinión y disgusto al presidente de Ferrari, John Elkan, y al propio Vasseur, ya que Sainz estaba convencido de la renovación, como así se lo confirmaba el propio Vasseur en numerosas ocasiones.

Quien haya seguido la historia de Maranello recordará que un piloto de salida suele pasar rápidamente al desván. Sin embargo, las muestras de afecto de los aficionados, la prensa italiana y de la propia Ferrari —como confirmaban las imágenes en el último gran premio de Yas Marina— atestiguan que a Sainz se le ha dispensado un trato especial. El test de Fioriano fue la guinda.

Una faena

Para Ferrari resultaba irrechazable rechazar a un Lewis Hamilton cuando fue el británico quien se puso a tiro voluntariamente. Sin embargo, sus responsables jugaron sus cartas al margen de los intereses de Sainz. Cuando a finales de enero el madrileño comprobaba que el contrato prometido no se ponía en la mesa, a la profunda decepción y desengaño se unía el reducido margen de maniobra para fichar por otro equipo con la temporada a punto de empezar, y el mercado consciente de que Sainz no tenía el contrapeso de un contrato en Ferrari para negociar.

La maniobra de Ferrari y Hamilton se dilataba temporalmente al máximo para dejar también a Toto Wolff si capacidad de reacción. El precio también lo pagaba Sainz. Dentro de la limitación de daños, el equipo italiano ha respondido con caballerosidad al impecable estilo de Carlos Sainz en su despedida, por su actitud tanto fuera como por su rendimiento dentro de la pista. Incluso aunque no estaba convocado, Charles Leclerc quiso estar presente con los Sainz.

"Atacado de los nervios"

El círculo de aquel primer día en Fiorano con el padre emocionado viendo salir a su hijo a la pista se cerraba como un guion de película. Eso sí, las emociones del padre entonces se transmutaban ahora en el gran nerviosismo del hijo antes de empezar el test. "Estaba atacado de los nervios", te cuentan.

Días antes, el padre había rodado en el Jarama con un monoplaza de Fórmula 3 para anticipar sensaciones. La preparación física para el Dakar, en su momento culminante, ayudaba a soportar las exigencias de una máquina que a Sainz padre, que ya ha probado todo tipo de vehículos de carreras, le dejó absolutamente impactado.

Ferrari publicaba un pequeño clip en el que se escuchaban las instrucciones de Sainz hijo, que rodaba por detrás: "Yo no me enteraba de nada", cuenta Sainz padre a El Confidencial entre risas, enfrascado en la concentración necesaria para no cometer errores. Con neumático duro y una configuración apropiada para el momento, poco a poco el doble campeón del mundo se fue calentando.

"Sentado en una obra de arte"

"Es impresionante la aceleración, es la sensación de que estás en una máquina brutal, la aceleración no se acababa nunca, parecía que estabas en un cohete", explica Sainz padre enfatizando que el test era una forma de poner en valor el comportamiento y el rendimiento de su hijo por encima de su propia condición de leyenda del automovilismo. "Es una brutalidad la potencia, la frenada, el paso por curva... Y el ver que estás sentado en una obra de arte, en una máquina donde cada cosa funciona a la perfección".

Carlos hijo iba ofreciendo sobre la marcha algunos consejos a su padre, en concreto, la dosificación del acelerador, más ágil y viva en su aplicación por parte del piloto de raids, quien luego mostraba orgulloso las telemetrías de sus vueltas superpuestas a las de su hijo. Quién podría presumir de tan privilegiada oportunidad con su vástago, ambos pilotos de carreras. Al final, 17 vueltas al saco.

Por encima de todo, la prueba ha permitido a Sainz padre acentuar la apreciación del talento e hiperpreparación que demanda un Fórmula 1. "Te das cuenta que si el coche tiene que estar afinado, el piloto debe estar en unas condiciones físicas y mentales para conducir un coche como estos durante 24 carreras al año. Necesitas tirar de absolutamente todo lo que se te ocurra… Tienes que estar al cien por cien. Por eso, te das cuenta de que hay muy poca gente que pueda hacerlo".

Lo mismo que rodar con tu hijo en Fiorano, a bordo del coche con el que logró su primera victoria en la Fórmula 1. Un monoplaza que Carlos Sainz se lleva ahora para casa como regalo.