El 'Flaco' Traverso, el héroe argentino a imitar por Franco Colapinto en F1... pero no en todo

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Franco Colapinto, de momento, no estará en la parrilla de salida de este recién comenzado 2025, pero pocos dudan de que, más pronto que tarde, tendrá un asiento de forma permanente en la Fórmula 1. El argentino fue preguntado hace pocos días en un medio británico por los pilotos que más le habían influido. Junto a los previsibles Juan Manuel Fangio y Carlos Reutemann no dudó en incluir al Flaco Traverso, quien conforma la indiscutible Santísima Trinidad del automovilismo del cono sur. ¿Por qué fue tan especial?

"Yo crecí de niño escuchando las entrevistas llenas de anécdotas de Traverso", explicaba Colapinto. El Flaco sabía del cariño que le dispensaba el piloto de Williams y, de hecho, uno de sus últimos mensajes en redes sociales antes de fallecer se lo dedicó a él: "Nene, querido, tómatelo con calma que vas para arriba". Y es que es verdad que las intervenciones de Traverso no tenían desperdicio, pues hablaba sin filtro alguno.

En un mundo de asfixiante corrección política, lo cierto es que ver a héroes deportivos que no tienen miedo a mostrarse tal y como son es una rareza que, guste o no, merece ser escuchada. Traverso, era deslenguado, fanfarrón, pero por encima de todo un piloto sublime. Desbordó tanta personalidad y genio al volante durante tres décadas que no hubo en Argentina nadie tan temido en el asfalto y más adorado por la grada que él.

Traverso no tenía reparo en mandar "a la concha de su madre" en televisión en directo a todo aquel que se le atravesara en un mal momento, o llamar "pelotudos" a sus rivales cuando estos le recriminaban alguna maniobra. El tipo de piloto imán para que la gente pague una entrada a un circuito. Colapinto tiene su personalidad y no trata de imitar a Traverso, pero es indiscutible que tiene también un enorme carisma.

En Argentina ha generado una expectación inusitada, no solamente por la cantidad de años sin presencia de pilotos del país en la Fórmula 1, sino también por su espontaneidad y simpatía. Su no presencia entre los pilotos confirmados para el inicio de la temporada ha caído como un jarro de agua fría entre la afición local, pero Colapinto, a diferencia de Traverso, sí parece llamado a ser un gran nombre en la máxima especialidad del automovilismo.

Un país de gran tradición

Traverso intentó llegar a la Fórmula 1 y, de hecho, estaba en el radar de Bernie Ecclestone para ficharlo para su equipo Brabham a finales de los 70. Hizo una temporada de Fórmula 2 dando destellos de su clase, pero la falta de plata le hizo volver a su país y centrarse en la competición doméstica. La pérdida que tuvimos los aficionados internacionales fue la ganancia de los tuercas argentinos.

Porque en Argentina el automovilismo es un deporte que mueve masas. Después del fútbol, es el deporte más popular del país y, por eso, ser grande allí no es cualquier cosa. La tradicional inestabilidad económica de Argentina siempre supuso una barrera para que el talento local se prodigara internacionalmente. La inflación provocaba que, aunque tuvieras un buen presupuesto de patrocinio allá, era casi como calderilla al llegar a Europa.

Es justo lo que le pasó a otro grande como Oscar Larrauri cuando llegó a la Fórmula 1. Pero esta circunstancia, junto a una gran tradición histórica, hizo que el automovilismo local siempre fuera fortísimo. Traverso fue una figura popular en su país, al nivel o por encima incluso de muchos futbolistas argentinos de gran fama en Europa.

Colapinto tiene todo el futuro por delante para ser el nuevo mito del automovilismo argentino. Talento y carisma tiene, pero el hecho de que empiece 2025 sin un puesto en la parrilla es un aviso de que las cosas en la Fórmula 1son mucho más complicadas de lo que parecen. Traverso, en su día, fue uno más de muchos extraordinarios talentos que no llegaron a la cumbre automovilista. Ojalá que no suceda lo mismo con Franco, pero sirva la circunstancia actual de aviso a navegantes.

Los representantes, medios de comunicación y seguidores que apoyan al argentino deben de asumir que, en la gran liga, el automovilismo se vuelve más cruel e injusto que nunca. Los pasos en falso a menudo no tienen remedio. Julian Jakobi, el manager de Checo Pérez,no habrá logrado mantener al mexicano su puesto en Red Bull, el crono manda, pero ha demostrado la importancia que tiene para un piloto el estar bien gestionado. Christian Horner, al final, ha tenido que abrir su monedero a base de bien después de no poder forzar con dudosas artes la renuncia voluntaria del mexicano.

El automovilismo es una guerra

"La esencia del automovilismo es que es un deporte de alto riesgo donde el auto es un arma que tú usas dentro de un reglamento deportivo. Cuando te excedes, te excluyen, pero estás en una guerra y el que no lo entienda es un pelotudo". Y tiene razón El Flaco, pero olvidó que, en esta guerra, la batalla en los despachos es, con frecuencia, tan importante como la que se produce en el asfalto. No basta que Colapinto lo haga bien en la pista, porque si sus representantes no están a la altura, las posibilidades de que te quedes fuera del radar son altas.

James Vowles, jefe del equipo Williams, con toda la razón del mundo quiso hacer valer su contrato con Franco Colapinto después de haber invertido mucho dinero en él. Era un lujo sin sentido, desde luego, tener a un piloto así en el banquillo, pero Vowles dirige un equipo en crecimiento y hay que pensar en la era posterior a Sainz y Albon. Una cesión a cinco años a Flavio Briatore y posteriormente tener una opción prioritaria es un acuerdo mas que razonable.

El piloto argentino, en el último Gran Premio de F1. (Reuters/Jakub Porzycki)

Por otra parte, el resto de equipos no te van a querer si no es a través de un contrato de larga duración o que el dueño de tus derechos deportivos sea la academia Red Bull, Flavio Briatore, Toto Wolff, etc. En ese sentido hay que entender y celebrar la cesión al tandem Briatore/Alpine por cinco años. En el estanque de los tiburones no hay espacio para sentimentalismos. Colapinto hará bien en recordar a Juan María Traverso para sobrevivir y convertirse en un grande de la Fórmula 1.

Igual que Briatore va a ser implacable con Jack Doohan y va a ser sustituido por Colapinto si no da muestras de ser especial, lo mismo le puede pasar al propio Colapinto si falla cuando llegue su oportunidad. Hoy en día, hay tal nivel de calidad y cantidad en los pilotos jóvenes que conviene ser paciente y estar muy centrado. Nunca te puede pasar lo que decía El Flaco en una de sus míticas citas: "Soy un ansioso de mierda, aprieto el botón antes de terminar de mear". Genio y figura.

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