La decisión que nadie se atrevió a tomar y qué cambia el futuro de Renault en la Fórmula 1

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¿Qué harías si tus motores han ganado solo diez carreras en la era híbrida, desde 2014, y 191 grandes premios, cuente en siete llevaban otro nombre en el lomo (TAG Heuer)? ¿Y si solo un triunfo se logró con tu equipo (Hungría 2021)? Con casi dos mil millones invertidos por el camino. Jacques Nasser, el presidente de Ford, asistía en 1999 al GP de Alemania en Hockeheim, durante lamayor efervescencia alrededor de Michael Schumacher y Ferrari.

Conocido como Jac the Knife (Jac El Cuchillo) por sus duras políticas internas, tuvo la audacia de augurar "que algún día habrá tantas banderas verdes como rojas por los circuitos del mundo". Se refería al color de Jaguar, marca del grupo que había entrado en la Fórmula 1 tras la adquisición del equipo Stewart.

"Cuando ganemos, todos estarán detrás de nosotros. Quería crear un equipo al estilo francés, el Ferrari al estilo francés", declaraba este fin de semanaLuca de Meo, el CEO del Grupo Renault, en una entrevista en el diario L´Equipe en la que explica las razones de la polémica decisión de liquidar su división de motores de Fórmula 1 ¿Alguna semejanza?

La aventura de Ford quedó como arquetipo de las ineficiencias de las grandes corporaciones automovilísticas en la Fórmula 1. Nasser fue cesado dos años después y Jaguar vendido por un dólar a Red Bull a finales de 2004. Luca de Meo y Renault liquidan la vertiente de motorización en la Fórmula 1 a partir de 2026, según se anunció oficialmente la semana pasada.

Esteban Ocon logró la única victoria del equipo oficial con sus propios motores de la era híbrida. (EFE/Zoltan Balogh)

Presente desde la década de los 70 en la Fórmula 1 desde su plataforma tecnológica de Viry-Chatillon, la sede motorística ha sido la media naranja de sus equipos oficiales y privados (Williams, Benetton, Red Bull) a los que proporcionó innumerables victorias y títulos. Salvo mínimos períodos de tiempo, sus motorizaciones no han fallado en la parrilla desde la llegada de los revolucionarios motores turboalimentados: 43 años.

¿Será De Meo uno de esos ejecutivos audaces y disruptivos para romper esquemas y triunfar con arriesgadas decisiones como la de clausurar Viry-Chatillón para la Fórmula 1? ¿Se convertirá en un nuevo Nasser desde las alturas de las grandes corporaciones?

"Dos años más y..."

Viry Chatillon seguirá trabajando en las unidades de potencia de la Fórmula 1 hasta finales de 2025. Sin embargo, Alpine se convierte ahora en el equipo oficial de una multinacional que dependerá de otra para sus motorizaciones. No es oficial, pero será Mercedes.

Con mentalidad pragmática, pensamiento lateral o presionado por el Consejo del Grupo Renault y sus accionistas ante la falta de resultados, el italiano ha entrado a cuchillo en un tema con el que otros ejecutivos de Renault nunca se atrevieron en el pasado. Una suerte de anatema para la historia y la tradición tecnológica del grupo automovilístico francés.

Capaz de triunfar con todas las arquitecturas de motores desde los años 70, pero de raquíticos resultados en esta era híbrida, Renault y Alpine contaban con los motores híbridos menos competitivos de la parrilla a pesar de la convergencia de rendimiento desde 2022. El balance de los datos que abren este artículo, las inversiones necesarias a partir de 2026, sin perspectivas de ser rentabilizadas al no contar con equipos clientes interesados con el nuevo reglamento, son factores que habrán inclinado igualmente la balanza. La señal de un fracaso.

"Los costes de producción de las unidades de potencia de Fórmula 1 oscilan entre 200 y los 250 millones por año, además de un presupuesto operativo de 150 millones. Competir con una unidad de potencia de otros nos cuesta 20 millones", justificaba tajantemente De Meo en la mencionada entrevista, abundando en las razones de clausurar Viry Chatillon para la Fórmula 1. ¿Y si Ferrari, Mercedes u Honda hicieran lo mismo? ¿Por qué ellos sí pueden, pero el fabricante francés pliega velas?

Un trozo pequeño de la tarta

De Meo deja traslucir las fuertes presiones ante el rendimiento del equipo. El ahorro de Viry se antoja una medicina de caballo para tranquilizar al personal. "Nos hemos vuelto invisibles, dos años más así y el proyecto se derrumbaría por completo. Llevamos tres temporadas en una espiral descendente y debíamos hacer algo para cambiar las cosas". Habría que preguntar a De Meo quién decidía para llevar al equipo a la paupérrima actual situación.

"También había una motivación económica. Dado el lugar que ocupa Alpine en la clasificación, estamos perdiendo primas y patrocinadores. Hacemos el ridículo con los puestos decimosexto y decimoséptimo". En el primer cuatrimestre de 2024, la Fórmula 1 ha incrementado sus ingresos en un 45 por ciento. Los equipos han pasado a recibir en este período de 112 a 163 millones de dólares. La Fórmula 1 nunca ha estado tan saneada. Pero los resultados de Alpine otorgan un trozo muy pequeño de la tarta.

El ejecutivo italiano accedía a la dirección del Grupo Renault con la patata caliente de la situación de la multinacional y del equipo de Fórmula 1, cuya continuidad rechazaba una importante facción interna. El italiano ingenió un esquema insólito: convertir una marca de nicho, Alpine, con un solo modelo, en el mascarón de proa en la Fórmula 1 y del deporte del grupo francés. Desde aquí, se potenciaría un crecimiento en el mercado que, a su vez, financiara el proyecto de Fórmula 1. Como empezar la casa por el tejado.

La azarosa y desastrosa gestión ya es bien conocida. De Meo gritó "socorro" hasta Mónaco en busca de Flavio Briatore, cuya experiencia empresarial está inspirando la hoja de ruta en la Fórmula 1. Si algo no puede negarse a Briatore es experiencia en este mundo, y sin duda estará detrás de la drástica decisión de De Meo para poner fin a 43 años de historia tecnologica.

Ricciardo logró tres victorias en 2014 bajo el nombre de Renault en sus motores. Luego serían bautizados como Tag Heuer. (EFE/Valdrin Xhemaj)

Seguir o no seguir

Por la decisión de Luca de Meo es decisión dolorosa y polémica para la historia del grupo. Y para su orgullo, ¿se trataría del primer paso para la salida de la Fórmula 1, o de una mayor racionalización de su presencia? De Meo tiene muy clara la continuidad en la Fórmula 1. "Recibo cada quince días llamadas de financieros, de personas excéntricas, que quieren entrar en la Fórmula 1. Saben que entrar tras 2026 será mucho más caro. Si les vendo el equipo por 1.000 millones, podrían revenderlo en un año, por el doble o por el triple. En muchos casos son especuladores", explicaba el propio De Meo en la entrevista mencionada.

Pablo de Villota

"Saben que un equipo valdrá 3.000 o 5.000 millones. Estar en Fórmula 1 es esencial para Alpine. Estamos en un club cerrado, lo que da credibilidad a la marca ante los apasionados por el automóvil. No tenemos necesidad de este dinero", afirma De Meo, confirmando la continuidad del equipo oficial.

¿Y a partir de 2026, cuando el valor sea el que indica el ejecutivo italiano, no sería el momento de hacer caja, sin una división de motores en Francia —el equipo en Gran Bretaña— como lastre? De momento, De Meo y Briatore han demostrado su osadía para romper esquemas. Porque la Fórmula 1 actual en poco se asemeja incluso a la de hace década, y quizás requiera nuevos enfoques. ¿Será Luca de Meo otro Jac Nasser, o un visionario de los buenos?

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