La parrilla de MotoGP se está cayendo de la moto y los cuchillos vuelan en todas direcciones

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El matrimonio entre Jorge Martín y Aprilia no ha podido empezar peor. En las pruebas de pretemporada en el circuito de Sepang en Malasia, el campeón madrileño se fue al suelo dos veces de forma casi idéntica en apenas 14 vueltas. Martín, en el segundo accidente, se fracturó cuatro dedos entre la mano y el pie, pero lo más preocupante fue la violencia del golpe. ¿Fue la moto o fueron los neumáticos?

Los accidentes tipo highside parecían ser cosa del pasado. Por eso ha generado tanto debate que Martín haya sufrido sus dos caídas de ese tipo. Sea por la presión del promotor Dorna, por los equipos o por los propios pilotos, es el neumático delantero el que falla antes que el trasero. La diferencia en los daños físicos es enorme cuando las caídas son de delante en lugar de ser desde atrás.

El cruce de insinuaciones a la hora de echarse las culpas entre Max Rivola como jefe de Aprilia y de Piero Taramasso, responsable técnico de Michelín, no se hicieron esperar. Y decimos insinuaciones y no acusaciones, porque tanto proveedor como cliente tienen prohibido contractualmente tirarse los trastos a la cabeza. Pero no impidió que uno y otro se pasaran la pelota de la responsabilidad entre ambos. A día de hoy siguen.

"Fue un accidente muy feo, sin ninguna razón aparente", explicó Max Rivola. "Jorge no cometió ningún error, ni por parte de la moto hubo fallo alguno. Los neumáticos estaban en la presión y la temperatura correctas. Por tanto, no tenemos explicación. Les dejo a ustedes (los periodistas) que obtengan más información. Lo único que he pedido es el historial del neumático, si es uno nuevo o uno viejo". Para el jefe de Aprilia, la cosa estaba clara: es en Michelín donde hay que buscar respuestas.

Cruce de declaraciones

La respuesta por parte de Michelín no se hizo esperar: "Jorge, cuando salió del box tenía 15 grados de temperatura menos de los recomendados y eso es mucho. Una vez accidentado también tenía 15 grados menos el neumático trasero que el de Bezecchi. Con la lluvia caída durante la noche, la pista estaba muy resbaladiza y el neumático no estaba listo. Por eso ocurrió el accidente". La explicación suena convincente, pero no la causa. ¿Hubo un error con los calentadores de la rueda o se trataba de un neumático en malas condiciones?

Pietro Taramasso, el responsable de Michelín, admitió que se trataba de un neumático fabricado la temporada pasada, pero que ha estado almacenado en perfectas condiciones. No ha sido precalentado y era el adecuado para el circuito de Sepang. "La temperatura externa del neumático puede ser la correcta, como dicen en Aprilia", proseguía Taramasso. "Pero es la temperatura interna la que importa a la hora de hacer que un neumático funcione o no".

Después de las explicaciones de ambas partes, la discusión siguió con un debate de galgos y podencos, acerca de caducidades, temperaturas de almacenamiento o reparto de diferentes tipos. Pero Max Rivola, con razón, recuerda que se trata de una cuestión de seguridad crítica. Aprilia es un equipo extremadamente profesional y Michelín, si no es el mejor fabricante de neumáticos de competición del mundo, poco le debe faltar. ¿Será que ambos están buscando razones en el lugar equivocado?

Las caídas de Jorge Martín fueron las más notorias en los tests de pretemporada en Sepang. Pero no fueron ni mucho menos un hecho aislado. Esto, que puede entenderse como normal a la hora de prepararse para la primera carrera del año en unas semanas en Tailandia, no elude otras interpretaciones. Sorprende, por ejemplo, que haya sido Álex Márquez con una moto del año pasado quien ha sido más rápido de forma regular. Es inevitable pensar si la nueva vuelta de tuerca en aerodinámica de las nuevas motos, no tenga algo que ver en todo este desaguisado.

Motos muy críticas

Maverick Viñales, en su estreno con la KTM, ha reconocido que es una moto muy difícil de conducir. Marc Márquez y Pecco Bagnaia, los grandes favoritos del campeonato, también tienen algunas reservas acerca del último producto de Ducati. Entender por donde sopla el viento, nunca mejor dicho, es más difícil que nunca en la actual MotoGP. Y la espiral de evolución aerodinámica tiene mucho que ver. De forma pública, no se ha tomado en cuenta este factor como una de las posibles causas del accidente de Jorge Martín, pero no debería descartarse.

Los apéndices aerodinámicos cada vez son más radicales. Es absurdo pensar que la manejabilidad de las motos no se vea afectada por ellos en determinados momentos. Una ráfaga de aire, un determinado ángulo de ataque en la trazada, un rebufo a destiempo… A diferencia de un coche, cuando hay un problema en una moto, el piloto es la carrocería. Y pensar que unos neumáticos diseñados para unos determinados niveles de carga aerodinámica son igual de eficaces con la llegada de nuevas evoluciones es como poco ingenuo.

Max Rivola, como el resto de jefes de equipo, nada ha dicho acerca de este asunto como posible causa del elevado número de caídas. El jefe de Aprilia pide una reunión constructiva entre todos para debatir sobre el asunto con Michelín y su cadena de producción y custodia de neumáticos. Desde luego, que ese asunto debe debatirse y mejorar allí donde se pueda, pero ni mucho menos habría que circunscribirse a esa área.

Hay que hacerle caso a medias a Rivola, porque en sus quejas a menudo no cuentan toda la película. Y la razón por la que callan en el asunto de la aerodinámica es obvia: tanto en MotoGP como en Fórmula 1 creen que tienen ahí un arma para batir a sus rivales. Pero cuidado a jugar con fuego, porque 2027, puede que sea muy tarde para poner coto a todo el desmadre aerodinámico actual.

La tecnología de competición, por principio, debería siempre tener alguna utilidad para ser aplicada en los vehículos de calle. Es evidente que de las motos actuales, en su piel exterior, poco o nada hay aprovechable. Por peligro desde luego, pero por costes absurdos de manufactura y reparación también. Discutiendo como hasta ahora, sobre si es el huevo (la moto) o la gallina (los neumáticos) quizá sea demasiado tarde cuando todos se lamenten de no haber actuado antes.

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