"La sensación más positiva en mucho tiempo": ¿quién va a enterrar a quién, Hamilton o Leclerc?

03/07/2025 12:00 AM

Nadie negará a Lewis Hamilton su valor para lanzarse al desafío con Ferrari. 40 años, todo logrado en la vida, cambio radical de entorno y sistemas, y un compañero criado y asentado en Maranello. Al monegasco le batiría un heptacampeón, aún comprensible, pero a Hamilton le enterrarían como a su amigo Sebastian Vettel.

"Tengo hambre, estoy motivado, no tengo esposa ni hijos. Estoy concentrado en una cosa, ganar. Esa es mi prioridad número uno". La revista Time dedicaba su portada recientemente al piloto británico, quien proclamaba su entrega absoluta a la Fórmula 1. Alonso y Hamilton, casos similares.

El británico quiere forjar su propia leyenda en Maranello, octavo título incluido. Un reto mayúsculo que empieza enfrentándose a un diablo -o el que más- a una vuelta, Charles Leclerc. Lewis Hamilton se ha metido en la jaula del lobo. ¿Quién se comerá a quién?

"Soy diferente"

"Nunca me compares con nadie, soy el primer y único piloto negro que ha estado en este deporte. Soy diferente. He pasado por muchas cosas. He tenido mi propio viaje", proclamó con elevado sentido de misión en la mencionada entrevista. "No puedes compararme con otro piloto de Fórmula 1 de 40 años, pasado o presente, o en la historia. Porque no se parecen en nada a mí". Poca broma con la llegada del británico a Ferrari.

Dejando a un lado el debate de si Hamilton acusará o no el paso del tiempo, se enfrenta a una nueva máquina de carreras y a un Leclerc conocedor de cada interioridad de Maranello y, sobre todo, de la naturaleza de los monoplazas italianos, diferente a los Mercedes que se le atravesaron en algunos aspectos. Sobre todo, a una vuelta.

Max Verstappen tenía a Pérez en el cogote cuando el Red Bull subviraba o desaparecía en Singapur a poco que el monoplaza no funcionara. Leclerc sufre en las pistas resbaladizas, pero superaba a Sainz en las propicias al sobre viraje, mientras que el Alonso que casi ganaba en Mónaco caía en paralelo a como lo hacían sus monoplazas. Porque un piloto depende de su máquina, no importa la dimensión de su talento.

Un agresivo estilo en curva

Sí, resulta innegable que el piloto necesita una máquina adaptada a su estilo natural. Aunque cada monoplaza disfruta de una particular personalidad. Primero, según el reglamento. Luego, por el concepto de cada equipo. No siempre ese estilo natural encuentra acomodo en esas características. Como era el caso de Hamilton en Mercedes.

Desde su primer test con McLaren (que pregunten a Pedro de la Rosa por esa primera telemetría y el eje trasero), como en Mercedes con Rosberg. Y a través de diferentes generaciones de monoplazas, a Hamilton le ha distinguido un estilo muy agresivo y singular en curva.

Frenada superintensa y tardía, reparto de frenada hacia el eje trasero, rotación medida y fulminante del mismo, aceleración lo antes posible en la curva... Con los actuales monoplazas, Hamilton no ha podido imprimir ese estilo natural con el éxito de generaciones anteriores.

En Mercedes, por ejemplo, se quejaba una y otra vez -sin éxito- que un habitáculo demasiado adelantado le robaba sensibilidad para sentir a la montura. Además, la filosofía de los coches actuales también boicoteaban sus hábitos de ataque.

Los wing car exigen la menor altura al suelo para generar la carga, y suspensiones de gran dureza. Al clavar el freno, los coches actuales no le proporcionan a Hamilton la misma sensación que otros de su trayectoria. Ese estilo agresivo estilo en frenada se estrellaba, al menos, con los Mercedes. ¿Qué pasará en Ferrari?

"Puedo sentir el coche"

Las diferencias entre Leclerc y Sainz el año pasado quizás alumbren para el duelo entre el monegasco y el británico. El español le superaba en los circuitos de asfalto deslizante o con un monoplaza subvirador. Leclerc brillaba en aquellos donde el eje trasero podría ser más vivo y jugando con el sobreviraje. Su estilo y querencia con el eje trasero parecen similares a los de Hamilton.

Por lo visto en la reciente pretemporada, pilotos y equipo admiten que Hamilton y Leclerc se acercan en estilo y puesta a punto. Y si Hamilton encuentra un monoplaza más efectivo en curvas lentas y medias (caso del SF24, en Mónaco, por ejemplo, y que le machacaban en Mercedes), quizás estemos en ciernes de un duelo antológico.

En carrera, y como Russell en Mercedes, Leclerc tendrá que temer a Hamilton. Es a una vueltadonde el británico se enfrentará a su mayor desafío. Y si cayera repetidamente derrotado con el monegasco el sábado, lo pagará caro en carrera.

Hamilton necesita tiempo para integrarse en su nuevo entorno, su nuevo ingeniero, y conocer el comportamiento de un SF25 que cuenta, además, con una unidad de potencia diferente a las que ha conocido en su carrera en la Fórmula 1, todas Mercedes. Aunque sus primeras sensaciones destilaban un moderado optimismo hacia el futuro.

"Con cada vuelta y cada sesión aprendo más sobre el coche, me siento cada vez más cómodo con los sistemas de control completamente diferentes que tenemos", explicó el británico, en pleno proceso de adaptación. "Todavía estoy en la fase de aprendizaje, de comprender la suspensión trasera, la delantera, los diferentes ajustes para ellas y también la terminología que usan. Mi ingeniero y yo también estamos aprendiendo cómo nos gusta trabajar a ambos, en términos de comunicación". Normal, por otro lado.

"Al Ferrari le gusta que le conduzcan de manera diferente. Y aprenderlo es un proceso muy divertido. Pero puedo sentir el coche debajo de mí, siento que está respondiendo a mis órdenes", explicó Hamilton la pasada semana pretemporada. "Diría que es la sensación más positiva que he tenido en mucho tiempo". La próxima semana, primer asalto.