Leclerc y Sainz hacen 1-2 para Ferrari en Austin
Hoy a las 08:08 PM
Maranello dominó en Texas y redujo a 12 puntos la diferencia con Red Bull por el segundo lugar en Constructores. Verstappen tercero después que sancionaran a Norris en una polémica maniobra.
Ferrari tendría que acaparar los titulares de los portales del domingo y de los periódicos del lunes. Pero la polémica maniobra que involucró a Max Verstappen y Lando Norris, con penalización de cinco segundos para el británico, opacó la victoria de Charles Leclerc y el segundo puesto de Carlos Sainz. El 1-2 de Maranello cerró en Austin un fin de semana casi perfecto.
De no ser por la las dos clasificaciones -Sprint y Gran Premio- y la victoria del holandés el sábado, el equipo italiano hubiera arrasado en la excursión por el estado de Texas.
En la Fórmula Uno, como todo deporte, la lógica no cuadra con la realidad. La dinámica de un fin de semana va mutando y la suerte se conjuga con el trabajo de tres días. Esto solo se quiebra cuando hay épocas de dominio absoluto: McLaren a fines de los años ochenta, Williams entre 1992 y 1993, Ferrari en el primer lustro del siglo XXI, y Red Bull entre 2022 y las primeras cinco rondas de esta temporada; por citar algunos ejemplos. Afortunadamente, desde el Gran Premio de Miami, en mayo pasado, las fechas es impredecibles desde la PL1 hasta la bandera a cuadros.
Charles Leclerc ganó el Gran Premio de los Estados Unidos aprovechando en su favor el duelo entre los dos contendientes al título. Era casi seguro que el poleman Norris cometería un error en la partida. Si bien corrigió ese defecto en Singapur, no sería fácil cubrirse en la recta elevada del COTA con la cerrada curva 1.
El británico tuvo una magnífica partida en la Sprint. El sábado ganó dos posiciones tirándose por el interno, pero el domingo no era atacante sino defensor. Tenía que cuidarse de Verstappen. Como en otras partidas de este año desde la pole, cuidó excesivamente la cuerda interna. Como era previsible, Verstappen se lanzó por adentro y fue tan ajustado el rebase en el vértice que ambos salieron de pista.
La maniobra fue una invitación para que Leclerc pegara el salto desde la cuarta posición al liderazgo de la carrera. ¿Por qué no pasó al frente Sainz que estaba tercero? Muy sencillo, tenía por delante al Red Bull y el McLaren. No tenía margen para superarlos. Incluso, Verstappen se recuperó y evitó el sorpasso del madrileño. En cambio, su compañero tenía la cuerda liberada para tomar la punta.
El aslato del monegasco alteró todo el plan de carrera del Cavallino. El Pit Wall no esperaba el golpe de escena tan temprano. Con Leclerc estirando ventaja sobre Verstappen, el equipo reelaboraba la estrategia contrareloj.
El Safety Car en la segunda vuelta le dio un respiro a los estrategas de Ferrari. Lewis Hamilton tuvo un trompo en la curva 19 y quedó encajado en la trampa de grava. Las tres vueltas que duró la neutralización para sacar el Mercedes fue el tiempo suficiente para Maranello replanteara su carrera en Austin.
Las tres vueltas que consumió el coche de seguridad abrió la idea de una táctica a una sola parada. Era un riesgo para Leclerc y Sainz teniendo en cuenta las previsiones de Pirelli y los antecedentes en el COTA -siempre se hicieron dos pit stop-. El dilema se trasaladó al resto del pelotón de punta. La durabilidad del neumático medio comenzó a inclinar la balanza en la apuesta arriesgada. Leclerc, Verstappen, Sainz, Norris y Piastri; o sea, Ferrari, Red Bull y McLaren, se jugaron a todo o nada.
No solo la estrategia construiría el 1-2 del Cavallino. Verstappen no estaba interesado en atacar a Leclerc y optó por cuidarse de Norris. Si bien el RB20 mejoró con respecto a las fechas anteriores, no tenía ritmo para luchar por la punta; pero si para contener al papaya. El holandés dejó escapar al monegasco, tampoco se desesperó cuando Sainz le arrebató el segundo lugar con un undercut.
La jugada de Red Bull era todo un desafío para McLaren. El equipo de Woking dejó pasar seis vueltas, después que ingresara Verstappen a boxes, para llamar a Norris. El plan era sencillo: restaban 25 giros y harían un lento acercamiento para atacar en el tramo final. El británico tendría la ventaja de neumáticos seis vueltas más jóvenes y la superioridad del MCL38. Pero la lógica no cuadra en la Fórmula Uno; y menos con Verstappen a la defensiva.
Las últimas 15 vueltas fue uns lucha de supervivencia. Con DRS a su favor, Norris atacó a Verstappen. El líder del campeonato se protegió apelando a toda su experiencia. Cubrió bien sus espacios y obligó al británico a probar diferentes trayectorias.
En la vuelta 51, a cinco de la bandera a cuadros, Norris consiguió superar al holandés en la recta anterior a la curva 12. Sin embargo, Verstappen estiró la frenada y recuperó la ventaja mínima antes de hacer el vértice. Ambos coches doblaron a la par y por el radio de giro salieron de pista. Sobre la tierra Norris ganó el externo al Red Bull quedándose con la tercera posición.
Los comisarios revisaron la maniobra y determinaron que el McLaren tuvo ventaja con la salida de pista. El box de Woking alegó que la posición ya estaba ganada cuando cerró Verstappen. Los oficiales explicaron que el holandés había recuperado la posición -cuando estiró la frenada-. Norris fue penalizado con cinco segundos.
La polémica decisión llevó a Woking a un grosero error. En vez de ordenar a Norris que tirara a fondo para sacarle más de cinco segundo a Verstappen, se preocuparon por mantener informado al piloto de las diligencias ante los comisarios. En cambio, Giampiero Lambiase, el ingeniero de Verstappen, le indicó a su piloto que aumentara el ritmo porque podría caer una sanción al británico. Norris cruzó la meta con 4.1 segundos de diferencia, le faltaron 9 décimas para asegurarse la P3.
En medio de todo el embrollo, Ferrari hizo un doblete con fuerte impacto en el campeonato. La victoria de Leclerc y el segundo puesto de Sainz puso a Maranello a doce puntos de Red Bull. La peor pesadilla de Milton Keynes se está haciendo realidad. No solo dan por perdido el campeonato de Constructores, también podrían quedar tercero.
El hundimiento de Red Bull en la tabla tampoco figura en el temario de las tertulias. Como la victoria de Ferrari, quedó en un segundo plano por la polémica Verstappen-Norris. Y las matemáticas comienzan a jugar en favor del líder del campeonato: llegó a Austin con una diferencia de 51 puntos, se marcha a México con 57. Quedan 146 unidades en juego.
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