Lo que Carlos Sainz ve en el equipo Williams y a la gente de la Fórmula 1 le "parece raro"

Ayer a las 11:00 PM

"En mis últimas vueltas, por mucho que tirara como el demonio para este equipo (Ferrari) trataba de decirme 'recuerda cómo se siente este coche, porque mañana y el martes necesito recordar por qué es rápido en esta curva y por qué se siente bien'", se decía Carlos Sainz en la rueda de prensa del GP de Abu Dabi. "Sé lo que voy a encontrar mañana, y el martes necesito un margen de mejora en las curvas en las que sentía el coche", recordaba.

El lunes durante 200 km en un filming day. El martes, 145 vueltas con el FW46 de Williams, Carlos Sainz ya habrá sentido su nueva montura. De hecho, secundó a Charles Leclerc con un 1.23.635, dos décimas más rápido que el logrado en los clasificatorios por Alex Albon. El español se adaptó con relativa facilidad a su nuevo monoplaza, como así confirmaba también el crono. Ahora, algunos actos con Ferrari, despedida de Maranello, y desconexión total.

"La gente no se imagina las ganas que tengo de lo que viene. Sinceramente, a la gente le parecerá raro, pero es un proyecto que me motiva muchísimo", repetía varias veces Sainz el pasado fin de semana. Porque el piloto español está "encabronado", dicho sea como combustible que alimentará su aventura con Williams.

Asumir la realidad

La salida del madrileño de Ferrari ha provocado un sentimiento íntimo de reivindicación y revancha tras la inesperada maniobra de Maranello, suplemento adicional a la motivación intrínseca de un deportista de élite. Ni Ferrari primero, ni Mercedes ni Red Bull después. La opción de Williams ejercía de Plan C. Con esta realidad ha de lidiar Carlos Sainz desde hoy.

Un proyecto con sombras, aunque también con sus luces una vez asumida la realidad. Por la posición de liderazgo que Sainz disfrutará en su nuevo equipo, la sintonía personal con James Vowles, por las ambiciosas inversiones de Dorilton y, por el elevado salario con el que Williams ha confirmado su confianza y esperanzas en Carlos Sainz.

El español necesitó asimilar la decisión de Ferrari, y luego las de Red Bull y Mercedes. "En ese momento me dolió. Todos tenemos egos… Yo tengo un ego de piloto y no lo podía entender en ese momento. Personalmente, todavía no puedo entender ciertas decisiones que han tomado ciertas personas", reconocía de nuevo hace pocas fechas.

"Al mismo tiempo, me genera un desafío aún mayor, incluso me entusiasma más por Williams. Es quien ha invertido en mí, quien me ha respaldado desde el principio, quien vino a mí desde hace un año”. James Vowles, el responsable de Williams, tan pronto conoció la disponibiidad de Sainz, se lanzó en tromba, sabedor que en muy singulares circunstancias de mercado se pondría a tiro un piloto de tal calibre.

"Hizo un muy buen trabajo al convencerme y compartir conmigo la visión que tiene del proyecto que tiene en mente", explicaba Sainz al anunciar su fichaje por Williams. "Creo que somos personajes relativamente similares en cuanto a que ambos somos muy analíticos, muy justos y abiertos. Estoy convencido, así de simple". Sainz destacó que tener fe en las personas involucradas contribuía a su decisión. Pero las palabras con hechos se comen mejor.

"Cambios monumentales"

Durante los meses de análisis y contacto, e español mantuvo reuniones con el fondo inversor Dorilton y los accionistas del equipo, quienes le mostraron una ambiciosa estrategia de inversiones, cercana a los mil millones de euros en el plazo de varios años.

Pero a la vez que expresaba su visión, a Sainz, Vowles insistió en su mensaje durante la presente temporada: 2025 será sacrificado, para concentrarse en el proceso de reestructuración interna que ya inició la pasada temporada, "cambios monumentales que estamos haciendo", como define a la reconversión en marcha de su equipo.

"Lo que todavía nos impide hacerlo es que no podemos implementar algunas de las infraestructuras que necesitamos de la noche a la mañana. Algunas de ellas requieren de 24 o 36 meses, y esa es la frustración. Puedo ver lo que se va a lograr, pero muchas de ellas simplemente no están disponibles hoy". Vowles resume el problema de equipos como Williams: accionistas dispuestos a una potente revitalización que el tope presupuestario frena por permitir solo inyecciones económicas prorrateadas en sucesivos ejercicios.

Las sensaciones de McLaren

Carlos Sainz se convierte así en el tercer piloto en la historia de la Fórmula 1 que compite con los tres equipos históricos, junto con Alain Prost y Nigel Mansell (este, solo dos carreras). Aunque los tiempos y la posición de Williams era muy diferente en sus tiempos. "A lo largo de los años en la Fórmula 1 he aprendido a confiar en mis sentimientos sobre la gente", apuntaba Sainz cuando fichó con Williams como uno de los argumentos de su decisión.

"Recuerdo que cuando dejé McLaren en 2020 sentí que el equipo estaba avanzando, y que iba a tener éxito en el futuro. Después de haber pasado tiempo trabajando con Zak Brown y Andrea Stella, cuando dejé McLaren dije que tal vez no ganarían el año que viene o el siguiente, pero este equipo con esta gente sí que ganará pronto. Cuatro años después, están rindiendo a un nivel increíblemente alto".

De hecho, son campeones del mundo. "Sí, tuve esa sensación en aquel momento, y ahora tengo esta sensación sobre la gente y la cultura en Williams, necesito confiar en esa sensación. Y a eso me comprometí". El tiempo dirá.