
Ni estrella, ni estrellado: Lewis Hamilton se lleva la primera en la frente en su estreno con Ferrari
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Hoy a las 12:00 AM
Cuando se entra en combate en primera línea, la realidad se impone. Como ese joven recluta eufórico de patriotismo que llega al frente y descubre la guerra real con toda su crudeza. Así, Lewis Hamilton con Ferrari en el GP de Australia.“Sin duda, es el período más excitante de mi vida, estoy disfrutándolo y deseando subir al coche” afirmaba el jueves, todavía en luna de miel con Ferrari hasta empezar el fuego real. Tras su experiencia en Albert Park, habrá interiorizado la envergadura del reto asumido con Ferrari.
Ni siquiera un siete veces campeón es ajeno al necesario proceso de adaptación a una organización, su coche, y los resortes necesarios para sacarle partido. Hamilton cuenta con lógicos atenuantes, más sin haber pilotado antes sobre agua con su nueva máquina, con elementos del monoplaza aún por descubrir. Aunque otros campeones del mundo lucieron mejor en su inicio con Ferrari.
La carrera se convirtió en un calvario del que logró salir de una pieza, pero con las orejas gachas. De no reaccionar, tanto aumentará la presión como la necesidad de justificar su estratosférico fichaje. El británico cuenta con suficiente madurez, experiencia y talento para enfrentarse a Charles Leclercy justificar su palmarés. Obras son amores y no buenas razones, y solo los resultados hablan.
"Falta de confianza"
“No doy por sentado que será fácil. No siento presión, la presión externa es inexistente para mí, viene de dentro, y de lo que quiero lograr”, declaraba a modo de manifiesto antes de arrancar en Albert Park. "No estoy aquí para demostrarle nada a nadie. Lo he hecho una y otra vez. Sé lo que se necesita para hacer un buen trabajo y eso es lo que quiero ofrecer, para mí, para mi familia y para este equipo que realmente creo que merece el éxito”. Desde luego que no fue fácil.
Una palabra definió el debut de Hamilton en Melbourne: “Fue solo confianza. Desde el momento en que me subí al coche el viernes, perdí la confianza". Es decir, desde el primer minuto del partido. ¿Y toda la pretemporada? "Sobre todo, a alta velocidad, perdí muchísimo”. El británico quedaba a cuatro décimas del monegasco el viernes, aunque corrigió el tiro el sábado y terminó a otras dos del monegasco.
Lap 29/57: Not much change in the order as we continue to push 😤@Charles_Leclerc - P5@LewisHamilton - P8 pic.twitter.com/m59nYzD1iP
— Scuderia Ferrari HP (@ScuderiaFerrari) March 16, 2025
El jueves había anticipado su situación. “En cuanto al motor Ferrari, es algo nuevo, una vibración diferente, una sensación diferente, una forma de trabajar diferente”. No solo el hardware. "Todo el equipo trabaja de forma completamente distinta. Miraba las trazadas de la carrera del año pasado, y están patas arriba respecto a las que estoy acostumbrado. Aún no lo entiendo del todo".
Analizando sus telemetrías y las de Leclerc, corrigiendo su pilotaje, Hamilton redujo las diferencias. Lo peor estaba por llegar. Sería fascinante entrar en la cabeza de un piloto de su dimensión para conocer las sensaciones internas al verse tan alejado de su compañero, por comprensible que resulte su necesario proceso de adaptación.
"Un curso intensivo"
La lluvia en carrera fue el último torniquete que Hamilton necesitaba. “Empecé de cero, no tenía confianza en toda la carrera, incluso en la configuración, el coche era muy complicado”. Sus mensajes por radio con Ricardo Adami se convirtieron en un repertorio de inseguridad y desorientación, fruto de la falta de experiencia, pero también de sintonía con el primer ingeniero distinto a Peter Bonnington en más de una década.
“Estuve casi contra el muro la mayor parte del tiempo”. Hamilton detallaba las notables diferencias de comportamiento de su anterior máquina. “Desde la frenada hasta la curva, el equilibrio es muy diferente al que tenía. El equilibrio mecánico es muy distinto al que tenía en el coche anterior. Y el equilibrio a alta y baja velocidad, supone un cambio considerable”.
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— Scuderia Ferrari HP (@ScuderiaFerrari) March 17, 2025
La carrera se convirtió así en un “curso intensivo”, como la definiría al terminar. No pudo adelantar a Albon, Leclerc le pegó una buena lijada en el último tercio de carrera, y Oscar Piastri le humillaba con un adelantamiento descomunal en una zona casi imposible. Para colmo, el equipo italiano repetía escenas de otros tiempos con su pasiva estrategia ante el chaparrón final.
Otros campeones, otros comienzos
Ferrari también salió noqueado de Albert Park, y por debajo del rendimiento y ejecución esperadas, lo que tampoco ayudó al británico. Aunque Hamilton ha descubierto la dificultad para emparejarse con Leclerc y batirle los sábados, al menos en buena parte de 2025. Y de no progresar con autoridad en las próximas carreras, su posición no será precisamente envidiable. En su debut, Hamilton no rindió como su categoría presume, pagada a precio de oro por John Elkann.
Michael Schumacher rodaba tercero en su debut con Ferrari en 1996, aunque abandonaba por problemas de frenos. Kimi Raikkonen triunfaba en su debut, en 2007, así como Fernando Alonso en Bahrein, en 2010. Sebastian Vettel, recién llegado de Red Bull, terminó tercero en Australia 2015. Referencias que ponen en contexto el primer capítulo de Hamilton con Ferrari. Y no se trataba tanto de la posición final, como de la impresión ofrecida. Afortunadamente, el GP de China está a la vuelta de la esquina.