Cronología del fracaso de Dan Fallows en Aston Martin, estas fueron todas sus promesas incumplidas

Hoy a las 08:00 AM

Dan Fallows ha sido relevado de su puesto como director técnico de Aston Martin tras algo más de dos años y medio en el cargo. El ingeniero británico deja atrás un reguero de promesas y objetivos incumplidos que han terminado siendo su condena.

La historia de Dan Fallows en Aston Martin es la de un ingeniero que llegó como la gran estrella que catalizaría el ascenso del equipo a la cima, pero que 29 meses después de marcha viendo como su trayectoria profesional en la Fórmula 1 está en riesgo.

Son muchos los ejemplos de ingenieros que dieron el salto a la primera división tras varios años en la sombra de colegas contrastados. Muchos consiguieron triunfar, pero otros vieron cómo su ambición les llevó a quedar olvidados y con las puertas de la F1 cerradas para siempre.

En el caso del pupilo de Adrian Newey, aún es pronto para saber si su historia en la categoría reina tendrá un nuevo capítulo, pero lo que es seguro es que no será en Aston Martin (aunque oficialmente todavía pertenece a la organización en un rol sin especificar).

Aston Martin ya considera a Dan Fallows el pasado y espera con ansias la llegada de su relevo: Enrico Cardile. El italiano procede de Ferrari, y en algún momento del primer trimestre de 2025 asumirá el cargo de director técnico, donde trabajará a las órdenes de Adrian Newey.

«Aunque es una evolución del coche del año pasado, queríamos que fuera una gran mejora. Lo que más nos interesaba era dar un paso adelante, y lo hemos dado»

El círculo vicioso de Dan Fallows en Aston Martin

Aunque Dan Fallows llegó a Aston Martin en abril de 2022, su influencia en el equipo comenzó a ser relevante con el AMR23 de la temporada siguiente. En un principio, las cosas no pudieron ir mejor y Fernando Alonso encadenó seis podios en los ocho primeros grandes premios.

Sin embargo, todo comenzó a derrumbarse poco a poco, con cada actualización fallida. A continuación repasamos la cronología de un fracaso protagonizado por Dan Fallows.

Una plataforma sólida de desarrollo

Tras la presentación del Aston Martin AMR23, Dan Fallows fue muy claro con respecto al que debía ser el principal objetivo del equipo con el nuevo monoplaza: encontrar una base que permitiera crecer durante la temporada.

En aquel momento, Aston Martin sabía que contaba con un coche muy competitivo, aunque aún no había comprobado en qué medida.

«Una de las cosas que analizamos desde el principio en el diseño fue, no sólo tratar de dar un paso adelante en el momento de presentar el coche, sino brindarnos una plataforma realmente sólida para el desarrollo», explicaba Dan Fallows aquel mes de febrero de 2023.

«Hay cosas que quizá son un poco menos obvias en el coche que nos permitirán impulsar estas áreas de desarrollo que creemos que pueden ser fructíferas en el futuro. Así que hemos estado atentos a por dónde creemos que van a ir las cosas; tienes que tener un poco de bola de cristal para estas cosas».

«Pero después de haber visto estas reglas durante un par de años, hemos comenzado a tener una idea de dónde podrían estar las áreas realmente clave en el futuro. Eso es lo que hemos tratado de incluir en el diseño desde el principio», ampliaba en los días previos al comienzo de los test de pretemporada.

Ya en marzo, Dan Fallows también insistía en la necesidad de contar con un monoplaza capaz de ofrecer un rendimiento uniforme y predecible, lo que permitiría a los pilotos extraer todo su potencial.

«Algo que te interesa particularmente es que tu coche pueda ser consistente y fiable. También se trata, desde el punto de vista del piloto, que pueda hacer lo que quiera, cambiar los niveles de combustible, los neumáticos, y aún pueda obtener buenos tiempos».

Bien en algunos circuitos, no tanto en otros

En un principio, el AMR23 cumplió dichos objetivos y el resultado de todo ello fueron seis podios en las primeras ocho oportunidades. El monoplaza tenía una preocupante escasez de velocidad punta, pero era brillante en la gestión de los neumáticos y en aspectos como la tracción, por lo que Fernando Alonso fue capaz de maximizar los resultados mientras Ferrari, Mercedes y McLaren intentaban encontrar el rumbo.

El problema es que no tardaron demasiado en hacerlo. Y, mientras, Aston Martin comenzaba a dar muestras de debilidad a la hora de desarrollar el monoplaza.

Ya en junio, Dan Fallows comenzaba a reconocer que el AMR23 mostraba carencias que debían ser subsanadas con actualizaciones eficaces.

«Obviamente, queremos poner más rendimiento en el coche en general, pero hemos visto que hay algunos circuitos que se adaptan más y otros que no se adaptan tanto», lamentaba.

«Por lo tanto, hemos considerado concentrarnos en ampliar esa ventana operativa del coche, y eso es particularmente en lo que nos enfocamos con estas actualizaciones».

Sin embargo, las mejoras no fueron tales, y poco a poco el AMR23 fue perdiendo posiciones en la parrilla. Si bien en determinados circuitos continuaba siendo competitivo, en muchos otros caía dramáticamente a la parte baja de las posiciones con derecho a puntos.

«Hemos estado trabajando incansablemente para desarrollar nuestra comprensión del AMR23. Creemos que ahora entendemos bien las debilidades del coche y estamos tomando medidas para abordarlas», declaraba Fallows en agosto, días antes de la celebración del Gran Premio de Países Bajos.

«Esperamos que el rendimiento del coche en Zandvoort, con nuestras últimas actualizaciones, confirme que vamos en la dirección correcta y ayude a Lance y Fernando a luchar por los puntos este fin de semana».

Y lo cierto es que no pudo ir mejor, con Fernando Alonso logrando el séptimo podio de la temporada en el circuito neerlandés, aunque con la ayuda inestimable de la lluvia.

Lo malo es que no fue más que un espejismo, pues en las siguientes carreras Aston Martin pasó a tener bastantes dificultades para entrar en los puntos.

Aprender de los errores cometidos

La temporada siguió avanzando y Aston Martin no levantó cabeza, con la excepción del glorioso podio de Fernando Alonso en el Gran Premio de São Paulo.

En octubre, Dan Fallows admitía que se habían producido errores con el desarrollo del AMR23, llegando incluso a empeorar el comportamiento dinámico del mismo. Sin embargo, también afirmaba que la experiencia permitía no volver a cometerlos en 2024.

«Esta experiencia nos ha permitido aprender algunas lecciones valiosas que estamos tratando de aplicar al próximo año: podemos ver dónde nos equivocamos al alterar el equilibrio del coche».

«Hemos entendido por qué eso ha perjudicado nuestro rendimiento general. Ahora, se trata de asegurarnos de que no volvemos a cometer los mismos errores; Sin duda, ha sido un año de aprendizaje», zanjaba.

Ya con la temporada terminada, Dan Fallows hizo balance de lo vivido con el Aston Martin AMR23, admitiendo también que el enfoque adoptado en materia de desarrollo no había sido el adecuado.

«Adoptamos una filosofía de desarrollo muy agresiva durante la temporada. Decidimos intentar ser bastante valientes, bastante arriesgados en algunos casos, en cuanto a los plazos de entrega de estas piezas», admitía. El resultado fue insatisfactorio, por lo que se vislumbraba un cambio de filosofía para 2024.

Nuevo coche, misma historia

En 2023, los ocho podios conseguidos por Fernando Alonso dejaron una sensación agridulce, ya que Aston Martin dio la sensación de haber podido conseguir mucho más que el quinto puesto en el campeonato de constructores.

Así, de cara a 2024, el objetivo era convertirse en uno de los cuatro mejores equipos y sumar más podios, incluso alguna victoria.

En febrero, Dan Fallows anticipaba que «el AMR24 es una fuerte evolución del coche del año pasado y tiene un aspecto bastante diferente, con muchas piezas nuevas que nos dan una plataforma sólida para el desarrollo».

«Queremos competir en la carrera de desarrollo esta temporada y este coche está diseñado para hacer precisamente eso», reiteraba el ingeniero británico.

«Otra área de atención ha sido ampliar la ventana operativa del coche. Nos hemos centrado en una mayor versatilidad para una gama más amplia de características de circuitos específicos. Queremos un coche que sea más todoterreno. Creemos que el AMR24 proporciona la plataforma ideal para un desafío sostenido durante toda la temporada». 

Dan Fallows no sólo prometía un monoplaza más versátil y competitivo en todo tipo de circuitos, sino que señalaba a Red Bull como objetivo.

«Adoptamos el enfoque de que Red Bull es absolutamente vencible. Eso es lo que perseguimos. Nos estamos centrando en ellos y eso es lo que pretendemos. Son la referencia en términos de rendimiento. Para nosotros, quienquiera que sea el coche más rápido es el centro de atención».

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Un coche más completo y polivalente

A lo largo de la temporada 2023, había quedado claro que el AMR23 era un coche muy competitivo en determinadas circunstancias, pero vulnerable en muchas otras.

En cada comparecencia, Dan Fallows insistía en que el objetivo principal de Aston Martin para este año era evitar eso para dotar al equipo de mayor continuidad en los resultados.

«En lugar de pensar en carreras individuales, desde el punto de vista de la ingeniería, tenemos que fabricar un coche que sea capaz de funcionar y ser competitivo en cualquier circuito. Eso es en lo que estamos centrados. En hacer un coche bueno y que sea utilizable para los pilotos».

«La velocidad en recta y asegurarnos de que el coche sea lo más eficiente posible ha sido un gran objetivo durante el invierno. Y creo que lo hemos logrado con el coche de este año, dimos un paso adelante».

«Estamos muy contentos con el avance realizado durante el invierno, creemos que hemos dado un paso adelante respecto al coche del año pasado, que es lo que queríamos», afirmaba.

Desarrollo eficaz

Otro aspecto a mejorar con respecto a la temporada anterior era la eficacia en el desarrollo, que con el AMR23 se convirtió en el gran punto débil.

«Queremos darnos la mejor oportunidad de traer actualizaciones al coche que funcionen de inmediato. Eso implica no sólo cumplir antes de que una actualización llegue al circuito, sino también asegurarnos de hacer comparaciones adecuadas en la pista».

«Fuimos muy agresivos con nuestro programa de actualización el año pasado. Pero este año vamos a ser un poco más cautelosos a la hora de enviar actualizaciones significativas a los fines de semana Sprint, donde potencialmente podemos causarnos a nosotros mismos confusión», apuntaba Fallows.

Y, tras los test de pretemporada, el director técnico de Aston Martin aseguraba que se habían conseguido los objetivos principales marcados para el AMR24.

«Aunque es una evolución del coche del año pasado, queríamos que fuera una gran mejora y una gran evolución. Lo que más nos interesaba era dar un paso adelante, y lo hemos dado, así que creo que podemos marcar esa casilla. Hemos visto ese beneficio, así que estamos muy contentos».

«Nos hemos centrado en conseguir que el coche sea fácil de conducir y que el equilibrio sea bueno. Estamos razonablemente contentos con dónde estamos ahora. Siempre tenemos cosas que mejorar, y por eso volvemos al túnel de viento y a la mesa de dibujo para hacer esas cosas. Hemos conseguido mucho en tres días de pruebas, hemos probado muchos elementos y estamos bastante contentos con el resultado», aseguraba.

Vuelta a empezar

Ya con la temporada empezada, la realidad comenzó a salir a la luz y el AMR24 no sólo era menos competitivo que su predecesor, sino que también conservaba algunas de sus limitaciones.

En mayo, Dan Fallows insistía en haber «creado un monoplaza que ofrece muchas oportunidades. Al comienzo de la temporada queríamos asegurarnos de tener actualizaciones continuas».

Sin embargo, también reconocía haber «visto que en algunos circuitos, en algunas condiciones, somos mejores que en otras. Y es algo en lo que nos hemos estado centrando, tratando de poder estar bien donde sea. Obviamente, es algo que analizamos de cerca para cuando desarrollemos un coche en el futuro, intentar limar esas diferencias».

Además de ser un coche poco versátil, el AMR24 también comenzaba a sufrir con cada actualización, tal y como había sucedido meses atrás con el AMR23.

«Siempre que traes una actualización, quieres ponerla directamente en la máquina y ver que hace exactamente lo que esperas. Pero hay diferentes maneras de ver los datos, y cosas diferentes que pueden resultar ligeramente inesperadas una vez que se colocan las actualizaciones».

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«Hemos aprendido cosas en algunas áreas, nos hemos dado cuenta de que podemos esforzarnos más que antes. Y hay algunas cosas con las que debemos tener un poco más de cuidado. Fue una experiencia de aprendizaje».

«Creo que ahora tenemos un poco más de confianza en que estas actualizaciones están funcionando. Ya veremos, pero hubo mucho trabajo duro para tratar de resolverlo», argumentaba Fallows en ese momento.

Ya en el mes de julio, con el parón veraniego a la vista y con Aston Martin sin opciones de mejorar la quinta posición del campeonato de constructores, Fallows volvía a repetir un discurso de sobra conocido.

«Se trata de intentar mejorar esa consistencia, la adaptabilidad, la capacidad de configurar el coche en estas diferentes condiciones y, aun así, obtener un rendimiento similar, un resultado similar».

«Queremos asegurarnos de que los pilotos tengan esa consistencia, esa confianza en el coche. Porque esa confianza vale mucho tiempo por vuelta y eso es en lo que nos hemos estado enfocando», informaba en lo que en la práctica era un calco de lo dicho 12 meses atrás.

La confirmación del fracaso

Finalmente, días antes de confirmarse su cese como director técnico de Aston Martin, Dan Fallows admitía que el desarrollo del AMR24 había vuelto a ser una asignatura pendiente.

«Aunque logramos parcialmente el objetivo, encontramos algunos problemas de manejo o descubrimos características del coche que habían permanecido ocultas».

«Pudimos llegar a algo de eso, pero a lo largo del año descubrimos más y más cosas, lo que significaba que aún no las entendíamos completamente. Parece que este es un problema con el que muchos equipos han tenido que lidiar».

«Hemos descubierto que en su mayor parte [las actualizaciones] se comportan como esperábamos, aunque a veces hay consecuencias que se subestiman ligeramente, u otras de las que somos conscientes, pero que tienen un impacto más severo en el rendimiento», zanjaba.

A partir de ahora, el Aston Martin AMR25 dejará de ser responsabilidad de Dan Fallows y los mandos pasarán de forma provisional a Eric Blandin, director técnico adjunto, hasta que Enrico Cardile llegue el año que viene. ¿Logrará el equipo de Silverstone evitar los errores cometidos en 2023, y repetidos este año, con el coche de 2025?