El mundo secreto de Ferrari, 6 detalles (y dos curiosos) de su fábrica en Maranello que debes conocer antes de visitarla

Ayer a las 06:00 AM

Rara vez abre sus puertas, y cuando lo hace es la de alguna de sus nuevas fábricas o cuando le interesa destacar una gran novedad. El celo es máximo en Ferrari, aunque en los últimos tiempos las fotos espía se sucedan. Te contamos seis secretos que encierra la gran fábrica de Maranello.

Visitar los museos de las grandes marcas de coches es algo realmente mágico, porque es donde podrás admirar las más auténticas joyas del automóvil que han dado paso a los tiempos actuales. Incluso, en algunas marcas francesas o alemanas puedes también asomarte a las líneas de producción.

Sin embargo, esto no puedes hacerlo en marcas más exclusivas con Ferrari. Los italianos cuentan con un bus lanzadera, del que no te puedes bajar y tampoco puedes realizar ningún tipo de grabación de vídeo o toma de fotografías durante el recorrido, solamente deleitarte los ojos. Y es que, durante el paseo por el complejo, te puedes cruzar con algún prototipo, razón por la que las visitas a la fábrica de Maranello son sólo para clientes y patrocinadores de F1.

Las seis curiosidades de Ferrari que desconoces

Sin embargo, que no puedas acceder no te exime de conocer seis detalles de la fábrica de una marca que casi parece más un quirófano de grandes dimensiones.

1. Ferrari produce menos de 100 unidades al día

Si en la de cualquier fabricante europeo pueden salir dos o tres centenares de unidades al día, si no más, en Ferrari sólo se producen 65 unidades por día. La fábrica de Maranello es una de las más modernas de Europa y sólo dispone de dos líneas de montaje.

Una en la planta a ras de suelo donde se producen los 296 GTB, 296 GTS, Roma Spider y las dos variantes de carrocería del novedoso 12Cilindri, mientras que en la segunda línea de montaje, en la planta superior, se fabrican los Purosangue, SF90 XX Stradale y Daytona SP3.

2. Ferrari tiene su propia planta de estampación...

Todo queda en casa y las piezas de estampación se fabrican en casa, porque Ferrari tiene hasta su propia fundición. Una decisión que tomó Enzo Ferrari desde la función de la marca deportiva en 1947 y con la que no existen errores en la producción de las piezas. Si se equivoca, lo hace Ferrari y le cuesta el dinero a ella. La fundición de Ferrari está adaptada para procesar aluminio. Solamente trabaja con un proveedor externo para el cigüeñal de sus motores porque es de acero.

3. … y su propio túnel aerodinámico

Ferrari, como todos los grandes fabricantes, cuenta con su propio túnel aerodinámico, y donde se prueban sus superdeportivos y monoplazas de Fórmula 1. Una instalación moderna y sofisticada, capaz de reproducir cualquier tipo de fenómeno atmosféricos y equipada con una enorme turbina de cinco metros de diámetro y una potencia superior a 2000 kW. Mide la velocidad, dirección y turbulencia del viento con la máxima precisión y simular inclinaciones de los coches.

4. Las carrocerías de no se producen en Maranello

Curioso, porque las piezas del chasis se producen en la fábrica italiana pero no las carrocerías. Al igual que ocurre con el cigüeñal de sus motores, los cuerpos se producen en las instalaciones de Carrozzeria Scaglietti desde finales de los años 40 cuando el fundador de la marca del Cavallino Rampante alcanzó un acuerdo con Sergio Scaglietti, que se respeta a día de hoy. Pintarlas sí es cosa de la marca.

5. Los coches XX se guardan en Maranello, no en el garaje de los dueños

Modelos como el Ferrari FXX, hiperdeportivos que no están homologados para circular por calle, no llegan nunca a los garajes de sus dueños. Ni tan siquiera se le permite al propietario tenerlo expuesto en el salón de su casa, sino que se guardan en unos almacenes impecables junto a los monoplazas de Fórmula 1, de todos los tiempos, y también los de leyendas como Gilles Villeneuve y Michael Schumacher.

6. Ningún Ferrari nuevo se entrega con cero kilómetros...

Esto lo has visto en fotos espía. Numerosas unidades salen y entran continuamente de la sede de Ferrari con unos plásticos de protección que difieren de los habituales de pruebas. Son las envolturas de fábrica y utilizadas para evitar daños en las pruebas que los técnicos del control de calidad llevan a cabo en un pequeño test de conducción. Lo normal es que los ejemplares se entreguen con hasta 30 kilómetros.