El terrorífico relato de Vowles sobre la situación de Williams, ¿ha cometido Carlos Sainz el error de su vida?
12/30/2024 06:00 AM
Los últimos años de gestión de la familia Williams sumieron al equipo en un deterioro extremo. Quienes llegaron después solventaron algunas cosas, pero fue James Vowles quien se puso realmente manos a la obra. Y Carlos Sainz seguirá sufriendo las consecuencias.
En el universo de la Fórmula 1, Williams tiene un significado especial y bastante prominente. Sin embargo, para los seguidores más jóvenes, Williams podría parecer poco más que un nombre olvidado en el paddock.
No siempre fue así. Con nueve títulos de constructores, Williams es el segundo equipo más laureado de la historia, sólo detrás de Ferrari. Sus 114 victorias en Grandes Premios consolidaron una dinastía que se extendió hasta principios de los años 2000. La última de ellas fue en 2012, cuando Pastor Maldonado sorprendió al mundo ganando en el GP de España.
El declive de un gigante
Pero el ocaso de Williams comenzó mucho antes, tras la salida de BMW en 2006. Aunque tuvieron un breve repunte con la llegada de los motores híbridos de Mercedes, los últimos años han sido un calvario: en cuatro de las últimas siete temporadas han terminado últimos en el campeonato de constructores.
Para muchos, el equipo se había convertido en una sombra de lo que fue, una «broma» en comparación con su glorioso pasado.
«Nunca he visto algo así, y no quiero volver a experimentar algo así»
El punto más bajo llegó en los test de pretemporada de 2019. En aquel invierno, el equipo ni siquiera pudo completar el ensamblaje de su monoplaza a tiempo, perdiendo valiosas horas en pista.
Esto evidenció profundas deficiencias organizativas, desde procesos desfasados hasta la falta de datos básicos para gestionar las 20.000 piezas necesarias para construir un coche de Fórmula 1.
«Lo que nos atrapó es la gran cantidad y complejidad de las piezas necesarias para construir un coche de Fórmula 1 en estos días. Simplemente, no teníamos todas las piezas que necesitábamos para rodar el primer día», reconoció el entonces director del equipo, Paddy Lowe.
James Vowles y el renacer de Williams
Desde principios de 2023, James Vowles, antiguo director de estrategia de Mercedes, asumió las riendas del equipo con la misión de modernizarlo.
Pero, al llegar, encontró un escenario terrorífico. Una estructura arcaica que utilizaba simples hojas de Excel para gestionar la producción de sus coches. Según Vowles, esta falta de profesionalización hacía que los empleados perdieran tiempo buscando piezas físicas en la fábrica.
«Cuando entré por la puerta en mi segundo día de trabajo, supe lo difícil que iba a ser. Cuando caminas por Williams, no tardas mucho en darte cuenta de lo poco que se parece a lo que estaba acostumbrado antes en Mercedes».
James Vowles (centro) charla con dos miembros del equipo Williams«Y no me refiero sólo a los edificios. Se trata de procesos y datos. Ni siquiera había datos sobre cuánto cuesta un componente. Tampoco había datos sobre cuánto tiempo se tarda en fabricar un componente o cuántos de ellos se deben fabricar», admitió James Vowles.
El ingeniero británico de 45 años relató la escalofriante situación de Williams a su llegada, explicando que «el coche era una hoja de cálculo de Excel. Con cada tuerca y tornillo que necesitamos para el coche, estamos hablando de un total de 20.000 componentes».
«La lista de Excel era una broma. Era imposible encontrar lo que necesitabas. Y luego fue imposible actualizarlo. Pero así es exactamente como se construyó el coche antes de unirme al equipo».
Caos, pérdida de tiempo, gasto inútil
Un Fórmula 1 es una máquina artesanal en todos y cada uno de sus componentes, por lo que el control del proceso es vital no sólo en la calidad del resultado final, sino también en la eficiencia del equipo de trabajo. James Vowles explicó por qué era necesario un sistema de control y gestión eficaz.
«¿Por qué tienes que hacer las cosas de manera diferente? Tomemos un alerón delantero, por ejemplo. Consta de unas 400 piezas individuales. Si construyes un alerón delantero, necesitas piezas de metal y carbono. Estas piezas deben introducirse en el sistema y ordenarse».
«¿Es más importante un alerón delantero que una horquilla delantera? ¿Cuáles son las prioridades? ¿Dónde se inspeccionan? Si se realiza un seguimiento de cientos de miles de componentes a través de la empresa, entonces una hoja de cálculo de Excel es inútil», reiteró James Vowles.
Carlos Sainz admite que Williams no era su opción preferida: "Si hubiera encajado en el proyecto…"Leer noticia«Es necesario saber exactamente dónde está cada uno de estos componentes, cuánto tiempo se tarda en completarse, cuándo debe pasar a la siguiente inspección, si hubo algún problema durante una inspección, etc. Si te enfrentas a este nivel de complejidad, y ahí es donde está la Fórmula 1 hoy, entonces una lista de Excel es insuficiente y la gente se siente abrumada. Ahí es exactamente donde estamos».
«Ahora hay más estructura y sistema en nuestros procesos, pero todavía estamos lejos de ser lo suficientemente buenos. Estábamos en un punto en el que a menudo no se sabía dónde estaba un componente. La gente a menudo ha perdido el tiempo caminando por la fábrica en busca de un componente físico. Desearía que fuera una broma, pero no lo es», reconocía el británico.
El monstruoso margen de mejora de Williams
Que Williams haya tocado fondo de semejante manera obliga al equipo a recorrer un camino largo y tortuoso en dirección a la excelencia. Pero, por otro lado, convierte la situación actual en una oportunidad. Reformar procesos y optimizar estructuras no sólo puede ahorrar millones dentro del límite presupuestario, sino también mejorar significativamente el rendimiento del equipo.
«Es sorprendente que el equipo haya podido competir en este nivel», admitió James Vowles. Palabras refrendadas por el ahora director técnico, Pat Fry, que ha trabajado para equipos como Benetton, McLaren, Ferrari y Alpine.
Pat Fry, director técnico de Williams Racing«La forma en que hacemos un coche es muy diferente de lo que yo llamaría normal. No es particularmente eficiente, todo llega muy tarde. Nunca he visto algo así, y no quiero volver a experimentar algo así. Y tampoco es particularmente eficiente en términos de presupuesto».
«Lo que pasa no es que tuviéramos un problema. En otros equipos, es posible fallar una prueba de choque y tener un problema con el chasis. Pero aquí es todo. Es más una cuestión cultural. Pero el problema se puede resolver, y lo resolveremos».
«Te muestra las oportunidades que tenemos aquí. Todo lo que he descrito no me preocupa en absoluto. A, porque todo se puede resolver y B, porque estas posibilidades no existen con nadie que sea competitivo. Podemos ahorrar millones de libras en el límite presupuestario y obtener décimas de rendimiento con sólo tener procesos estructurados», afirma Pat Fry.
¿Una amenaza para Carlos Sainz?
Aunque Williams está lejos de ser una fuerza dominante, su progreso bajo la dirección de Vowles comienza a ser evidente.
En 2023, el equipo ascendió a la séptima posición del campeonato de constructores, superando las expectativas. Este año, Williams ha vuelto a retroceder en la clasificación a costa de centrarse en mejorar la estructura y organización del equipo, pero la paciencia de Dorilton Capital, los actuales propietarios del equipo, y la experiencia de figuras clave como Pat Fry apuntan a un futuro prometedor.
Vowles admite que transformar la cultura y la infraestructura de un equipo lleva tiempo. «No tuve a nadie que me dijera que no estaba haciendo algo, que algo andaba mal. Así es como Williams podría haber trabajado en el pasado, pero eso fue antes de que yo llegara».
Carlos Sainz confía en los integrantes de Williams, ¿error o acierto?«En aquel entonces, la gente hacía las cosas de esa manera porque siempre las hacían de esa manera. Gracias a mi predecesor [Jost Capito], esta mentalidad ya no es tan pronunciada», pero «los cambios culturales no ocurren en una hora, en un día, ni siquiera en un invierno. Con 1.000 personas, suele tardar unos tres años»
Si algo ha demostrado Williams en el pasado es su capacidad para reinventarse. Aunque todavía se enfrenta a desafíos monumentales, el potencial está ahí. En un deporte donde cada décima de segundo cuenta, no sería descabellado que, en unos años, Williams volviera a competir de tú a tú con los grandes de la Fórmula 1.
Por ahora, el equipo de Grove sigue siendo una «broma» para algunos, pero si su proceso de recuperación se consolida, podría convertirse en una amenaza inesperada. ¿Está preparado Carlos Sainz para tener paciencia ante la perspectiva de un futuro glorioso?