Ford inyecta casi 5.000 millones de dólares para revivir su negocio europeo

Hoy a las 03:00 AM

En el último año los conductores europeos nos hemos tenido que despedir de varios modelos icónicos de Ford. La compañía americana intenta ahora reflotar su división europea con una gran inyección de capital centrada en Alemania.

A lo largo de los últimos dos años casi todas las noticias europeas relacionadas con Ford en Europa han girado en torno a tres temas: eléctricos, reducción de producción y eliminación de productos. Los conductores europeos hemos sido testigos de cómo los americanos han modificado casi por completo su cartera de productos. Una estrategia que no tenido las consecuencias deseadas o esperadas. Ante la situación generada, Ford se ha visto obligada a inyectar casi 5.000 millones de dólares en Europa para tratar de revertir la situación.

Ante una nueva era eléctrica, Ford decidió a principios de la presente década cambiar por completo su cartera europea. En estos años hemos sido testigos de grandes despedidas como la del Mondeo y el Ford Fiesta. El icónico utilitario americano ha desaparecido con más pena que gloria en una estrategia que no muchos aciertan a entender. El Fiesta siempre ha sido uno de los modelos más vendidos de la categoría. Con su desaparición, Ford ha regalado la categoría a sus rivales. Principalmente a modelos como el Renault Clio y el Toyota Yaris con modernas mecánicas híbridas de etiqueta ECO. Es muy posible que el Fiesta pronto resurja de sus cenizas transformado en un eléctrico.

A partir de ahora Ford Europa tendrá que mantenerse por sí misma

El Ford Focus el siguiente. La desaparición está programada para el mes de noviembre de este mismo año. Los americanos abandonan un segmento crítico sin que haya un reemplazo a la vista. El propio Jim Farley, CEO de Ford, ha asegurado que no hay vuelta atrás. El Focus es historia. Supuestamente, o al menos así lo esperaba Ford, los eléctricos deberían haber tomado el mando, pero no ha sido así. El estancamiento en las ventas europeas de todos los fabricantes es evidente. La próspera situación que Europa vaticinaba a principios de la década nada tiene que ver con el ambiente actual. Los coches eléctricos siguen sin llegar al público y muchas empresas están revertiendo sus agresivos planes, tras la reciente "relajación" anunciada en el viejo continente. Por el momento Ford no ha anunciado cambios en la estrategia que EU le ha obligado a tomar.

Durante mucho tiempo se ha especulado con el cierre de la fábrica de Colonia. En noviembre de 2024 se anunció el despido de 4.000 puestos de trabajo en toda Europa, 2.900 de ellos la planta alemana. Sin embargo, a pesar de esos ajustes, Ford no da la espalda a sus planes de electrificación . Los americanos apoyan la transformación de su negocio europeo con una inversión de 4.800 millones de dólares, unos 4.400 millones de euros, para intentar mejorar la situación. El objetivo es equiparar la filial alemana, que hasta ahora ostentaba un estatus especial dentro de la compañía, a la del resto de filiales de todo el mundo. Los de Michigan aportan ahora casi 5.000 millones de euros con la condición de que Ford Europa se mantenga financieramente por sí sola en el futuro. Una maniobra que podría provocar cierto malestar.

«Con el nuevo capital para nuestra filial alemana, estamos apoyando la transformación de nuestro negocio en Europa y fortaleciendo nuestra competitividad con una nueva gama de productos», ha afirmado John Lawler, vicepresidente de Ford Motor Company. «Para tener éxito en Europa a largo plazo, debemos seguir simplificando nuestras estructuras, reduciendo costes y aumentando la eficiencia». En ningún momento se ha hecho referencia a la asociación que Ford y Volkswagen mantienen en Europa. Los alemanes proveen de tecnología a los americanos para el desarrollo de sus nuevos coches eléctricos, el Ford Explorer y el Ford Capri, basados en la plataforma MEB alemana.