Historia de Ebro: la marca española que ha sido recuperada con influencia china

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La historia de Ebro es una de las más llamativas dentro del panorama nacional. Se trata de una firma que data de mediados del siglo pasado, pero que fue disuelta y desapareció durante décadas. Ahora ha sido recuperada y quiere recuperar el esplendor de antaño. Esto se debe a que lleva sangre china corriendo por sus venas, en un acuerdo sin precedentes que puede ser muy beneficioso para la industria en España. Vamos a hacer un repaso de cómo fue el pasado de Ebro y qué podemos esperar de su futuro.

El origen de Ebro

Ebro como marca fue fundada en 1954 por la empresa Motor Ibérica, S.A. El nombre era tomado del río más largo de nuestro país y respondía a una necesidad. El origen de Motor Ibérica provenía de Ford Motor Ibérica, la filial de la marca del óvalo en España. En 1953 había ganado un concurso de la Administración para fabricar tractores y finalmente fue nacionalizada bajo la firma Motor Ibérica. No hay que olvidar que en esa época el país era controlado por la dictadura franquista y la industria pasaba por un momento complicado. 

Ebro nació con la sede central en Barcelona, que es donde llevaba la Ford Motor Company desde 1923, aunque también tuvo sedes en Madrid, en Ávila y unas instalaciones para maquinaria agrícola en Noáin (Navarra). Porque los comienzos de la marca fueron para hacer principalmente tractores y camiones. Los primeros estaban basados en el Ford Thames Trader, teniendo esa curiosa conexión entre el río británico y el español. Aunque Motor Ibérica hubiera sido nacionalizada, los vínculos con Ford siguieron muy vivos.

Primeros años y expansión de Ebro

Esa primera época de Ebro no fue nada fácil debido a la inestable situación económica. A pesar de ello, Motor Ibérica compró una mina de hierro que les serviría como inversión. Con los beneficios que obtenían de la exportación del material fueron comprando maquinaria para la fábrica las divisas. Tras adquirir todo lo necesario para producir a la central de Ford y a su filial británica, pudieron lanzar una nueva gama. Aparecieron los primeros tractores Ebro 38, con base conjunta con los camiones y prácticamente réplicas de los británicos.

Pasaron de producir 500 tractores en 1955 hasta unas 8.000 unidades en 1964. Eso se debe a que hasta 1960 los precios de venta tenían que ser aprobados por el Ministerio de Industria franquista. También a que era complicado asegurarse todos los componentes que necesitaban los vehículos Ebro. En todo caso, el negocio de los camiones también avanzaba y se manejaban volúmenes de alrededor de 10.000 unidades anuales gracias también a contar con la base de los Ford D y sus múltiples configuraciones.

Sin embargo, las cosas cambiaron en los años venideros. En 1965 se rompía la relación con Ford y se firmaba un acuerdo con Massey-Ferguson. Se fabricarían sus tractores bajo licencia y la firma americana entraba al accionariado con un 36 % del total. Eso le permitiría a la marca un crecimiento y la adopción de nuevas técnicas y procesos de fabricación. De hecho, en 1967 llegó la mudanza de las instalaciones de la Avenida Icaria de Barcelona a una fábrica más grande. Se movieron a la Zona Franca, con más de 11.500 metros cuadrados disponibles.

Asentamiento de Ebro

En esa época también Ebro estaba asentándose en la industria nacional y adquirió varias empresas. Fadisa (Fabricación de Automóviles Diésel, SA) se encargaba de hacer furgonetas Romeo-Fadisa con licencia Alfa Romeo en Ávila. Perkins Hispania fabricaba motores diésel bajo licencia de la firma británica en Madrid. AISA (Aeronáutica Industrial, SA) era quien se encargaba de fabricar las furgonetas y camiones Avia en Madrid. También hicieron las últimas Siata, al comprar su patente. VIASA (Vehículos Industriales y Agrícolas, SA) fabricaba Jeep bajo licencia en Zaragoza. Braud et Facheux era un fabricante de carretillas elevadoras.

Con todas estas empresas en su haber, Ebro experimentó un crecimiento muy positivo. Entrada la década de los 70 ya estaba en la Zona Franca de Barcelona trabajando a pleno gas y entre 1971 y 1975 se multiplicaron por cinco sus ventas. Tanto es así que en 1976 se concedió licencia para la fabricación de camiones y tractores Ebro en Marruecos y también se llegó a acuerdos con DAF para crear Ebro Trucks Nederland en Países Bajos. En esta época también fundaron algunas nuevas compañías como Fundimotor, Mecobusa y Sercoplán.

Caída de Ebro

Con la crisis del petróleo avanzada, Massey-Ferguson vendió su parte del accionariado a Nissan Motor Company en 1979. La firma japonesa fue adquiriendo cada vez una participación mayor de Ebro y en 1982 ya poseía el 53 % de la compañía. Eso le permitiría fabricar productos propios como el Nissan Patrol o la Nissan Vanette. Aunque ambos modelos se llegaron a comercializar en algunos mercados bajo la marca Ebro, los planes de Nissan eran otros. En 1987 se harían con el control completo de Motor Ibérica y la rebautizaron como Nissan Motor Ibérica, acabando con la empresa histórica que llevaba varias décadas operando.

Es el momento en el que desaparece Ebro por completo, ya que venden la división de tractores a Kubota y se va sustituyendo todo lo anterior por novedades de Nissan. Lo cierto es que la firma de origen español cayó en el olvido hasta que Nissan decide cerrar sus instalaciones de Zona Franca y cesar sus operaciones en nuestro país. La idea era no dejar caer la industria de la zona y por eso surge la idea de traer de vuelta Ebro con una nueva propuesta.

La nueva Ebro

En 2023, casi tres décadas después de su cierre, se anuncia la vuelta de Ebro con una pick-up. EV Motors es la matriz de la nueva marca y para que la histórica fábrica de Zona Franca vuelva a la actividad se ha llegado a un acuerdo con Chery. Hablamos de uno de los fabricantes más importantes en China, que ha podido colaborar en un novedoso acuerdo con inversión público-privada. De esta manera, se crean los Ebro S700 y S800 tomando plataformas de la marca china. Con la inversión de Chery se recupera el empleo de las instalaciones y se busca la expansión de una marca histórica.

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