
Los ricos no quieren coches eléctricos y hay razones evidentes para que sea así

Ayer a las 07:00 AM
El mercado eléctrico crece lentamente, pero crece. Sin embargo, las grandes fortunas no hacen más que acumular coches de combustión. Las marcas se están dando cuenta que es muy difícil vender un coche eléctrico a un millonario.
El lujo, el verdadero lujo, no entiende de modas, tendencias o electrificación. Las marcas más exclusivas del mercado siempre se han regido por sus propias condiciones. Condiciones que pocas veces tienen algo que ver con el mundanal ruido. Hoy los coches eléctricos ocupan la portada de la mayoría de los medios especializados. Los coches a pilas cada vez ofrecen más rendimiento, superior al de cualquier coche de combustión. Si bien esto podría ser un motivo de venta evidente, la verdad es que no lo es. A ojos vista de un millonario, el coche eléctrico es lo peor que existe.
Prácticamente cada día se presenta una nueva unidad eléctrica. China tira del carro en cuanto a vehículos eléctricos. La oferta se centra, con toda la lógica del mundo, en los segmentos generalistas. Si realmente los gobiernos quieren transformar la movilidad de la sociedad es este el camino a seguir. Los precios son cada vez más competitivos a la vez que se aumenta el alcance real, se mejora la experiencia de carga y se incrementan las prestaciones. Frente a la inmediatez y potencia de un eléctrico un coche término no tiene absolutamente nada que hacer. Hay cientos de vídeos que lo demuestran.
China lidera el mercado eléctrico. El lujo asiático crece rápidamente.Muchas marcas cancelan sus proyectos eléctricos
Sin embargo, los coches eléctricos jamás podrán igualar las entregas de la combustión. Muchos se empeñan en compararlos, un servidor entre ellos, pero en realidad son productos tan diferentes que no merecen comparativas lógicas. No hay forma de equilibrar la balanza. No se puede ser objetivo a la hora de igualar cifras y circunstancias. El coche eléctrico sigue aumentando su participación. Lenta pero inexorablemente se convertirá en el sistema de movilidad del futuro, si es que nada lo impide. Europa quiere ser la región pionera, pero las evidencias demuestran que hay otras formas de reducir las emisiones que todavía no se han tenido en cuenta.
El panorama ha cambiado mucho y muy deprisa. A mediados de la década pasada, y a principios de esta, todo el mundo daba por hecho la total electrificación del mercado con la llegada de 2030. Muchas marcas presentaron sus atrevidas agendas de lanzamiento, pero todas y cada una de ellas se han chocado contra el muro de la realidad. La cuota de mercado de los coches eléctricos está muy lejos de donde debería. Europa ya está considerando los combustibles electrónicos como alternativa, mientras que retrasa los planes de emisiones fijados incluso para este mismo año.
Porsche ha sufrido en sus propias carnes el retroceso del mercado eléctrico premium.Los conductores lo tenemos muy difícil a la hora de comprar un coche. Ante nosotros se abren muchas opciones, pero ninguna perfecta. Híbridos, eléctricos, híbridos enchufables, microhíbridos...son términos cotidianos que poco o nada importan a las grandes fortunas. Ellos no tienen estos problemas, ni siquiera les interesan los coches eléctricos, tal y como demuestran las cifras. Compañías como Lamborghini o Ferrari logran récords de venta mientras que muchas otras marcas tienen que replegar velas con sus coches eléctricos. El caso más notable es el del Porsche Taycan. Al principio fue un éxito, hoy apenas se vende. ¿Qué es lo que ha pasado?
Los ricos buscan la exclusividad y el coche eléctrico es cada vez más corriente
El CEO de Rimac Automobili, el mismísimo Mate Rimac, lo ha dejado claro en más de una ocasión. «Cuando comenzamos el desarrollo del Nevera, los coches eléctricos eran atractivos. Ahora la electromovilidad es común, y los compradores de hypercoches buscan diferenciarse del resto del mercado». El Rimac Nevera es ahora mismo el coche eléctrico más radical del mundo. Sus casi 2.000 caballos de potencia han batido todos y cada uno de los récords de velocidad habidos y por haber. Cuesta 2 millones de euros por unidad. Las grandes fortunas deberían pelearse por él, pero la empresa no es capaz de vender todas las unidades que estaban programadas.
Tan sólo se han vendido 50 de los 150 Rimac Nevera programados.Tan sólo se iban a producir 150 Rimac Nevera. A mediados del año pasado sólo se habían vendido 50. El propio Mate ha reconocido que su próximo coche no será 100% eléctrico. Optará por sistemas electrificados alternativos como los híbridos enchufables de alto rendimiento o los híbridos donde la parte térmica siga teniendo el control de la situación. Así lo ha hecho con Bugatti. El Tourbillon, el sucesor del mítico Chiron, se ha presentado con un poderoso motor de 16 cilindros en línea con sistema híbrido. A diferencia de Rimac, Bugatti sí vende todos y cada uno de los coches que fabrica y lanza. A pesar de que cada unidad puede costar más del doble.
Los ricos consideran que el coche eléctrico no es nada exclusivo. Vivimos en un mundo en el que un fabricante de teléfonos móviles asequibles es capaz de fabricar y tener éxito con un coche eléctrico de más de 1.200 caballos, el Xiaomi SU7. La potencia ya no es sinónimo de exclusividad, la cilindrada sí. Los grandes motores resisten a cualquier tendencia y exigencia gubernamental. Los deportivos de combustión siguen incrementando sus ventas. Los precios de las subastas y las reventas aumentan exageradamente sin que haya un techo a la vista. Los millonarios acumulan coches térmicos como señal inequívoca de que la gasolina, lejos de desaparecer, está más viva que nunca.
Al contrario que Rimac, la lista de espera de Bugatti no hace más que crecer.Las prestaciones no son el problema, las emociones sí
¿Hay excepciones a la norma? Claro. Rolls-Royce es una de ellas, puede que la más evidente. El Spectre es y siempre será el primer modelo eléctrico fabricado en Goodwood. Cuesta no menos de 400.000 euros y es un éxito. Las ventas han demostrado que hay mercado para los Rolls-Royce impulsados con baterías. La compañía ya trabaja en un segundo modelo. Sin embargo, Rolls-Royce campea a sus anchas en un mercado único. La marca inglesa es la más absoluta referencia global en lo que a lujo y exclusividad se refiere. Sus coches, lejos de las prestaciones que puedan anunciar, son un emblema un símbolo de éxito y estatus.
Ferrari, Lamborghini y otras marcas ya trabajan en sus primeras unidades 100% eléctricas. Sin embargo, nadie sabe qué aceptación tendrán. En Sant'Agata Bolognese no parecen tener prisas. Han visto como sus colegas de Porsche están sufriendo, así que mejor tomarse las cosas con calma. El primer Ferrari eléctrico de la historia verá la luz este año, pero al igual que Rolls-Royce, la compañía del Cavallino tiene una clientela muy especial. La tónica corriente es que muchas marcas están cancelando sus desarrollos deportivos, lujosos y eléctricos, como es el caso de Maserati. Los ricos no quieren coches eléctricos. Horacio Pagani, fundador de la marca también lo ha dejado claro: «Tenemos un Tesla y lo usamos solo por nuestro barrio».
Rolls-Royce es, por ahora, la única marca de lujo que ha tenido éxito con su coche eléctrico.No sólo es una cuestión de estatus. Como ya he dicho al principio, los coches eléctricos jamás podrán igualar las condiciones de un coche de combustión, como las sensaciones. Montarse a lomos de un gran deportivo es una experiencia única y difícilmente equiparable. Escuchar el sonido atronador del escape es algo tan básico como extraordinario. Los coches eléctricos acelerarán mucho más, pero les falta emoción, chispa y cercanía. En unos años el común de los mortales tendremos que conformarnos con movernos con coches diseñados para llevarnos del punto A al B sin emoción. Si eres un amante del motor como yo, esta es la peor noticia que te podrían dar. Así que habrá que empezar a ganar mucho dinero.