Toma de contacto con el Volvo EX90, nos vamos de Madrid a Bilbao con el SUV eléctrico más tecnológico de la marca

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El EX90 es el primer vehículo definido por software de Volvo.

Esta semana nos hemos puesto al volante del que probablemente sea el automóvil más seguro del mundo: el nuevo Volvo EX90, el buque insignia 100% eléctrico de la firma sueca, con el que nos hemos ido de viaje de Madrid a Bilbao.

El Volvo EX90 se ha cocinado a fuego lento. Si bien se presentó oficialmente a finales de 2022, las entregas del SUV eléctrico más grande del fabricante escandinavo se hicieron esperar hasta septiembre del año pasado; no en vano, se trata del primer vehículo definido por software de la compañía, por lo que todo tenía que ser perfecto en el momento de su lanzamiento.

El recién llegado es un modelo clave para Volvo, pues su software podrá reutilizarse a un nivel muy alto, lo que permitirá agilizar la llegada de nuevos modelos eléctricos. Sin ir más lejos, el inminente ES90, que se presentará el mes que viene, debería llegar a las carreteras a finales de este mismo año.

El EX90 estrena la plataforma SPA2 de Volvo.

El EX90 ha sido diseñado para ser el Volvo más seguro de la historia, toda una declaración de intenciones. Aunque todavía no ha sido evaluado por organismos independientes como Euro NCAP, no sería de extrañar que terminara erigiéndose como el automóvil más seguro del mercado.

En definitiva, nos encontramos ante un automóvil muy ambicioso que marca un antes y un después en la trayectoria de la empresa. ¿Está a la altura de las expectativas? Para responder a esta pregunta, nos hemos ido de viaje con él de Madrid a Bilbao, un recorrido de larga distancia en el que hemos puesto a prueba sus capacidades. ¿Nos acompañáis?

Con 5.04 metros de largo, el EX90 se encuadra en el segmento E (SUV ejecutivos).

El Volvo EX90 es el equivalente eléctrico al XC90

El EX90 se encuadra en el segmento E (SUV ejecutivos). Mide 5.04 metros de largo, 1.96 metros de ancho y 1.74 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2.99 metros. Por lo tanto, podríamos considerarlo el equivalente eléctrico (que no el sustituto) del XC90, que seguirá a la venta con motores de combustión interna.

Su lenguaje estético, el mismo que luce el pequeño EX30, es una vuelta de tuerca a la línea de diseño que Volvo lleva una década implementando en toda su gama. Los faros con tecnología High Definition Pixel mantienen la clásica firma "martillo de Thor", mientras que la calandra desaparece por completo, dejando un frontal limpio dominado por la insignia corporativa.

La silueta se desmarca de la moda de los SUV "coupé", apostando por un perfil más familiar. Aquellos que quieran un modelo similar de aspecto más agresivo siempre podrán recurrir al Polestar 3; de hecho, ambos comparten plataforma (SPA2), baterías, etc.

La carrocería exhibe un Cx de 0.29.

Volvo ha cuidado mucho la aerodinámica (Cx de 0.29), como demuestran los tiradores de las puertas encastrados, las ventanillas enrasadas y la selección de llantas de entre 21 y 22 pulgadas. En la zaga destacan los clásicos pilotos verticales de Volvo, que en este caso están divididos en dos secciones: mientras que la superior enmarca la luna trasera, la inferior sique el contorno de la "cadera" del coche para darle más anchura visual.

El habitáculo es extremadamente minimalista, pero sin perder el acogedor toque escandinavo que caracteriza a todas las creaciones de Volvo. El conductor tiene a su disposición dos pantallas, una de 9 pulgadas para la instrumentación digital y otra táctil de 14.5 pulgadas para el infotainment, que se basa en el aplaudido sistema operativo Android Automotive. Tampoco falta un práctico Head-up Display proyectado sobre el parabrisas.

El habitáculo puede acoger hasta siete plazas en configuración 2+3+2. Los asientos de la segunda fila son individuales y pueden desplazarse de forma longitudinal, mientras que los de la tercera pueden plegarse o desplegarse pulsando un botón; además, resultan lo suficientemente amplias para adultos de mediana estatura.

El sistema de infoentretenimiento se basa en Android Automotive.

Eso sí, como suele ocurrir en este tipo de modelos, el acceso a la última fila no resulta especialmente cómodo. El maletero cubica un máximo de 655 litros con cinco plazas (310 litros con siete); por otro lado, también hay un frunk bajo el capó de 46 litros.

Los acabados son muy buenos: materiales acolchados por doquier, unos ajustes sólidos y, en definitiva, la sensación de estar ante un coche bien hecho. La tapicería Nordico está realizada a partir de botellas de plástico PET y materiales bioatribuidos de bosques gestionados de forma responsable, aunque también hay una atractiva tapicería de lana opcional. Las molduras de madera terminan de rematar este conjunto tan sueco.

En términos de ergonomía, la inspiración en Tesla es clara: prácticamente no hay mandos físicos, y la inmensa mayoría de acciones (incluido el ajuste del volante y los retrovisores) se realizan desde la pantalla central. El climatizador también se controla desde el display, y existe un conmutador similar al de los Volkswagen ID. para los elevalunas traseros en la puerta del conductor. Por suerte, el sistema multimedia tiene una respuesta rápida e impecable.

Aplomado, confortable y silencioso son los tres adjetivos que mejor describen a la última creación de Volvo.

Al volante del Volvo EX90

La gama del Volvo EX90 está compuesta por tres versiones: Single Motor, Twin Motor y Twin Motor Performance. La primera tiene un motor de 279 CV (205 kW) y es de tracción trasera, mientras que la segunda y la tercera gozan de tracción integral gracias al empleo de dos unidades de propulsión capaces de rendir 408 CV (300 kW) y 517 CV (380 kW) de potencia combinada respectivamente.

La velocidad punta está limitada en todos los casos a 180 km/h, si bien la aceleración varía, con un 0-100 km/h en 8.4 segundos para el Single, 5.9 segundos para el Twin y 4.9 segundos para el Twin Performance. La batería es de tipo NCM (níquel, cobalto, manganeso), con una capacidad de 104 kWh (619 km WLTP de autonomía) en el RWD y 111 kWh (618 km WLTP de autonomía) en los AWD.

El EX90 puede cargarse del 10 al 80% en 30 minutos.

En cuanto a la carga, alcanza un pico de 250 kW en corriente continua (10-80% en 30 minutos). Es interesante señalar que incorpora la práctica función Plug & Charge, que automatiza el proceso de carga al almacenar los datos de pago en el propio automóvil: el conductor sólo tiene que conectar el vehículo, esperar a que cargue y desenchufarlo, lo que se traduce en una experiencia de uso más cómoda.

La variante Twin Motor que pudimos probar entrega la potencia de forma más progresiva que otros coches eléctricos de prestaciones similares. Por autovía se siente muy aplomado (dependiendo de la versión elegida, pesa casi entre 2.500 y 2.800 kg), aunque lo que más llama la atención es el nivel de confort que ofrece la suspensión neumática opcional.

Con ella, el EX90 "flota" por la carretera, mostrando una capacidad de filtrado y una suavidad superlativos. Por otro lado, la insonorización del habitáculo también está muy cuidada: ni el ruido aerodinámico ni el de rodadura penetran en un interior que se siente en todo momento silencioso y apacible, ideal para largos viajes por carretera.

Durante nuestra prueba registramos un consumo medio inferior a los 24 kWh/100 km.

Durante la primera mitad de nuestro viaje, el consumo se situó en unos razonables 24 kWh/100 km, nada mal si tenemos en cuenta que la velocidad media rondó los 120 km/h, el recorrido fue en subida y salimos con una temperatura que prácticamente rozaba los 0 ºC. Tras poco más de 200 km realizamos una parada estratégica para cargar. Puesto que llegamos con un 43% de batería, es muy probable que el EX90 hubiera sido capaz de cubrir los poco más de 400 km que separan Madrid de Bilbao sin necesidad de "repostar", ya que a partir de Burgos el trayecto fue en bajada.

El vehículo cuenta con un LiDAR, cinco radares, ocho cámaras y dieciséis sensores ultrasónicos. El control de crucero adaptativo tiene un funcionamiento correcto (como el de la mayoría de modelos del mercado); sin embargo, lo que realmente destaca es la confianza que transmite el asistente de centrado de carril: en todo el viaje sólo hizo falta realizar una pequeña corrección. El sistema toma las curvas con naturalidad y sin pegarse a las líneas divisorias.

La seguridad sigue siendo una prioridad para la marca sueca.

Entre los diferentes asistentes de seguridad, hay uno que me ha llamado especialmente la atención: mediante unos radares, el EX90 puede saber si hay ocupantes en el habitáculo, detectando movimientos del orden de una fracción de milímetro como la respiración de un bebé que se ha quedado dormido en los asientos traseros. En este caso, el vehículo activa el climatizador para evitar posibles accidentes.

Un último apunte: el coche ofrece un modo de conducción "one pedal" que aprovecha al máximo la retención ofrecida por el sistema de frenada regenerativa. A la hora de circular por ciudad, esta función resulta especialmente útil, ya que permite que nos olvidemos casi por completo del pedal de freno.

La oferta del Volvo EX90 está compuesta por un total de ocho versiones.

Gama y precios del Volvo EX90

Hay un total de tres niveles de acabado: Core, Plus y Ultra. La variante Single Motor sólo puede asociarse a los dos primeros, mientras que las Twin Motor y Twin Motor Performance están disponibles con los tres, lo que nos da como resultado un total de ocho versiones.

CorePlusUltra
Single Motor83.127 euros89.843 euros
Twin Motor91.295 euros95.711 euros102.269 euros
Twin Motor Performance96.304 euros100.720 euros107.279 euros

Por comparar, un XC90 mild-hybrid parte de los 81.200 euros, mientras que el híbrido enchufable se va a los 91.150 euros. Por lo tanto, el modelo eléctrico se mueve en una horquilla de precios similar a la de su equivalente térmico.

El nuevo Volvo EX90 se presenta como una alternativa sólida al incombustible XC90.

Conclusiones

El EX90 cumple exactamente con lo que un comprador espera de un Volvo: un vehículo bien acabado, seguro y muy cómodo. Además, también disfruta de una carga tecnológica del primer nivel, como demuestra el llamativo LiDAR que se erige sobre su parabrisas.

Su naturaleza eléctrica no le impide ser un automóvil perfectamente apto para viajar tanto por confort de marcha como por prestaciones, pues a pesar de sus colosales dimensiones y elevado peso, la combinación de una enorme batería con un consumo "razonable" le otorgan una autonomía más que correcta.

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