Volkswagen reduce las pruebas reales y los prototipos, ¿la calidad de sus coches nuevos en el aire?
Ayer a las 12:00 AM
Volkswagen está convencida de que tiene que ahorrar y mucho en los próximos años. Su plan ya no es sólo cerrar fábricas y despedir empleados, sino también rebajar costes en el desarrollo de nuevos modelos. Los alemanes reducirán el número de prototipos, confiando más en la tecnología digital. ¿Un riesgo para los clientes?
Los nuevos gestores de Volkswagen buscan solucionar sus problemas aplicando un plan que casi se puede calificar de matar moscas a cañonazos. El cierre de fábricas es una realidad inevitable como también el despido de gran parte de la plantilla de la marca en Alemania, una contienda en la que todavía el gobierno no se ha pronunciado, pero que una depende de la otra.
La marca alemana, que se enfrenta a una guerra casi sin precedentes con los sindicatos y trabajadores, ahora también ha salido por otro extremo apuntando a otras medidas de ahorro de implantación inmediata y de cuyas consecuencias se puede arrepentir más todavía. En una entrevista de un reconocido miembro de la junta directiva de Volkswagen, este ha manifestado su intención de reducir el tiempo de desarrollo de nuevos modelos, de 36 meses a 30 meses.
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Lo cual es bienvenido, incluso apuntan a menos tiempo cuando se trate de modelos que comparten plataformas existentes, porque eso permitirá recuperar, y mantener, el interés de los clientes interesados en comprar coche. Kai Grünitz, director de desarrollo técnico, ha admitido que el tiempo es oro, pero también confirmado que reducirán la producción de prototipos físicos que se utilizan en las diferentes pruebas en condiciones reales.
Grünitz ha apuntado que la tecnología de la que dispone Volkswagen es tan potente que «hoy podemos ejecutar toda la cadena de desarrollo con un prototipo digital». El dirigente ha reconocido que tirarán de simuladores de conducción y modelos informáticos para compensar la reducción de las pruebas en el mundo real. Dicho de otra forma, es que se verán menos fotos espía, al menos, en el territorio europeo.
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Lógicamente, este enfoque recorta los plazos de desarrollo y también limita el gasto, pero hoy ningún fabricante se ha atrevido todavía a confiar tanto en la tecnología que en las pruebas en circunstancias reales. Volkswagen sería el primero en hacerlo y apostarlo todo a una jugada que, de salir bien, sería una verdadera revolución, pero que de salir mal, la confianza de los clientes difícilmente se recupera.
En la misma línea, el jefe de Volkswagen también ha dicho haber tenido en cuenta las manifestaciones de los clientes en cuanto a los equipamientos. El desarrollar opciones que, rara vez, son demandadas es un gasto inútil que se puede eliminar, pero la filosofía Volkswagen era la de ofrecer todo lo que no tiene la competencia o mejorarlo. En un futuro a medio plazo, veremos cómo la lista de determinadas adiciones tecnológicas empiezan a desaparecer y quedan solamente las que verdaderamente ofrecen un valor añadido real.