La curva más difícil de Carlos Sainz es el FW47 de Williams: "Si puedo verlo, puedo afinarlo"

https://images.ecestaticos.com/SKYyNVvm8_jh6xr3A3nvPuhqn6I=/0x0:2272x1515/1600x900/filters:fill(white):format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc91%2F2d1%2F020%2Fc912d102034a3972ee0c98db4cb19ebe.jpg

La semana pasada, Carlos Sainz y Alex Albon se hacían casi el mismo selfi a la puerta de Williams como pistoletazo de salida para comenzar el curso, como esos alumnos en su primer día de colegio. En 2025 se empezará desde el fondo de la clase. Williams terminó penúltimo el pasado año, solo por delante de Stake.

Albon ya pisa terreno conocido, pero el español experimentará el contraste con Ferrari como icono social, por no hablar del potencial deportivo. Afrontará la primera tarea de recalibrarse ante el forzoso downgrade que supone Williams. Por infraestructura, recursos y objetivos para el próximo año. Es la curva más difícil que jamás ha trazado. Un reto mayúsculo.

Tras su primer test en Abu Dabi, Williams publicaba el diálogo de Sainz con un ingeniero, en el que solicitaba los datos de telemetría para un aspecto muy específico del comportamiento del coche. Era la primera vez que se enfrentaba al FW46. "Si puedo ver eso, lo que siento con el coche, te puedo ayudar con la puesta a punto más fina". La gran esperanza del equipo británico es esa. Que Sainz aporte una experiencia y perfil técnico que contribuya al salto de Williams en la parrilla. Y la gran revancha para el madrileño.

“No voy a Williams solo para sacarle el máximo partido al coche. Voy a intentar que Williams vuelva a tener posibilidades de luchar por el podio. Tengo muchas más ganas de que llegue de lo que la gente piensa”, explicaba Sainz a finales del año pasado a modo de declaración programática. Optimismo, desde luego, que no falte. Hará falta.

Sin grandes opciones a priori con el próximo FW47, el español asume como gran desafío y logro que su presencia marque diferencias y contribuya a elevar a Williams por encima de su actual posición. No será sencillo. Porque el equipo británico vivió en 2024, operativa y financieramente, entre la reestructuración del equipo, la cura de adelgazamiento del FW46 —como síntoma indicativo de la competitividad de la organización— y la de chapa y pintura provocada por sus pilotos.

El plan de choque

¿La paradoja con Sainz? Toda su experiencia acumulada hasta la Fórmula 1, la ganada a pulso en Toro Rosso, Renault, McLaren y, sobre todo, Ferrari, le han llevado a su mejor momento de madurez y experiencia. Sin embargo, ahora un entorno opuesto al que disfrutaba en Ferrari.

Porque Williams está en pleno proceso de reconstrucción. Hace un año por estas fechas, su nuevo director técnico, Pat Fry, descubría dramáticamente sus carencias. "Nunca había visto nada parecido. No quiero volver a vivirlo.Estoy seguro de que James tampoco quiere volver a vivirlo". Ante las angustias vividas para tener listo el FW46 por los obsoletos e ineficientes procesos de Williams. A poco que se haya mejorado para 2025... Habrá sonrisas en la isla.

"Hay una señal que se llama saturación de cambio. Siempre puedes cambiar las cosas a un ritmo determinado, pero si te pasas, ya no funciona”, reconocía Vowles en referencia a la presion de cambio con la que sometió a una organización desfasada, con un precio a pagar en 2024. "En retrospectiva, las cosas a veces han ido un poco más allá de lo que realmente podíamos abordar de una sola vez", explicaba recientemente Volwes para justificar el impacto en Williams de su plan de choque.

“Nos hemos visto propias tecnologías en proceso de cambio que han producido un coche que no estaba en el límite de peso y, simplemente, no hemos podido mostrarle al mundo lo que podemos hacer”. Vowles traducía el efecto de tal dinámica en el coche del pasado año. “La única forma en que el mundo realmente lo verá es a través del progreso que ahora se está acumulando en 2025, 2026 y 2027”.

Gordo y accidentado

El monoplaza del año pasado nació con algo más de cuatro kilos de sobrepeso, traducidos en casi medio segundo de lastre. El accidente de Albon en Australia confirmaba las carencias de Williams, que ni siquiera tenía un chasis de repuesto.Hasta Holanda no llegó la primera gran evolución del FW46. A partir de entonces, el drama autoinfligido fue otro, con potenciales efectos para la primera temporada de Sainz en Williams.

Además del accidente de Australia, el de Logan Sargeant en Holanda, Albon y Colapinto desarrollaron la poco saludable querencia por los raíles en la parte final de la temporada. El británico en México y Brasil, donde Colapinto añadía dos más de su cosecha, es decir, tres accidentes en dos días. A sumar el del argentino en Bakú, más el destrozo total en Las Vegas y en Qatar, con una factura de “menos de diez pero más de tres millones de dólares”, según Vowles.

Los accidentes de 2024 han tenido un gran impacto en el desarrollo del equipo. (DPPIAFP7)

Dave Robson, director deportivo del equipo, explicaba el alcance de semejante carnicería. “Hemos tenido que retirar recursos de fábrica de las piezas del FW47 y volver a destinarlos a la fabricación de repuestos para el triplete de final de temporada", detallaba: "Lo que ha retrasado o cancelado algunos elementos de mejora menores que nos habría gustado incorporar al FW46, pensando en el FW47. También ha retrasado algunas de las producciones para este, así que ahora tenemos que ponernos al día para que no se convierta en un problema permanente a principios del año que viene”. Invierno duro en la sede de Grove, sin duda.

"Puedo ver el cambio"

Para esta temporada, Vowles vislumbra otras perspectivas. “Lo más importante es que el mundo no puede ver muchas de las cosas realmente positivas. Puedo andar por el edificio y ver la excelencia para un pedigrí ganador de carreras, que ahora es parte de nuestro equipo”, explicaba el responsable de Williams a final de temporada sobre los cambios internos en el equipo. Dorilton, el grupo propietario de Williams, sigue invirtiendo en la medida que lo permite anualmente el tope presupuestario. Algunas voces hablan de mil millones distribuidos en los próximos años.

“Puedo ver un cambio en lo que estamos haciendo con la infraestructura, la cultura, la gente, incluso lo comercial; es un mundo diferente. Siempre he dicho que el viaje es 2023, 2024, 2025, que son solo una progresión, y los resultados de la pista no necesariamente reflejarán los grandes cambios que están ocurriendo detrás de escena”. En junio del pasado año, Vowles anunciaba la llegada de “20 a 30 personas con nombre en este deporte” de manera paulatina, según cumplieran su período de carencia tras la salida de sus respectivos equipos, algunos técnicos de Ferrari y Red Bull.

Vowles ha repetido hasta la saciedad que Williams “sacrificaría 2024 y 2025”, con la mente puesta en el nuevo ciclo y reglamento de 2026. La dura experiencia de 2024 le daba la razón. Con una organización más cuajada en 2025, un FW47 más competitivo y más mimado por sus pilotos, quizás el panorama mejore para Carlos Sainz, cuyo mayor reto será, sin duda, poner su nuevo monoplaza allá donde antes no estaba en la parrilla. Aunque no importan tus esfuerzos e intenciones, porque tu nivel dependerá del de tus rivales. Y todos sabemos cuáles son los gallos del paddock.

img

Top 5 Fórmula 1

×