Freno delantero en moto: cuándo y cómo usarlo

Hoy a las 10:14 AM

Da igual sobre qué moto te muevas, no importa si es un scooter ciudadano o una deportiva de 200 CV. Los frenos de la moto, y en especial el delantero, son el elemento que más influye en el comportamiento de una moto, y su capacidad de actuación es absolutamente inmediata, con una potencia superior a cualquier otro sistema de la moto. ¿Te parece exagerado? Pues piensa en esto. Para que una moto alcance su máxima potencia necesita cientos de metros y cierto tiempo; pero los frenos ponen en práctica toda su capacidad de actuación en el mismo momento que aprietas la maneta delantera.

¿Qué es el freno delantero en una moto?

El freno delantero de la moto actúa sobre la rueda delantera. Los hay de muchos tipos, pero en la actualidad la práctica totalidad de las motos usan freno de disco. Como su nombre indica, se trata de un disco metálico –puede tener diferentes aleaciones, pero por lo general el material que se emplea es el acero- que se encuentra atornillado a la llanta y gira con ella. Cuando frenas, el circuito hidráulico presiona dos pastillas alojadas en una pinza que "muerde" el disco, este frena el giro de la rueda y provoca la detención.

En función de la potencia y el peso de la moto, puede equipar unos o dos discos, e igualmente dependiendo de las características del modelo varía el diámetro del disco. A mayor potencia, mayor necesidad de frenada y mayor diámetro de disco. Es decir, cuando las motos son más potentes, como las motos deportivas, que emplean dos discos de freno delanteros, el diámetro de los discos supera ampliamente los 300 mm. A un scooter de 125 cc la basta con un solo disco delantero de poco más de 200 mm de diámetro.

¿Cuándo se debe usar el freno delantero de la moto?

El freno delantero se ha de usar siempre, porque es el principal elemento de frenada de una moto. El freno trasero también es importante, pero el que tiene mayor influencia en la frenada de una moto y es más determinante es el freno delantero.

Siempre hay que tener precaución al apretar el freno delantero porque la carga sobre el neumático delantero aumenta, se deforma e incrementa su huella sobre el asfalto, es decir, la superficie que está en contacto con el suelo y sobre la que se transmite la potencia de frenado. En ocasiones, una frenada muy fuerte puede llegar a triplicar la huella del neumático sobre el asfalto. Disponer de una huella mayor aumenta la seguridad y eficiencia de la frenada.

En el pasado, las frenadas se tenían que realizar siempre antes de entrar en curva, cuando la moto estaba en posición vertical, porque una vez inclinado, cuando disminuye la superficie de apoyo de un neumático, el riesgo de bloqueo de la rueda al accionar el freno en esa posición era muy elevado. Ahora, los nuevos sistemas de gestión electrónica, los denominados ABS "Cornering", permiten accionar el freno delantero estando inclinado.

Técnicas para frenar correctamente con el freno delantero

Hay muchas formas de actuar sobre el freno delantero, y cada una responde a una necesidad específica y a las condiciones que nos encontremos, tanto por el estado de la superficie por la que rodemos como las circunstancias del tráfico.

Frenado progresivo

Una primera forma de frenar es emplear el freno de forma progresiva, con un accionamiento suave de la maneta en el primer tramo, para después incrementar la presión sobre la misma, en función de la capacidad de frenada que percibamos. Lógicamente, la frenada progresiva ayuda a regular la intensidad de la presión que ejercemos, y es la forma de frenar habitual cuando se rueda de forma normal, sin encontrarse situaciones de riesgo.

Uso combinado con el freno trasero

Es importante el uso del freno trasero como apoyo en la frenada. Por un lado, al frenar con el delantero, el momento de fuerza se traslada hacia delante cargando de peso el tren delantero. Usando también el freno trasero se distribuye la caga, se previene el levantamiento de la parte trasera, y al mismo tiempo permite que la moto gane estabilidad. De algún modo, el uso combinado del freno trasero hace que este haga las veces de una especie de timón.

Situaciones de emergencia

La frenada en situaciones de emergencia lleva a presionar con fuerza los frenos ante cualquier contingencia, como un vehículo, un peatón o un animal que se cruzan inesperadamente en nuestro camino. El instinto te lleva a apretar los frenos con determinación, lo que supone todo un riesgo porque casi no nos centramos en la superficie sobre la que estamos, que es algo que influye mucho en la eficiencia de la frenada, sino en evitar la posible colisión.

Por fortuna, los avanzados sistemas ABS de la actualidad evitan el bloqueo de las ruedas, que es el mayor riesgo en una frenada de emergencia en moto, ya que con mucha facilidad un bloqueo de ruedas nos puede llevar al suelo. Con la intervención del ABS se controlan las contingencias en una frenada de emergencia.

Frenar en superficies de riesgo

Lo que resulta evidente es que a pesar de nuestra experiencia en moto y la intervención de las ayudas electrónicas, la superficie donde frenamos es determinante en la efectividad de la frenada. Centrándonos en los firmes y dejando a un lado las superficies de tierra, podemos clasificar este terreno en seis tipos de firme, y la eficiencia de la frenada varía en cada uno de ellos. Pongamos un ejemplo: rodamos a 100 km/h sobre una moto de 200 kilos y tenemos que frenar.

• Un asfalto rugoso es el que tiene un índice de rozamiento mayor (1,2), y al frenar necesitaremos 32,8 metros de distancia.
• Con un asfalto del tipo medio, el que solemos encontrar en cualquier calle o carretera, cuyo índice de rozamiento es menor (0,9), la distancia de frenado se eleva hasta los 43,7 metros.
• Sobre un asfalto pulido, deteriorado por un elevado uso, su bajo índice de rozamiento (0,7) hace que el agarre sea más bajo y por tanto la frenada se alargue hasta los 56,1 metros.
• Los adoquines ofrecen un índice de rozamiento pobre (0,5) y además no presentan una superficie constante, por lo que en esas condiciones la frenada llega hasta los 78,6 metros.
• Cuando llueve o el pavimento está polvoriento o sucio, el índice de rozamiento es muy bajo (0,3) y por tanto la frenada no tiene eficiencia y se llega a los 131 metros.
• La superficie con menor índice de rozamiento es el hielo (0,08) y es en estas condiciones donde el agarre está absolutamente comprometido. Forzar la frenada sobre hielo puede provocar fácilmente una caída, a pesar de los modernos sistemas antibloqueo, pero en una medición de frenada en las condiciones antes descritas, la detención se consigue a los 491,3 metros.

Preguntas frecuentes sobre el freno delantero en moto

¿Es peligroso frenar solo con el freno delantero en moto?

No tiene por qué resultar peligroso frenar sólo con el freno delantero. Depende de muchos factores, como la potencia de frenado que empleemos, ya que si lo realizamos con brusquedad se provoca una reacción demasiado violenta, y también la superficie sobre la que frenemos, que realmente es lo que tiene mayor influencia en la eficiencia de nuestra frenada.

Además, si frenamos sólo con el freno delantero sin usar el trasero, restamos eficiencia a la frenada, porque como dijimos anteriormente, el freno trasero ayuda a equilibrar el reparto de peso y libera de presión el tren delantero.

¿El ABS afecta el uso del freno delantero?

El ABS es una excelente ayuda para evitar el bloqueo del sistema de frenado. Dependiendo de su regulación, si es muy intrusivo puede intervenir prematuramente en nuestra frenada, y eso es algo que llega a incomodar, porque su intervención hace que se alargue la distancia de frenada. Hay muchos modelos de moto que ya disponen de sistemas de control para regular la intervención del ABS, y en algunos casos se puede llegar a anular, aunque no es recomendable.

¿Cómo evitar que la rueda delantera se bloquee al frenar?

Básicamente, antes de que pueda entrar en acción el ABS para evitar el bloqueo de la rueda delantera, lo fundamental es realizar una frenada progresiva, con un primer toque de frenos suave hasta llegar a incrementar la presión al nivel necesario.

Para tener un buen control de los frenos es importante dedicarle un tiempo a la adecuada regulación de la maneta delantera, colocándola en la posición óptima, y asegurándonos de que nada interfiere en su recorrido. Y bastarán apenas dos dedos para frenar con eficiencia y seguridad. Después, si el sistema permite ajustar el ABS, mejoraremos su intervención hasta dejarlo a nuestro gusto.

Lo más importante es conocer bien la respuesta de tus frenos, y eso se consigue comprobando su comportamiento. Cuando tengas oportunidad, en un lugar seguro y fuera del tráfico, prueba a realizar una frenada fuerte para conocer el comportamiento de tus frenos. No es necesario rodar deprisa. Conocer la respuesta de tus frenos es la mejor manera evitar un bloqueo de frenos.

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