Quieren obligarnos a comprar coches eléctricos, pero nuestros vehículos son cada vez más viejos y contaminantes
Hoy a las 12:00 PM
La antigüedad del parque automovilístico en España sigue aumentando, y con ella las emisiones contaminantes. Mientras se impulsa el coche eléctrico, miles de vehículos, más viejos y menos seguros, no cumplen las normativas ambientales ni pasan la ITV.
La transición hacia el coche eléctrico es uno de los objetivos más ambiciosos en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para impulsar su adopción, la realidad del parque automovilístico español parece alejarse cada vez más de esa meta.
De acuerdo con los datos más recientes de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), una cifra preocupante de vehículos continúa circulando sin cumplir los mínimos estándares ambientales.
Un parque automovilístico envejecido y altamente contaminante
Según la AECA-ITV, el 21,5 % de los vehículos que pasaron por la ITV en 2023 presentaron un nivel de emisiones contaminantes que excedía los límites permitidos.
Este incremento en el número de vehículos contaminantes es una señal de alarma, especialmente en un momento en que el parque automovilístico español alcanza una edad media de 15,4 años, habiendo aumentado en 1,9 años desde 2017.
«Cada año la ITV evita al menos 575 muertes prematuras ocasionadas por emisiones contaminantes»
La antigüedad de los vehículos no sólo implica un aumento en las emisiones, sino que también compromete la seguridad vial y la eficiencia del transporte.
Con una flota envejecida, la necesidad de pasar por la ITV para garantizar el estado de los vehículos resulta crucial, pero aun así, un 33,2 % de los vehículos que debían haber pasado la inspección en 2023 no lo hicieron, un aumento significativo desde 2017.
Este incumplimiento representa un riesgo tanto para la calidad del aire como para la seguridad en las carreteras.
Vehículos comerciales, los más problemáticos
Entre los vehículos más afectados por el envejecimiento y el deterioro están las furgonetas y camiones de más de 3.500 kg.
Según los datos, un 28,8 % de estos vehículos no pasó la ITV en la primera inspección, seguidos por los autobuses y autocares (27,2 %) y las furgonetas y camiones de menor tamaño (25,6 %).
Esta alta tasa de rechazo refleja el deterioro acelerado que sufren los vehículos comerciales, muchos de los cuales circulan por nuestras carreteras en condiciones deficientes debido a su uso intensivo.
En el lado positivo, los vehículos agrícolas son los que presentan un mejor estado en la inspección técnica, con una tasa de aprobación del 86,2 %, seguidos de las motocicletas y quads, que también mantienen buenos índices de cumplimiento en la ITV.
Lo más loco visto en la ITV, desvelan las mayores barbaridades cometidas (la del embrague te sorprenderá)Leer noticiaEmisiones y otros problemas técnicos: principales causas de rechazo en la ITV
El informe de AECA-ITV también destaca las razones por las cuales un 18,9 % de los vehículos en España no aprueban la ITV en la primera inspección.
En primer lugar, se encuentra el alumbrado y la señalización, con un 22,8 % de defectos graves detectados. Sin embargo, las emisiones contaminantes están escalando rápidamente entre las causas de rechazo, alcanzando un 21,5 % en 2023.
Esta problemática no sólo refleja el envejecimiento de la flota, sino también la falta de mantenimiento adecuado en muchos vehículos.
Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV, subraya la importancia de la inspección técnica para mejorar la calidad del aire, ya que «cada año la ITV evita al menos 575 muertes prematuras ocasionadas por emisiones contaminantes».
En otras palabras, la ITV desempeña un papel crucial en la identificación de los vehículos más contaminantes, cuya retirada o reparación ayudaría a reducir los efectos de la contaminación en la salud pública.
La ITV previene averías, pero también un aumento de las emisiones en los vehículos usados.La paradoja de la transición al coche eléctrico
La paradoja actual es evidente: mientras que las políticas públicas buscan acelerar la transición hacia vehículos eléctricos y de bajas emisiones, la realidad es que la flota automovilística en España sigue envejeciendo.
Los altos costes asociados a los coches eléctricos y la insuficiente infraestructura de recarga limitan su adopción masiva. Especialmente en comparación con los vehículos tradicionales, más accesibles económicamente, pero también más contaminantes.
Esta contradicción entre la política y la realidad evidencia la necesidad de un enfoque más integral que impulse la electrificación, pero que también apoye el rejuvenecimiento del parque automovilístico y el cumplimiento riguroso de la ITV.