Audi S5 Sedán V6 TFSI 367 CV, a prueba: el A5 que nos hace olvidar al A4
Ayer a las 07:00 AM
En Audi siempre ha sido todo cosa de números. Desde el principio de los tiempos, la marca de los cuatro aros ha utilizado denominaciones numéricas, que pasaron a ser alfanuméricas hace ya tres décadas. De esta forma todos sabemos que el Audi A6 tiene un posicionamiento superior al del A4. La letra S quedaba reservada para las versiones deportivas, las RS para los más extremos y ha crecido la gama de los Q debido a la tendencia crossover que lo arrasa todo.
Sin embargo, hoy estamos con un modelo que lo cambia todo. El nuevo Audi A5 se trata de una evolución del anterior A4 debido a que los números pares se van a quedar en las versiones totalmente eléctricas y que los impares estarán para los que mantengan combustión.
Por lo tanto, es la primera vez que podemos ver un Audi A5 Avant, la versión familiar que está disponible junto al Sedán de cinco puertas. Todo ello con un precio de partida de 51.050 euros, por encima de su antecesor, aunque también justificado por las novedades.
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Exterior
Las novedades estéticas son notables, pues el Audi A5 se afila para ganar un extra de deportividad. En el frontal, vemos la típica imagen de la marca de los cuatro aros, con un capó tendido que termina en la parrilla Singleframe con una terminación más estrecha y ancha, al tiempo que tiene un entramado muy deportivo.
Llaman la atención el nuevo logotipo en dos dimensiones y también un paragolpes reconocible con tomas de aire en los laterales. Los faros son de nuevo diseño, pudiendo llevar tecnología OLED con 60 segmentos por panel y firmas lumínicas personalizables.
Las llantas en este modelo pueden ser desde las 17 hasta las 20 pulgadas, mientras que la personalización mejora al tener hasta diez colores de carrocería disponibles. El perfil es muy refinado en cualquiera de los casos. El Sedán es un cinco puertas que mantiene los aires de coupé, esa versión que se ha perdido.
El Avant es un familiar más fluido gracias a un pilar D muy inclinado y un spoiler de techo. En la parte central del portón aparecen unos pilotos traseros LED y un paragolpes ensanchados que, en función de la versión, cuenta con un difusor y salidas de escape vistas.
El cambio de paradigma se refleja en la nueva Plataforma Premium de Combustión (PPC). Los Audi A5 son los primeros modelos en asentarse sobre esta base, al tiempo que se fabrican en la planta de Neckarsulm. Con ese cambio se aumentan sus dimensiones respecto al anterior A4, llegando a los 4,83 metros de largo en las dos carrocerías. También presumen de una anchura de 1,86 metros y de una altura de 1,44 metros, mientras que la distancia entre ejes es lo que más crece y llega a los 2,89 metros.
Interior
El habitáculo del Audi A5 también recibe una evolución marcada. No tiene nada que ver con lo visto en el anterior A4, se parece más bien a lo que vimos recientemente en el Q6 e-tron. Toma el mismo MMI Panoramic display, que no es otra cosa que las dos pantallas OLED en el mismo marco curvo, ocupando gran parte del salpicadero.
Por un lado está el Virtual Cockpit de 11,9 pulgadas, que hace las veces de instrumentación y que muestra una información muy completa gracias a ser totalmente personalizable a través del volante multifunción. Ese elemento también ha sido renovado y ahora tiene un aspecto más elegante.
Por otro lado, está la pantalla táctil principal de 14,5 pulgadas, que es el centro neurálgico del A5, desde la que se controla prácticamente todo. La integración es muy buena, al igual que la claridad de los menús. Se trata de un sistema de última generación con una velocidad y fluidez elevadas, además de la mejor conectividad.
No podían faltar Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica. No nos gusta que tenga los controles de la climatización integrados y que hayan desaparecido botones. Por suerte, el pasajero puede tener una tercera pantalla táctil de 10,9 pulgadas y sería esa persona quien pudiera controlarlo.
En cuanto a la calidad, el Audi A5 quiere posicionarse como un premium de pleno derecho. Lo consigue con unos acabados sólidos y bien encajados, sin fisuras ni ruidos molestos. La tapicería es de cuero y convencen las molduras que cubren el salpicadero y alrededores.
La principal pega viene con lo que se ha hecho en la consola central, que es un gran bloque de Piano Black, que atrae todo tipo de suciedad. También hay que decir que en esta zona no hay grandes huecos portaobjetos ni tampoco superficie de carga para el teléfono móvil. Sigue sin convencer el pequeño mando selector de marchas.
El espacio interior es uno de los puntos que siempre ha destacado en el Audi A4 y ahora quiere sobresalir en el A5. Se nota el aumento en la distancia entre ejes, sobre todo en la segunda fila de asientos. Aquí tenemos espacio de sobra para las piernas, mientras que el de la cabeza es mejor de lo que podríamos pensar viendo esa caída de techo.
Los asientos laterales son confortables, aunque el central peca de carecer de forma y tener una anchura inferior, siempre viajarán mejor cuatro que cinco pasajeros. En todo caso, encontramos salidas del aire acondicionado y también tomas USB-C en estas plazas traseras.
Maletero
El maletero es uno de los puntos más polarizantes del nuevo Audi A5. Tiene la peculiaridad de perder capacidad respecto a su antecesor, a pesar del aumento de dimensiones, y se queda algo por debajo de sus rivales. En el Sedán tiene 445 litros y en este Avant llega hasta los 476 litros, con unas proporciones muy aprovechables, ademas de ganchos y redes para fijar la carga.
Bajo el piso hay un pequeño hueco, pero no espacio para una rueda de repuesto debido a la posición de la batería del sistema MHEV. En el caso de abatir los asientos traseros se puede hacer en tres partes (40:20:40) y se desbloquea una capacidad máxima de 1.424 litros.
Motor
La gama mecánica apuesta por la combustión. Ya dijimos que los números impares quedarían para la gasolina y los pares para la electricidad, así que vemos un Audi A5 con varias versiones interesantes. Algunas de ellas van a portar el sistema MHEV plus, una evolución de la tecnología microhíbrida de 48V que tiene un arrancador/generador que suma 24 CV para apoyar al bloque de combustión. Puede moverse de forma eléctrica en algunas situaciones y también contribuye a reducir las emisiones o el consumo en más de medio litro a los cien kilómetros. Más adelante llegarán las versiones híbridas enchufables.
Inicialmente se ofrece con una versión diésel y dos gasolina. Son de los pocos que todavía mantienen el combustible demonizado, presente a través del 2.0 TDI de cuatro cilindros con el sistema MHEV plus. Lleva la etiqueta ECO y tiene 204 CV, siempre ligado a la transmisión automática de doble embrague y a la tracción total.
Para los que busquen gasolina y versiones de acceso, está el 2.0 TFSI de cuatro cilindros. No tiene la tecnología microhíbrida, así que se queda con la etiqueta C. Se puede coger con 150 o con 204 CV, pero siempre con transmisión automática y tracción delantera en el de acceso. El tope de gama por el momento es el S5, con el V6 3.0 TFSI de 367 CV y tecnología MHEV para tener deportividad y eficiencia a partes iguales.
Comportamiento
Y ahora sí nos ponemos al volante de la versión más prestacional por el momento del Audi A5. Estamos con el Audi S5, que es aquel que tiene el V6 3.0 TFSI de gasolina que no va a dejar a nadie indiferente. Todavía no sabemos si va a haber un RS que sea el tope de gama, pero por el momento tenemos esta versión que además de seis cilindros tiene un sistema MHEV Plus que lo hace muy interesante.
El Audi S5 Sedán es el tope de gama hasta la fecha y eso se traduce en unas prestaciones muy interesantes. El seis cilindros con esa electrificación ligera y sus 367 CV y 550 Nm de par, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y llegar a una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Son números de RS de hace unos años y lo cierto es que sorprende la linealidad con la que entrega esa potencia. Es uno de esos coches que nos obliga a mirar el marcador de vez en cuando si no queremos recibir una multa, ya que está perfectamente aislado y no se aprecia la velocidad a la que rodamos.
Lo primero es que tiene etiqueta ECO, que algo siempre aporta, y por supuesto también tenemos el sistema de 48 voltios que tiene un arrancador generador un poco más capaz. Aporta unos 24 CV al conjunto y hace que incluso pueda mover las ruedas por sí solo. Con esto quiero decir que tenemos el Start & Stop un poco más ampliado, nos puede aguantar en el modo vela, pero también a bajas velocidades, sobre todo cuando estamos aparcando o desaparcando, va a apoyar e incluso va a mover por él mismo las ruedas.
Y esto quiere decir en la práctica que lo que hace es que baja emisiones y también llega a bajar el consumo en hasta medio litro, aunque quien compre un S5 probablemente también vaya a buscar en las cosquillas al motores y cilindros, y es que tiene una entrega de potencia que es constante, como podéis ver desde el minuto. Destaca para bien que prácticamente toda la curva de las revoluciones tiene un par muy generoso, empuja desde bajas y es muy lineal, sube de vueltas muy rápido y con brío en todo momento.
A nivel de chasis lo cierto es que el equilibrio es perfecto. Se trata de un coche confortable, pero que también destaca por dinamismo. En el caso de las suspensión, tiene muelles de acero de serie y una firmeza ejemplar. Además, se puede elegir una deportiva y otra deportiva S con control adaptativo de la amortiguación y una reducción de la altura en 20 mm.
La dirección es más rígida que en su antecesor y transmite más que la mayoría de modelos actuales. En algunas versiones se equipa el Brake Torque Vectorial para actuar en los frenos de forma sutil y beneficiar el paso por curva, a la vez que se reducen los subvirajes.
Opinión coches.com
Aunque se haya perdido por el camino el Audi A5 Coupé, la reestructuración de la familia ha sido beneficiosa para este modelo. Tiene la esencia de A4 con la elegancia de A5 y ese buen hacer que les caracterizaba a ambos. La estética es puramente Audi, mientras que la tecnología se pone al día para alcanzar un nivel superior al que presentaba. Al asentarse sobre la plataforma de combustión mantiene algunos de los motores más exitosos de la gama, incluyendo un diésel que deja un buen sabor de boca. Además, con el sistema MHEV Plus consigue la etiqueta ECO y un extra de eficiencia.
Eso sí, el paso de A4 a A5 también sale más caro. Este ejemplar tiene un precio de partida de 51.050 euros en el Sedán y de 53.310 euros en el Avant, lo que supone un incremento respecto a su antecesor. Por lo tanto, es un vehículo de carácter premium y que puede estar en los 90.940 euros para el S5 Sedán y llegar hasta los 93.290 euros en el caso del S5 Avant.
- Diseño y calidad
- Gama mecánica aprovechable
- Comportamiento dinámico
- Piano Black del interior
- Maletero más pequeño
- Precio más alto que A4
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