Este es el verdadero precio de tener un Mercedes-AMG ONE, y es una locura

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El AMG ONE es único e irrepetible, lo que cuesta mantenerlo no lo saben ni sus propios dueños.Mercedes

Sabemos que mantener los superdeportivos cuesta un auténtico dineral, pero el caso del Mercedes-AMG ONE es sobrenatural. El dueño de uno de los diez primeros ejemplares fabricados ha desvelado algunos detalles que, hasta ahora, permanecían en secreto sobre el coste de este hiperdeportivo.

La gran mayoría de propietarios de coches tan especiales como el Mercedes-AMG ONE desean permanecer en secreto, pero a otros no les importa lo más mínimo que se sepa que guardan un ejemplar en garajes de verdadero ensueño. Porque el dueño del séptimo ejemplar fabricado del hypercar de la estrella, lo es también de modelos tan especiales como el McLaren Senna, P1, Koenigsegg o 911 GT3 RS.

Este Youtuber conocido como «Gercollector» ha revelado cuánto cuestan algunas piezas del AMG ONE, el precio de las revisiones y curiosidades muy interesantes. Afortunado o no, el dueño de este AMG no deja indiferente a nadie al afirmar que el servicio de mantenimiento del ONE es «entre dos o tres veces más caro que el del Aston Martin Valkyrie». Lo mejor de todo es que son absolutamente verídicos, confirmados por un portavoz de AMG a un medio alemán.

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Las piezas individuales del AMG ONE cuestan una fortuna

Por poner algunos ejemplos, el precio del paragolpes delantero del AMG ONE es de 48.000 euros y, para sorpresa, no incluye la insignia de la estrella de tres puntas. Esta se vende aparte y no solo es la misma que el del monoplaza de Fórmula 1, sino que se necesitan dos meses para conseguir un lacado perfecto. Los faros y los «aeroblades» se venden por separado y cuestan la friolera de 37.000 euros.

Es decir, que un pequeño accidente en el que se rompa el frontal cuesta 85.000 euros. El parabrisas te va a sorprender, porque cuesta nada menos que 2.100 euros, el doble que el de un 911 GT3 RS que tiene un precio de entre 1.000 y 1.200 euros. La defensa trasera, que solo incluye el difusor, sale por 53.000 euros, pilotos aparte; como también el impresionante spoiler trasero. De estos no se ha dado a conocer el coste, pero sí el del sistema de escape: 30.000 euros.

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La tecnología de F1 no es apta ni para los grandes bolsillos

Esto son excepciones, porque el gasto obligatorio es el del mantenimiento anual y no solo depende de lo que se use el hiperdeportivo híbrido, sino que te va a sorprender de verdad. Este es el único Mercedes con un solo programa de mantenimiento, un «A» que viene a durar una semana y que no se puede llamar revisión, porque las operaciones que se realizan van más allá de mirar niveles.

En realidad, se sustituyen los aceites del motor y del cambio, filtro de aire, filtro interior, se cambia el líquido del refrigerante, los tapones de drenaje y hasta se limpian todas las válvulas... Todo eso cuesta la friolera de 300.000 euros, de los que 60.000 son de mano de obra de dos mecánicos. El resto son piezas, repuestos e impuestos.

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AMG ofrece algo que Bugatti no hace por sus clientes, ni pagando

Al dueño de este Mercedes-AMG ONE le parece demasiado caro el servicio, pero resulta que Mercedes hace cosas que McLaren o Bugatti no hacen. El ONE está equipado con una sofisticada tecnología de Fórmula 1 y, aunque está homologado para calle, la marca ofrece al cliente la posibilidad de rodar en circuito cuando desee. Pero no con la configuración normal, como cualquier otro coche, sino con una específica.

Cuesta 42.000 euros cada vez que lo hagas, y a lo que se suman los 82.500 euros de un juego de neumáticos slick para la ocasión. En total, 144.500 euros realizar las preparaciones para conducir en un circuito, y restituirlas después de cada carrera. Esto es algo que Mercedes ofrece solamente en este coche, y que ha copiado de Manthey Racing.

Si te parece poco, hay una cosa más. El motor del AMG ONE tiene una vida útil de 50.000 kilómetros y el desgaste es enorme. Divertirse en los mejores circuitos de todo el mundo causará más daño al hypercar alemán, por lo que el propietario puede pagar un mantenimiento que cuesta 800.000 euros y los técnicos sustituirán el motor sin preguntar, si en la «inspección» anual lo consideran oportuno.

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