
Alfa Romeo Junior Ibrida 136 CV, a prueba: ¿un verdadero Alfa o producto descafeinado?

Hoy a las 07:00 AM
La polémica está acompañando a Alfa Romeo en los últimos años. La época dorada de la firma italiana parece haber quedado atrás, pues ya no hay hueco para los deportivos que le hicieron ganarse un nombre en la industria ni para la competición que tantas alegrías le dió. Ahora bajo el paraguas de Stellantis la premisa es la rentabilidad y eso actualmente solo se consigue a través de los SUV. De ahí que hayan ampliado la gama por la parte baja con el Alfa Romeo Junior. Se trata de su crossover de menor tamaño, un modelo de acceso que queda por debajo del Tonale y que parte de 29.000 euros.
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Empecé hablando de polémica y también la hubo con este ejemplar. En un primer momento se iba a llamar Milano haciendo homenaje a la ciudad que vio nacer a Alfa Romeo en 1910. Sin embargo, la ley italiana dictó que no se podía nombrar así debido a que este modelo se iba a fabricar en Polonia y no en la capital italiana. Tuvieron que rectificar y lo nombraron Junior, una denominación que ya estuvo presente en la década de los 60 con el GT 1300 Junior. El caso es que supone la vuelta de Alfa Romeo al segmento B, que tenían huérfano desde 2018 con el cese de producción del Mito.
Exterior
El Alfa Romeo Junior estaba obligado a destacar en el apartado estético. En un vehículo con una plataforma compartida y elementos comunes con otros modelos de Stellantis es importante diferenciarse por diseño, que es la primera opción de compra para muchos usuarios. En el SUV pequeño de la marca italiana vemos un carácter más marcado y claves estéticas interesantes. Comienza con un frontal que exhibe una parrilla triangular que es el logotipo de la marca, el conocido "Biscione". Le da un toque de contraste y sirve como hilo conductor.
Va enlazada con unos faros Matrix LED que van en dos niveles, mientras que por debajo hay una gran toma de aire que relega la matrícula a una posición realmente baja. Lo cierto es que sus formas son deportivas y sugerentes, algo que viene enfatizado por otros dos elementos. El primero es la carrocería bitono, que tiene el techo, los pilares y los retrovisores en negro haciendo contraste. El segundo con unas llantas que van desde las 18 hasta las 20 pulgadas, con diseños tan atractivos como las de nuestra unidad, formando tres círculos.
En este Alfa Romeo Junior también llama poderosamente la atención la forma del pilar C, que tiene integrado el tirador de la puerta. La deportividad sigue presente a través de un pequeño spoiler de techo, justo por encima de la luneta. Aunque el elemento protagonista de esta zaga son los pilotos traseros, integrados mediante una moldura negra y unas formas que quieren evocar a los del mítico Giulia TZ. La parte inferior es más normativa y queda rematada por un paragolpes de plástico negro y un pequeño difusor con reborde rojo, además de doble salida de escape en el lado derecho.
Como ya dijimos al principio, el Alfa Romeo Junior supone la vuelta de la marca al segmento B. Se trata de un SUV pequeño que mide 4,17 metros de largo, 1,78 metros de ancho y 1,53 metros de alto; con una distancia entre ejes de 2,56 metros. De esta forma, queda bastante separado del Tonale, que tiene una longitud de 4,53 metros.
Interior
Cuando pasamos al interior del Alfa Romeo Junior lo cierto es que nos sorprende el nivel de deportividad que han conseguido. Es su aspecto más diferenciador y que no va a estar en otros modelos con la misma base de Stellantis. Es cierto que son opcionales, pero es imposible no mencionar los asientos Sabelt que vienen con el Pack Sport.
Son unos semibaquets con unas formas que recogen a la perfección el cuerpo cuya estética es muy destacada y tienen aberturas. Destacan por tener calefacción y regulación eléctrica para el conductor. Por no hablar de la tapicería de cuero y Alcántara que está presente en asientos, volante e incluso salpicadero o consola central.
Con estas mejoras, el Junior ofrece un nivel de calidad muy elevado, superior al de la mayoría de sus rivales. Se posiciona como uno de los más premium del segmento, destacando otros detalles como las salidas del aire iluminadas. Sin embargo, también vemos otros elementos que no convencen tanto, como los plásticos duros de zonas inferiores o el Piano Black. También es indudable su origen de Stellantis debido a mandos como el selector de marchas y botoneras como la de las ventanillas o la de los modos de conducción. La tecnología tampoco tiene nada de novedad.
En este ejemplar vemos una instrumentación digital de 10,25 pulgadas que tiene una estética modificada, pero cuyas funcionalidades están algo limitadas. Se controla a través de los botones del volante, aunque el protagonismo recae en la pantalla táctil principal. También tiene 10,25 pulgadas y está colocada en una posición más baja de lo habitual en modelos actuales.
Obliga a bajar un poco la mirada, pero gana enteros gracias a la facilidad de uso o a la elevada conectividad. Por supuesto, cuenta con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica y también presume de actualizaciones remotas (OTA) y la incorporación de ChatGPT en el asistente por voz.
En un SUV pequeño de estas características no podemos esperar unas plazas traseras demasiado destacadas. La segunda fila de asientos del Alfa Romeo Junior es algo justa por acceso, aunque no está mal el espacio que queda para las piernas y para la cabeza. De hecho, con los asientos deportivos vemos más comodidad. Eso sí, la plaza central carece de forma y la anchura no permite que viajen cinco adultos de forma confortable. Por no hablar de que en estas plazas no hay salidas del aire, apenas una toma USB-C.
Maletero
El maletero del Alfa Romeo Junior entra dentro de lo esperado con 415 litros de capacidad en la versión microhíbrida, quedando en 400 litros redondos en la variante eléctrica. La parte positiva es que es muy aprovechable gracias a sus formas y también a tener iluminación y ganchos para fijar la carga. El piso se puede poner a tres alturas para modificarlo. Además, siempre se podría abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para desbloquear hasta 1.280 litros de capacidad.
Motor
La gama mecánica del Alfa Romeo Junior también tiene algunas novedades interesantes que hacen que se desmarque de otros con la plataforma CMP de Stellantis. La versión de acceso es la Ibrida, que se trata de un microhíbrido que combina el motor de gasolina de tres cilindros y 1.2 litros con un sistema eléctrico de 48 V integrado en la transmisión. Con la etiqueta ECO, tiene 136 CV y es el que equipa nuestra unidad. Destaca más el Ibrida Q4, que trae la tracción total gracias a un segundo motor eléctrico en el eje trasero que le hace llegar a los 145 CV de potencia.
Lógicamente, también vamos a ver variantes eléctricas de este modelo. El Junior Elettrica es el que probó mi compañero Luis hace unos meses, con el sistema de Stellantis que tiene motor de 156 CV y batería de 51 kWh para conseguir 410 kilómetros de autonomía. Sin embargo, también han metido una variante tope de gama que sorprende por rendimiento. El Junior Elettrica Veloce llega a los 280 CV de potencia y tiene una puesta a punto específica, aunque su autonomía baja a 315 kilómetros al mantener la misma batería.
Comportamiento
Nos ponemos al volante del Alfa Romeo de acceso, el que tiene menos de especial, pero también el que copará más ventas. Se trata del Ibrida de 136 CV y 230 Nm de par, aunque tenemos que hacer la misma aclaración que con otros de Stellantis. No es un híbrido al uso, se trata de un microhíbrido con un sistema de 48 V que es muy interesante. Consigue la etiqueta ECO gracias a esa combinación con el motor de tres cilindros y 1.2 litros con los problemas de la correa solventados, unido a un motor eléctrico de 28,5 CV que va integrado en la transmisión automática de doble embrague y seis velocidades.
El comportamiento del Junior con esta combinación mecánica es satisfactorio, pero sin llegar a emocionar. Sentado en un asiento tan deportivo y tocando Alcántara en el volante se podían esperar más sensaciones, pero la realidad es diferente. Las prestaciones no están mal para el tipo de coche que es, pues acelera de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y tiene una velocidad máxima de 206 CV. Sin embargo, la forma de entregarla es muy lineal y el tacto del chasis convencional. Podríamos decir que la sensación es de que se trata de un cordero con piel de lobo.
En todo caso, vemos que la mecánica es muy aprovechable, con un nivel de potencia suficiente para el día a día. Se nota la parte eléctrica más allá de su etiqueta ECO en el parabrisas. La retención es más marcada que en un vehículo de gasolina convencional y eso sirve para alimentar la pequeña batería de 0,89 kWh.
Esa electricidad pasará al motor de 28,5 CV y servirá de apoyo al de combustión en algunas fases de aceleración e incluso mover las ruedas por sí solo a bajas velocidades. Aunque la parte principal es que sirve como ayuda para mejorar su eficiencia, rebajando los datos de consumo y emisiones.
Gracias a este sistema el Alfa Romeo Junior Ibrida homologa 4,8 l/100km de consumo medio, así como unas emisiones de 109 g/km. Ya sabemos que este dato hay que cogerlo con pinzas y la realidad es que va a estar por encima. Tras una semana conviviendo juntos, nos ha dejado una media de 6,5 litros habiendo hecho un viaje largo y recorridos mixtos.
También depende mucho de cómo sea conducido y para eso están los modos de conducción del Alfa DNA. Aparece un Dynamic para sacar su carácter, un Natural para el día a día y un Advanced Efficiency para consumir menos. La realidad es que no dejan de ser los tradicionales Sport, Normal y Eco; con diferenciación justa entre ellos.
La puesta a punto del chasis nos hace ver que hay algo más de dinamismo que en sus hermanos mellizos de otras marcas. La suspensión tiene un toque extra de firmeza que sirve para tramos revirados. Sigue ofreciendo un buen confort en marcha y un aplomo ejemplar en autopistas, por lo que se postula como un vehículo óptimo para la mayoría de usos. Además, en ciudad presume de la agilidad que le da un peso de 1.305 kg y una dirección bastante precisa y rápida. No comunica demasiado, pero su desmultiplicación hace que el Alfa Romeo Junior tenga un radio de giro de 10,5 metros.
Opinión coches.com
El Alfa Romeo Junior era un modelo muy necesario para la marca. En los tiempos que corren era clave tener un segmento B que pudiera potenciar las ventas. Si además tienes uno con presencia a nivel estético y con una gama electrificada gracias a la mano de Stellantis, pues el resultado es un producto muy completo. Sin embargo, también hay una parte que nos dice que su diseño y su carácter no se corresponden con su comportamiento. No tiene el toque Alfa que se podría esperar a simple vista, una sensación similar a la que tuvimos al probar el Tonale. Cumple en todos los aspectos, pero le falta ese alma o anima en italiano.
Aún así, ofrece una buena relación calidad/precio. Con 29.000 euros de partida, está más o menos en la media de sus rivales, siendo un poco más caro que los Opel Mokka y Peugeot 2008, pero algo más barato que otros como el Nissan Juke o el Jeep Avenger. Probablemente su rival a batir sea el Ford Puma. Eso sí también vamos a mencionar que los precios aumentan cuando subimos al Ibrida Q4 y que los eléctricos ya están partiendo de 38.500 euros, tarifas muy considerables para tratarse de un SUV pequeño.
- Estética deportiva
- Interior cuidado
- Relación calidad/precio/equipamiento
- Muchos elementos comunes Stellantis
- Espacio plazas traseras justo
- Algo plano en comportamiento
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