Alcoholímetros de aproximación: así detectan el alcohol en conductores sin soplar
Hoy a las 07:00 AM
El control de alcoholemia es algo a lo que todos (o casi todos) los conductores se han enfrentado alguna vez. Ya es habitual gesto de soplar un aparato para conocer el nivel de alcohol en aire espirado y que las autoridades dejen seguir al que no supere la tasa o tomen medidas con aquellos que se han pasado. El caso es que la tecnología avanza en todos los sentidos y ahora están llegando novedades para mejorar este proceso. Hablamos de los alcoholímetros de aproximación, unos nuevos aparatos en los que no es necesario soplar directamente a través de la boquilla.
Los nuevos etilómetros que ya han sido aprobados por la DGT y que comenzarán a llegar a los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, cuentan con ventajas importantes. No necesitan de un soplido constante para detectar alcohol, basta con acercarlo a la boca del conductor para que pueda comprobar si ha consumido esta sustancia mientras habla con las autoridades. Hay que decir que la precisión no es tan elevada como en los alcoholímetros tradicionales, los de aproximación sirven como medida de detección preliminar y a los positivos se les hace una prueba adicional para comprobar el nivel exacto.
Estos nuevos aparatos ayudan a agilizar los controles. La prueba se realiza de forma más rápida y a los conductores que den negativo se les deja continuar en menos tiempo. Eso es clave a la hora de realizar controles masivos. También hay que tener en cuenta la seguridad sanitaria, que mejora al no haber contacto directo con la boquilla. Además, se reducirá el impacto ambiental que generan las miles de boquillas de plástico que después hay que desechar. Por no hablar de que ya nadie podrá alegar problemas médicos para saltarse el control.
Hasta la fecha, algunos pacientes de asma tenían problema de soplar continuadamente en los alcoholímetros, al igual que los recién accidentados que no podían hacer el test de forma habitual. Se resuelven estas situaciones especiales al simplificar el proceso y se gana capacidad para las autoridades, que hicieron más de seis millones de controles en 2024. La DGT está muy enfocada en perseguir el consumo de alcohol al volante y los alcoholímetros de aproximación son un avance interesante.
También se están probando tecnologías de detección mediante inteligencia artificial y análisis de imágenes. Hay que tener en cuenta que este año se podría modificar el Reglamento General de Circulación para reducir la tasa de alcohol. Se habla de pasar de 0,5 a 0,2 g/l en sangre y de 0,25 a 0,10 mg/l en aire espirado, aunque todavía tendría que ratificarse de forma oficial.