El día que Fernando Alonso hizo llorar a sus mecánicos: "¿Qué ha pasado aquí que yo no sepa?"

Hoy a las 07:00 AM

Fernando Alonso siempre ha sido un piloto temperamental y talentoso. Una combinación que acostumbra a sorprender a quienes no han trabajado previamente con él y que, en un sus inicios con Minardi, incluso generó una situación inaudita en su debut.

La primera incursión internacional de Fernando Alonso en monoplazas se dio con el comienzo del nuevo siglo, cuando el joven de 18 años debutó en la Fórmula 3000 de la mano de Telefónica.

Aquel año, al asturiano le costó mantenerse en los primeros puestos con un equipo Astromega no demasiado competitivo. Sin embargo, durante la segunda mitad de la temporada las cosas mejoraron, y Fernando Alonso logró su primera victoria tras dar una exhibición en Spa-Francorchamps.

Finalmente, Fernando Alonso terminó cuarto en la clasificación general, pero hizo lo suficiente para impresionar a Flavio Briatore, que le fichó como apuesta de futuro.

Su plan comenzó a ponerse en marcha al año siguiente, haciéndolo debutar en la Fórmula 1 con Minardi antes de llevárselo definitivamente a Renault, primero como probador y luego como titular en 2003.

Paul Stoddart recuerda a Fernando Alonso

El modesto equipo Minardi acababa de ser comprado por Paul Stoddart, magnate australiano de la aviación y apasionado de las carreras.

Lo cierto es que Stoddart salvó a Minardi de la desaparición, aunque la compra se formalizó sólo seis semanas antes del inicio del campeonato y la situación era crítica. ¿Podrían llegar a tiempo para competir en la primera carrera del año?

Ahora, con el paso del tiempo, Paul Stoddart, que en 2005 vendió Minardi a Red Bull, convirtiéndolo en Toro Rosso, recuerda con especial intensidad la etapa de Fernando Alonso, ya que el joven asturiano tuvo un impacto muy elevado en todos sus miembros.

«La primera vez que conocí a Fernando fue en diciembre de 2000. Sabía de él porque habíamos competido contra él en F3000, ahora Fórmula 2. Me fijé en él en Spa cuando hizo una carrera que fue simplemente increíble; así que le tenía puesto el ojo, pero no le di mucha importancia».

«Luego, cuando compré Minardi, Fernando era el piloto de pruebas, y probablemente era lo mejor que habíamos conseguido. En sus inicios, venía a la fábrica y trabajaba con los mecánicos para ayudar a construir el coche».

«Tuvimos un plazo muy breve para reunir a todo el equipo, que fueron seis semanas y tres días desde que lo adquirí hasta que tuvimos que volar a Melbourne».

«Fernando estuvo allí hasta la medianoche, trabajando quién sabe a qué horas, las 24 horas del día, para tener todo listo. Todo lo que pudimos hacer fue una prueba rápida en Fiorano, un test en línea recta, antes de enviar los coches», rememora Paul Stoddart.

Lágrimas en Albert Park

Tras llegar a Melbourne a duras penas, Minardi se conformaba con participar. Sin embargo, Fernando Alonso no era de la misma opinión y, tras clasificarse 19º de 22, consiguió completar la carrera en 12ª posición. Un logro que emocionó hasta las lágrimas a los mecánicos del equipo.

«Lo que siempre recuerdo es que salí del muro de boxes absolutamente eufórico porque habíamos terminado la carrera y Fernando había llegado en el puesto 12, luego entré al garaje y pude ver a todos los mecánicos llorando», recuerda Paul Stoddart.

«Pensé: "¿Qué ha pasado aquí que yo no sepa?". Pero la realidad fue que eran sólo lágrimas de orgullo, por el hecho de que habíamos llegado hasta allí, ya que todos los mecánicos pensaban que el equipo se había hundido en diciembre. Aquí estábamos un par de meses después en Melbourne y compitiendo».

«Una vez que Fernando entró en boxes y salió del coche, todo el mundo lo abrazaba y lo agarraba, y estaban muy contentos de que hubiera logrado eso. Fue un comienzo increíble para su carrera y lo que vendría después», exclama el australiano.

«Durante todo ese año, Fernando demostró una y otra vez que podía poner en una posición competitiva a un coche poco competitivo. Hubo numerosas carreras en las que superó al coche, su talento superó a la maquinaria en la que estaba y demostró la diferencia que puede marcar un piloto», reiteraba Stoddart al recordar aquella temporada.

Fernando Alonso, visto por sus excompañeros

Aquella temporada 2001, Fernando Alonso tuvo como compañeros a Tarso Marques y a Alex Yoong. El brasileño acompañó al español en las primeras 14 carreras de la temporada, tiempo suficiente para conocer en profundidad sus habilidades.

«Conduje con muchos buenos pilotos como mis compañeros de equipo: Giancarlo Fisichella, David Coulthard, Mark Webber, Jarno Trulli y otros, pero sin duda Fernando era diferente».

«Tenía una capacidad increíble, que nunca antes había visto, para adaptarse a un problema con el equilibrio del coche; podía hacer milagros en esas situaciones. Una de sus mejores cualidades era que, incluso si el equilibrio no era bueno, podía arreglárselas para ser rápido a la hora de adaptar su estilo de conducción, algo que no se ve en otros pilotos».

«Sabía que era rápido, así que no me sorprendió en la clasificación. Creo que lo más impresionante fue que pudo ser rápido durante el 100 % de la carrera, y es raro ver pilotos que puedan hacer eso», explicaba Marques.

Alex Yoong tomó el relevo de Marques en las tres últimas citas del año. De cara a su debut en Monza, el malayo hizo un test en el circuito italiano. Y pronto entendió a quién se enfrentaba.

«Recuerdo haber hecho el test de Monza antes de mi primer Gran Premio. Estuve dando vueltas todo el día y conseguí un tiempo que pensé que era bastante decente, considerando todas las circunstancias».

«Fernando estuvo en boxes todo el tiempo debido a problemas mecánicos, pero lograron sacar su coche para una vuelta al final del día. Salió (no creo que fuera una vuelta con poco combustible) y fue un segundo más rápido que yo de inmediato…».

«¡Estuvo sentado en el box todo el día! Vale, estuvo conduciendo el coche todo el año, pero eso fue impresionante. Nunca había visto a nadie hacer eso antes», admite Alex Yoong.

«Fernando dijo algo parecido una vez, que a veces habrá otro piloto que tal vez pueda sacar el 100 % de un coche del que él no puede sacar el 100 %, pero siempre llegará al 95 % en cualquier tipo de coche y en cualquier tipo de condición».

«Creo que fue justo lo que dijo, porque siempre que las condiciones cambian o lo pones en un coche diferente… ¡bang! Él está ahí. Aporta esa intensidad, ya sea un día de pruebas o una carrera. No he visto ese tipo de intensidad en ningún otro piloto».

«En cuanto a talento natural, fue, con diferencia, el mejor que he visto de cerca. Y ahora que he llegado al final de una larga carrera, creo que tal vez sólo he visto un talento como ese dos o tres veces más. Probablemente, siempre será el piloto con más talento natural que he visto», admite.

La determinación y el talento de Ayrton Senna

Lo cierto es que la presencia de Fernando Alonso en Minardi fue efímera, ya que sólo duró una temporada. Sin embargo, el asturiano dejó huella.

Paul Stoddart recuerda la última carrera de la temporada en Suzuka, donde Fernando Alonso volvió a dar muestras de su determinación y talento.

«Creo que lo mejor de todo fue su última carrera con nosotros en Suzuka, cuando supo que iba a ir a Benetton para un año de pruebas, algo que no le hizo muy feliz».

«Tradicionalmente, cuando un piloto se va a marchar, se le quita todo el combustible y se le permite hacer una tanda de clasificación, lo que lo coloca en una posición muy alta en la lista. Yo estaba en una reunión de directores de equipo», describe Paul Stoddart.

«Él y su ingeniero de carrera no se pusieron de acuerdo, y el ingeniero de carrera puso más combustible en el coche. Creo que ese fue el comienzo de la determinación absoluta de Fernando de salir y demostrar lo que podía hacer».

«Dio esas 53 vueltas en Suzuka en modo clasificación, y si nos fijamos en los tiempos, cada uno de ellos se diferenciaba únicamente por la degradación de los neumáticos y el combustible: fueron efectivamente 53 vueltas de clasificación. Eso fue un testimonio de su capacidad para superar a un coche poco competitivo».

«Fue pura genialidad lo que demostró Fernando. Allí mismo demostró lo que le esperaba en el futuro. Todos en el equipo se dieron cuenta de nuevo de lo fantástico que era como piloto. Tenía talento, era técnico y un tipo muy agradable. ¡Reunir todas esas cualidades en una sola es algo bastante raro!», afirma el australiano.

Alex Yoong, por su parte, recuerda las conversaciones con algunos de los miembros de Minardi que en su día estuvieron en el equipo Toleman, con quien debutó Ayrton Senna en la Fórmula 1.

«Fue interesante hablar con varios miembros del equipo Minardi que estaban cuando Ayrton Senna hizo su debut en la F1 con Toleman en 1984, y mencionaron cuánto Fernando les recordaba a Senna».

«Cuando Fernando ganó su primera carrera, pensé: "Sí, ¿y?". No me sorprendió ni un poco. Cuando ganó [su primer] título, no fue ninguna sorpresa».

«Creo que es el mejor piloto del mundo. Lo era cuando ganaba con Renault y creo que lo sigue siendo hoy. Estoy seguro de que si pilotara un Red Bull volvería a ser campeón del mundo».

«Ha tenido una gran carrera. Es una pena que después de su etapa en Renault siempre haya estado en el equipo equivocado en el momento equivocado, pero es el que ha podido conseguir los mayores números y récords como Hamilton, que, por cierto, también se lo merece», zanja Alex Yoong.

Finalmente, Paul Stoddart no duda que Fernando Alonso seguirá siendo competitivo en la Fórmula 1, ya que «todavía tiene lo que hace falta, sigue teniendo la misma hambre que siempre y se quedará ahí hasta que esa hambre o esa habilidad lo abandonen. Sin duda, de los pilotos que siguen en la pista hoy en día, es uno de los mejores, si no el mejor».