Prueba MINI Cooper SE 2025, imagen y estatus para un eléctrico muy cuco
Ayer a las 12:00 PM
Con la llegada de la electrificación, MINI ha dado un pequeño giro de tuerca a su archiconocido modelo. Aunque su imagen sigue siendo inconfundible, esta adopta importantes novedades; lo mismo sucede en lo referente a su mecánica y puesta a punto. ¿Logrará conquistarnos el nuevo MINI Cooper SE eléctrico? Lo analizamos en profundidad.
MINI ha dado un giro de 180 grados a su filosofía como marca sobre la nueva generación de modelos. La compañía perteneciente al Grupo BMW está inmersa en la plena electrificación de su gama. Tanto es así que ya cuenta con versiones eléctricas de sus tres coches principales: Cooper, Aceman y Countryman.
Y aunque aquí ya hemos podido poner a prueba tanto el Cooper como el Countryman de gasolina, hoy llega el turno de hacerlo, por primera vez, sobre la nueva generación del Cooper eléctrico. Hace un par de años ya pudimos testar la versión de por entonces, e incluso lo comparamos con el Honda e. Sin embargo, según MINI, el modelo ha cambiado rotundamente para ser algo totalmente nuevo. Hora de comprobarlo.
Aunque sean aparentemente iguales, esta versión eléctrica y la de combustión se diferencian notablemente.Así es el nuevo MINI Cooper eléctrico
Para la mayoría de personas, el MINI eléctrico le puede parecer exactamente idéntico a la versión de gasolina, pues los rasgos principales del modelo continúan intactos. Se podría decir que ambos son inconfundiblemente un MINI Hatchback. No obstante, nada más lejos de la realidad, pues ambas versiones no sólo difieren en lo mecánico, sino también en lo estético.
Como referencia, lo primero que hay que mirar es el frontal del mismo; desde el pilar A hacia adelante. En el modelo «cero emisiones», la caída del capó hacia adelante es más pronunciada, haciendo un -muy leve- atisbo de cuña. De igual forma, el parabrisas está más inclinado en esta alternativa.
Todo ello deriva en unas mejores cifras aerodinámicas, algo sustancial para los modelos eléctricos. Pero ahí no concluyen sus diferencias. El frontal es también más simplista en cuanto a su diseño. Entre otras cosas, la conocida «boca» delantera, en el eléctrico está casi totalmente carenada.
El MINI Cooper SE cuenta con una distancia entre ejes mayor que la de su hermano de gasolina.Las diferencias continúan cuando se mira al MINI eléctrico en su perfil. Aquí es donde más llama la atención la pronunciada caída de su parabrisas delantero. Del mismo modo también se puede ver unos ejes situados más en el extremo -delantero y trasero- del coche, lo que hace que esta variante tenga una batalla más generosa (2.526 mm del eléctrico y 2.495 mm del térmico).
Sus cotas, aunque bastante próximas, también difieren. El MINI Cooper eléctrico tiene las siguientes medidas: 3.876 mm de longitud, 1.744 mm de anchura y 1.432 mm de altura. Esto lo hace ser 18 mm más largo, 18 mm más estrecho y 28 mm más bajo que la variante de combustión.
No sucede lo mismo en su zaga, la cual se podría decir que es la parte más próxima en cuanto a diseño entre las dos versiones. Según el acabado, se aproximarán más o menos entre sí, especialmente en la zona baja del parachoques, siendo, por lo general, más limpia de elementos en el eléctrico.
En ambos casos integran unos grupos ópticos traseros triangulares, en los que se dibuja la Union Jack británica y que ambos se unen por una moldura decorativa en negro brillante con el nombre del modelo inscrito en el centro. Las llantas van desde las 16 hasta las 18 pulgadas y la variedad cromática para carrocería también dependerá del acabado escogido, ya que será más o menos generosa en cuanto a opciones.
Un interior ya conocido pero con mucho de lo que hablar
A la hora de contar los detalles del interior del nuevo MINI Cooper eléctrico sucede más o menos lo mismo que con su exterior. Aparentemente, este puede contar con los mismos rasgos básicos de diseño y componentes que en la variante térmica. No obstante, hay más novedades a las que hacer referencia y que no están tan claras a simple vista.
Concretamente, cuando nos sentamos, el salpicadero se siente ahora en una posición algo más baja. Esto es debido a que la fila de asientos delantera está algo más elevada por la ubicación de la batería bajo el piso. Todo ello hace que la posición de conducción sea significativamente más alta que en su hermano de gasolina. El volante (el mismo que el del térmico) se sitúa algo más abajo, casi de forma perpendicular al piso.
En el interior se conservan idénticamente la mayoría de elementos.Todo ello, unido a los característicos rasgos de diseño del frontal (del que ya hemos comentado) hace que la visión hacia el exterior en el MINI Cooper sea realmente elevada y que apenas se aprecie la visión del morro desde la posición de conducción más baja.
La sensación de amplitud es alta para tratarse de un vehículo de menos de 4 metros de longitud. La mayor inclinación del parabrisas hace que este cristal quede más lejos del conductor, algo que no es especialmente cómodo a la hora de regular el espejo retrovisor interior. Los acabados y tapizados generales están realmente bien logrados, especialmente los que están terminados en material textil (bastante agradables).
Las plazas traseras, por su parte, tienen un poco más de espacio para las piernas, aunque no tanto para la cabeza, donde es prácticamente igual que el de gasolina. La anchura sigue siendo realmente escueta y dos adultos de alto tallaje aquí viajarán algo apretados.
El maletero del MINI Cooper SE no es el mejor para cargar grandes bultos.Sobre el salpicadero vuelve a reposar la misma pantalla central redonda que ya conocimos en el modelo térmico. Esta cuenta con tecnología OLED y tiene un diámetro de 9,4 pulgadas. Sus gráficos son muy vistosos, aunque su fluidez podría ser mejor (más aún cuando se trata de un vehículo donde los botones físicos son realmente escasos).
Tampoco me ha convencido la forma en la que se muestra la conexión vía Apple CarPlay (no he podido comprobar si Android Auto es diferente), pues es en un formato cuadrado y muy pequeño. No lo veo estético para un vehículo que presume de ello por todos sus poros. Frente al conductor se ubica un pequeño panel de cristal donde se refleja un conveniente Head-Up Display.
Por último, el apartado del maletero también es particular, pues este se ha quedado con los mismos 210 litros con los que cuenta el modelo térmico. Bien es cierto que bajo el piso cuenta con un pequeño hueco extra donde guardar los cables de carga, por ejemplo. La segunda fila se puede abatir para conseguir un máximo de 800 litros.
En el habitáculo del MINI Cooper SE se ganan unos pocos centímetros de habitabilidad.Mecánica y precios del MINI Cooper eléctrico
El MINI eléctrico cuenta con dos alternativas mecánicas en su catálogo: E y SE. La primera y más accesible ofrece un motor eléctrico de 184 CV y 290 Nm asentado sobre el eje delantero. Este se encuentra alimentado por una batería de 40,7 kWh de capacidad bruta (36,6 kWh netos), la cual lo dota de una autonomía homologada de 300 kilómetros. Con esta mecánica es capaz de hacer un 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h.
Estas cifras mejoran significativamente con la variante SE (la de nuestro protagonista de hoy). Aquí la potencia del motor eléctrico asciende hasta los 218 CV y 330 Nm de par máximo. La batería también crece hasta los 54,2 kWh brutos de capacidad (49,2 kWh netos). Con esta opción es capaz de alcanzar los 100 km/h en 6,7 segundos y una velocidad máxima de 170 km/h. La autonomía homologada es de 400 kilómetros.
En el caso de la primera opción, la recarga se podrá ejecutar a una potencia máxima de 75 kW en corriente continua o a 11 kW en corriente alterna. En el SE esto aumenta hasta los 95 kW en corriente continua e iguala los 11 kW de la corriente alterna.
El MINI Cooper SE cuenta con un total de 218 CV y una autonomía de 400 km.El MINI Cooper eléctrico no es un modelo que podamos considerar como «barato» o «asequible». Nunca lo ha sido, a decir verdad. La versión Cooper E tiene un precio de partida en España de 35.250 euros, mientras que la SE se presenta desde 38.850 euros. Ambos, por supuesto, sin incluir ayudas o descuentos disponibles en el momento de la compra.
Prueba de conducción del MINI Cooper SE eléctrico
Como ya hemos especificado anteriormente, una vez sentados en el puesto de conducción del MINI Cooper SE, llama la atención la posición de conducción bastante más alta de lo normal. En el resto de aspectos, este es prácticamente calcado a lo ya conocido en el Cooper de combustión. Por ello, es la hora de arrancar su motor de «cero emisiones» y salir a probarlo.
Las sensaciones a bordo de este querido utilitario son realmente buenas. La dirección se nota que tiene cierto peso, aunque es significativamente más suave de lo que lo era en la generación anterior. Ahora está especialmente ideada para su uso por ciudad. Esta puede endurecerse seleccionando la «experiencia» de Go-Kart (como un modo Sport).
El MINI Cooper SE hace gala de la clásica deportividad dentro de la firma.También hay que decir que esta es bastante directa. Basta con mover unos milímetros el aro para que esto se transmita a las ruedas, lo que realza aún más sus actitudes deportivas. De igual forma, se podría decir que todo está bastante más suavizado... o casi todo.
Ciertamente hay un punto por el que este MINI Cooper SE me ha dejado con sabor agridulce. Y es que contrariamente a todo lo dicho anteriormente, las amortiguaciones no son para nada suaves. Tanto es así que, en la mayoría de recorridos, transforma al modelo en un coche que podría catalogarse de incluso incómodo.
Para poder circular con gusto, el asfaltado tiene que ser perfectamente liso, y es en este ejemplo donde es una delicia conducir al MINI. Asimismo soy consciente de que estamos ante una versión más o menos prestacional de este coche, pero como no he podido probar aún su versión de acceso, no puedo decir si este componente siempre es así. En el caso del Cooper de gasolina, aunque no es especialmente blanda, la amortiguación sí es notablemente más llevadera.
Las llamadas "Experiencias" de conducción son una novedad en esta generación.Salvando este «pero», el MINI Cooper SE cuenta con 218 CV, los cuales rinden maravillosamente. La ganancia de velocidad es pasmosa y continuará acelerando casi sin pausa. Corre muchísimo. En ningún momento se echará de menos un extra sobre estos puntos.
También es bastante bueno en insonorización. Cuando se circula con este modelo, el exterior queda bastante aislado. Incluso a altas velocidades (por autopista) apenas se deja oír el ruido de rodadura o el aerodinámico. Un sobresaliente en este apartado para el MINI Cooper SE eléctrico.
Del mismo modo que corre mucho, también cuenta con un Modo B en su selector de cambios. Con este, como suele ser un habitual, el propio sistema ejecutará la frenada regenerativa y, por ende, una recarga simultánea en su batería. Dicho frenado es tan contundente que es capaz de llegar a frenar por completo al MINI Cooper o incluso poder conducirlo con un sólo pedal. Es especialmente cómodo para trayectos urbanos.
El MINI Cooper SE parte en España desde 38.850 euros.Por otro lado, aunque anteriormente ya lo he mencionado, las llamadas «Experiencias» de conducción (algo así como unos modos de conducción) funcionan bien, especialmente los más populares como Green (modo Eco), Core (como un modo Normal) o Go-Kart (modo Sport). Además cuenta con otros como Personal, Vivid, Timeless o Balance en los que cada uno ofrece una particularidad propia y no demasiado diferente entre sí.
Por último, su consumo energético es bastante adecuado. En recorridos urbanos, lo normal será ver cifras medias por debajo de los 13 kWh/100 km, mientras que por autopista esta media crecerá hasta los 16 kWh/100 km. No son cifras para nada desorbitadas, de hecho son bastante lógicas. Después de una semana de uso, la media presentada ha sido de apenas 14,9 kWh/100 km, aunque haciendo la mayoría del recorrido por ciudad.
Fotos MINI Cooper SE