La última y desesperada petición de los fabricantes de coches a Europa para sobrevivir

https://static.motor.es/fotos-noticias/2025/02/acea-peticion-fabricantes-coches-europa-sobrevivir-normativa-cafe-2025106871-1740488687_4.jpg

ACEA, asociación que agrupa a los fabricantes de coches en Europa, lanza un mensaje de aviso a la UE.

El 2025 se plantea un año complicado para los fabricantes de coches en Europa. La asociación que los agrupa, ACEA, lanza otro mensaje de alerta para flexibilizar la normativa de emisiones que promete costar miles de millones de euros en multas a las marcas.

Se viene hablando de este tema desde hace ya varios meses y créenos que hay cuerda para rato para este 2025. Nos referimos a la normativa CAFE (Emisiones de Combustible Medias Corporativas, traducidas sus siglas del inglés) y a las multas millonarias que deberán pagar los fabricantes de coches y furgonetas por no cumplirla.

Las marcas llevan tiempo peleando, y más que lo harán en lo que resta de año, para buscar una solución que evite que estas deban pagar sanciones que prometen ser de unos 16.000 millones de euros en todo el sector, según la agrupación ACEA.

Dicha asociación, que cuenta desde hace poco con el CEO de Mercedes Ola Kallenius como su presidente (en sustitución de Luca de Meo, del Grupo Renault), pide medidas urgentes a la Unión Europea que salven a la industria automovilística.

Y es que la normativa CAFE, como venimos recordando, exige que las emisiones medias de CO2 de las marcas caigan de 115 a 93,6 g/km para este año en sus coches vendidos en la UE. De no hacerlo deberán pagar 95 euros por cada gramo excedido multiplicado por el número de coches matriculados.

La cuota de los coches eléctricos en Europa en 2024 fue de apenas el 14 por ciento.

ACEA vuelve a reclamar a Europa medidas urgentes respecto a la normativa CAFE.

ACEA pide a Europa una flexibilidad de la norma

No obstante, como recuerda ACEA, estas sanciones no se aplicarán hasta el año que viene, cuando la Agencia Europea del Medio Ambiente y la Comisión Europea realicen los cálculos y verificaciones en 2026.

Mientras tanto, los fabricantes empiezan a prepararse para un terremoto financiero que pone en jaque a la industria europea, como advierten desde ACEA. «Necesitamos una solución urgente para abordar los costes desproporcionados que supone el riesgo de incumplimiento de los objetivos».

ACEA propone dos alternativas: una introducción gradual del 90 por ciento para este año 2025 y una del 95 por ciento para el 2026, o bien crear un mecanismo de cumplimiento promedio para el intervalo de tiempo entre 2025 y 2029.

Según cifras de ACEA, en Europa hay disponibles 370 modelos de coches eléctricos, de los que tan solo 16 están por debajo de la barrera de los 30.000 euros.

Los fabricantes deben ajustar considerablemente sus emisiones medias de CO2 en Europa este año.

Los riesgos a los que se enfrenta la industria europea

El foco principal está puesto en la «escasa demanda de vehículos eléctricos en la UE», recuerdan desde la asociación. Si no se venden coches eléctricos, las marcas no tendrán forma de reducir sus emisiones medias de otra forma que no sea el pasar por caja, ya sea pagando las multas o comprando créditos de carbono a otros fabricantes.

Un dinero que, como destaca ACEA, debería destinarse a mejorar la competitividad de la industria europea y para «llevar a cabo una costosa transición» en medio de una enorme y cada vez mayor competencia con los fabricantes extranjeros, especialmente los chinos.

Si las marcas quieren cumplir con los objetivos, tienen dos vías principales. Por un lado, vender más coches eléctricos, pero en el contexto actual de baja demanda, se obligan a vender sus vehículos a precios por debajo del mercado, lo que según ACEA provoca que: se distorsione el mercado de segunda mano, afectando a los precios de reventa que ya de por sí están sufriendo, y afectará indudablemente a la rentabilidad de las marcas.

La otra alternativa es limitar la producción y ventas de los coches de combustión interna, lo que puede derivar en cierres de fábricas y despidos masivos. De no cumplirse, o bien tendrán que pagar las multas o pagar a competidores en forma de créditos de carbono, como Tesla u otros fabricantes que no pertenecen a la UE, «lo que supone una pérdida para la industria europea».

Europa está cercada, los chinos han demostrado su poder y ahora Tesla convierte a marcas en clientesLeer noticia

«Estamos de acuerdo en que la UE debe intensificar las medidas para apoyar la demanda de vehículos de cero emisiones. Pero sin flexibilidad, el período 2025-2026 podría convertirse en un período de incertidumbre regulatoria que obligaría a los fabricantes de automóviles a tomar medidas extremas a corto plazo solo para cumplir con un objetivo de un año. Esto podría desestabilizar los precios, crear estrategias de descuento insostenibles y socavar la estabilidad financiera, lo que tendría un impacto negativo en la industria automotriz en general», finiquita ACEA.

img

Top 5 Inicio

×